El zurdo venezolano fue exaltado al
Salón de la Fama de los Mellizos el sábado y, después de casi 6 años de
inactividad, anunció su retiro
Prensa. Diario
Lider.
El
17 de agosto de 2012 fue la última vez que Johan Santana subió a un montículo
de Grandes Ligas, en aquella ocasión con el uniforme de los Mets de Nueva York.
Nadie pensó que sería el “epílogo” de su carrera. Merecía un mejor desenlace y
con los colores bajo los cuales reinó por casi una década. Los Mellizos tomaron
la palabra y le regalaron el pasado sábado a los fanáticos en Target Field uno
de los momentos más emotivos junto a su zurdo predilecto, ese que pasó de ser
una apuesta como jugador Regla 5 en el 2000 a uno de los más respetados en la
Liga Americana.
Santana,
fue exaltado al Salón de la Fama de los gemelos en una ceremonia previa al
compromiso ante los Reales de Kansas City, y verlo junto a Torii Hunter,
Michael Cuddyer, Brad Radke, Cristian Guzmán, Luis Rivas, Juan Rincón y JC
Ramírez, refrescó sus años mozos.
“Regresar,
estar aquí de nuevo, ver a mis viejos amigos, ser exaltado al Salón de la Fama
es algo en lo que nunca hubiera pensado”, dijo el ganador del premio Cy Young
del joven circuito en 2004 y 2006 a los asistentes. “Ahora sucedió y yo estaba
como, ‘Wow’. El trabajo duro da sus frutos. Eso es básicamente lo que es. Estoy
muy emocionado”.
Tras
las declaraciones, el recinto de Mineápolis se inundó de aplausos para el
“Gocho”. Pero todos esperaban que el acto culminara con una nueva aparición del
siniestro sobre el morrito, para rememorar cómo fue que terminó con marca de
82-35, efectividad de 2.92 y 1.152 ponches en 1.070 y dos tercios de entradas
entre 2003 y 2007, sus mejores temporadas como gemelo.
El
guión de la solemnidad no tenía escrito el final, así que el siniestro de 39
años de edad, le puso su toque personal, tan sutil y acertado como el poderoso
cambio de velocidad que desarrolló en la ciudad hermana. Santana llamó a su
hijo, Johan Jr., a la lomita para que fuese él quien dejara caer un pitcheo en
su guante, y cerrar así su ciclo como lanzador oficial. La afable escena preparó
un cierre brillante, para un maestro en el arte de dominar. “Llegó
la hora de cerrar este capítulo y comenzar uno nuevo”, dijo el merideño dejando
la puerta entrebaieta a Cooperstown.
Mellizo
pa’ ganador
Santana
dejó a su paso una gran cantidad de registros aun imbatibles en la historia de
los Minnesota. Su .679 en porcentaje de victorias es el más alto para los
Mellizos entre los lanzadores con 100 aperturas. En sus últimos cinco años en
Minnesota, lideró la Liga Americana en victorias (82), ponches (1,152) y
efectividad (2.92). La triple corona fue suya en 2006.