Opinión. @NelsonRZ33
A mediados de enero
de 2017 el régimen socialista inicia el proceso masivo de carnetización del
denominado “carnet de la patria”, el cual constituiría en lo sucesivo un
documento de identidad que tendría como objeto “combatir el desabastecimiento y
la especulación de alimentos y medicinas”.
Este “nuevo”
instrumento de identificación es un elemento de control social ante la crisis
generada por la misma tiranía. Como régimen totalitario, a través de la
implementación de esta medida busca solapadamente la filiación al partido de
gobierno, y para disimularlo ofrece bonos especiales pre y post electorales
para “contrarrestar” los embates del declive económico, de manera que la mayor
cantidad posible de población sea dependiente de las dádivas de la tiranía
socialista.
Ante el caos del
transporte, hora se presenta potenciada la mencionada medida con el anuncio del
censo automotor para establecer el racionamiento del combustible mediante el
uso del “carnet de la patria”, el cual se justifica según la narrativa del
régimen por los altos costos operativos de producción que tiene que cubrir el
Estado el cual genera perdida; y por el contrabando a países fronterizos.
Frente a este
decreto vale mencionar lo siguiente: tanto el subsidio como el contrabando han
sido auspiciados por el gobierno con pleno conocimiento de las ganancias que
eso genera, incluso antes del advenimiento del régimen chavista. Por otra
parte, estimulará mercados paralelos también conocidos “bachaqueos” que en
ausencia de producción y estímulo a la economía incidirá en los precios de los
pocos artículos que costosamente se logran conseguir. Del mismo modo
aprovechando la reconversión monetaria para disimular la escandalosa inflación
(acción que no la va a detener), aumentará abruptamente el precio del
combustible.
No menos importante
es el hecho que cada vez más el régimen avanza con su intención de controlar y
disponer el uso de la propiedad privada de los venezolanos. Históricamente las
políticas económicas y sociales implantadas por los regímenes socialistas han
demostrado fracaso; no obstante éstos buscan culpables o eternos enemigos como
los responsables de sus comprobados desaciertos para justificar sus medidas.
Hoy se cumple un
año de las “elecciones” de la Asamblea Nacional Constituyente, y tal como lo
advirtiera el Movimiento Nacionalista ORDEN no es de extrañar que estas medidas
y decretos avancen con tal velocidad, pues su objetivo es imponer a toda costa
el totalitarismo socialista que pretende esclavizar a los venezolanos para
conducirnos a su anhelado “sueño”: el comunismo.
Estas son muestras
inequívocas de la presencia de un régimen verdaderamente socialista, y mientras
no reaccionemos frente a la realidad, más difícil será cambiarla. Es necesario
deslastrarnos no solamente de la tiranía que nos destruye, sino también de
todos aquellos que autodenominándose “oposición” afirman que en Venezuela “no
hay socialismo”, reivindicando como forma de vida esa nociva ideología.
Venezuela quiere ORDEN