Prensa. Efecto
Cocuyo.
La
presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio),
María Carolina Uzcátegui, llamó al sector comercial y sus trabajadores a
reunirse en asambleas este martes 21 de agosto, para definir cómo enfrentar
entre todos el aumento salarial anunciado el pasado viernes por el presidente
Nicolás Maduro.
Para
la representante gremial que el Gobierno lleve el salario mínimo de 5 millones
de bolívares actuales a 180 millones de bolívares o 1.800 bolívares soberanos
es una ” medida que es totalmente incoherente con la realidad que actualmente
está viviendo el país“, dijo a Efecto Cocuyo este domingo 19 de agosto.
Uzcátegui
pidió a empleadores y trabajadores reunirse en sus puestos de trabajo dentro de
48 horas, para que entre los dos sectores alcancen acuerdos que definan cómo
podrán asumir estos costos planteados, con un aumento salarial que será 35
veces mayor al actual.
“Las
normas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y en nuestra propia
Constitución se establece que los acuerdos salariales deben ser discutidos
entre trabajadores, empleadores y gobierno, pero una sola parte unilateral no
debe tomar las decisiones”.
Esto
lo sostuvo al criticar el anuncio de Maduro de anclar los precios de los
salarios al petro y definir en 0,5 petros el monto a pagar mensualmente por las
empresas privadas y las instituciones públicas del país.
Fustigó
la medida del Ejecutivo de asumir por 90 días el pago de la nómina de la
pequeña y mediana industria venezolana, porque primero deja por fuera a los
prestadores de servicios más pequeños como los agricultores, a ganadores,
incluso a quienes tienen una secretaria en un consultorio u oficina y a los
profesionales de libre ejercicio.
Para
Uzcátegui es imposible que el Gobierno pueda asumir los costos de 18 millones
de trabajadores en Venezuela, sin generar más dinero inorgánico como el que
produce hasta la fecha y es uno de los principales responsables de la
hiperinflación que vive el país desde el último trimestre de 2017, con lo cual
su plan de déficit fiscal cero es inaplicable.
Recordó
que debido a esto, las caídas de las ventas por la pérdida del poder
adquisitivo de los venezolanos “no nos permite pagar salarios”, y ahora será
aún más difícil poder hacerlo sin lograr un consenso de trabajadores y
empleadores.
Venezolanos
pagarán más
Afirmó
que con la reforma tributaria que pretende aumentar a 16 % el Impuesto al Valor
Agregado, pagos semanales del Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto a las
Grandes Transacciones Financieras, “el Gobierno trata de compensar el desastre
que ha cometido con la economía nacional, sacándole el dinero de los bolsillos
de los venezolanos“.
Se
preguntó cómo con una producción petrolera venida a menos se podrá cancelar el
incremento salarial y de paso de dónde sacarán las divisas para el nuevo tipo
de cambio que pasará de 248 mil bolívares a 6 millones de bolívares.
A
su juicio al quitarle más dinero a los venezolanos por la vía impositiva no va
a aumentar la capacidad de compra, porque lo que se necesita es incrementar la
producción y trabajar de la mano con el sector privado.
Economía
no está dolarizada
Uzcátegui
refutó la tesis de la dolarización de la economía nacional como justifica
Maduro y su gabinete económico, porque si bien es cierto que el 90 % de las
divisas que adquiere el sector comercio lo hace a través del dólar negro porque
el modelo cambiario del Gobierno no funciona, no es verdad que los precios
estén dolarizados en Venezuela.
“Si
la economía venezolana estuviera dolarizada un cartón de huevos no costaría 6
millones de bolívares sino hasta 30 millones de bolívares, un kilo de carne no
se compraría por dos dólares y los venezolanos no podrían ni siquiera
sobrevivir con un dólar o menos al mes que es lo que ganan actualmente”,
explicó.
“Las
medidas no benefician a nadie, con excepción del Gobierno. El aumento de la
gasolina incrementará toda la estructura de costos de la cadena productiva y
allí el Gobierno si se ha detenido. Todavía no anunciaron ese aumento y lo han
postergado sin definir a dónde van a llegar”,
recordó.
Como
todavía esos decretos no se publican en la Gaceta Oficial, Uzcátegui se
preguntó que pasará con el bono de alimentación, si será o no derogado y de ser
así, que pasará con las empresas que se habían activado en ese ramo para
ofrecer tal servicio. “Son otras más que se van a sumar a la larga lista de
empresas con las que el Gobierno acaba de un plumazo”.
Para
Consecomercio hay angustia en los trabajadores
Analizó
el panorama después de los anuncios y dijo que los trabajadores no ven alegría
ni regocijo, sino angustia y más interrogantes, porque saben que las empresas
no están en condiciones de asumir los salarios a ese costo fijado por Maduro.
“Somos
el último eslabón de la cadena, lo más cercano a la gente. Este aumento
salarial no ha logrado que la gente sonría, sino que la ha angustiado más. El
costo por cada trabajador con este incremento salarial se eleva por encima de
los 3 millardos al año, es una carga importante para cualquier empresa”,
mencionó.
Ante
el llamado paro el próximo 21 de agosto como llamaron los partidos La Causa R,
Voluntad Popular y Primero Justicia, Uzcátegui insistió en proponer asambleas
de trabajadores y dueños de empresas y comercios.