Con la consulta
regular a su ginecólogo, puede solventar sensaciones de sudoración
nocturna, osteopenia, insomnio y otras
dificultades con tratamientos que indican los especialistas.
Prensa. sublimecompany26@gmail.com.
Cada
edad de la mujer tiene sus características propias. En cada período ocurren
cambios que van conformando su personalidad, su percepción de la vida, sus
estados de ánimo y dolencias. Estos
cambios pueden ser atendidos a tiempo y su médico ginecólogo puede ayudarla a
superar ciertos episodios que molestan a la mujer premenopáusica.
El
Dr. Jorge Orta es cirujano, egresado de
la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado con postgrado en
ginecología-infertilidad en la Cruz Roja. Tiene un fellow de Infertilidad en
Barcelona, España. Es ginecólogo del
Centro Diagnostico Docente, CDD Las Mercedes, en Caracas, dirigido por Wilson
Mourad, quien se ha enfocado en la
obtención de nuevas tecnologías para liderar en Venezuela y América Latina.
Comenta
que desde el punto de vista de su salud, a partir de los 40 años en la mujer
puede disminuir la frecuencia de las ovulaciones. Podría comenzar un período de deterioro progresivo de la
función ovárica, llamada climaterio. Esta etapa puede durar hasta 20 años,
siendo la característica fundamental un agotamiento de las células
reproductoras (ovocitos) en el ovario
con la consiguiente disminución de estrógenos.
“Cada
mujer, -dice Orta-, tendrá un climaterio diferente, según su constitución
endocrina. Además, -agrega- muchos de sus síntomas son de carácter psicógeno o psicosomático”. Refiere que se
han realizado estudios que así lo demuestran y al colocarlas en tratamiento con
placebo, algunos indicios desaparecen, mientras que otros continúan,
demostrando la subjetividad de los síntomas.
Entre
las señales más frecuentes del climaterio pueden notarse sofocones, sudoración
nocturna, hipertensión, cardiopatías,
osteopenia, osteoporosis, artrosis, obesidad, dislipidemia (colesterol y
triglicéridos altos), dispepsia (trastorno de la digestión que aparece después
de las comidas y cuyos síntomas pueden
ser nauseas, pesadez, dolor de estomago, ardor y flatulencia), entre otros.
Mientras
tanto, para la mujer menopáusica. Es decir, que le ha ocurrido el cese
permanente de la menstruación debido a
la perdida de la función ovárica folicular, la situación es otra. “Su
diagnostico es retrospectivo después de 12 meses consecutivos de amenorrea
secundaria, la cual puede ser natural o inducida (radioterapia, quimioterapia o
cirugía)”.
Sostiene
Orta, que este período se caracteriza por la presencia de un conjunto de
síntomas que comienzan en una etapa temprana con irregularidad menstrual.
Luego, -agrega-, síntomas vasomotores como oleadas de calor y sudoración
nocturna, cambios del humor y del sueño. En una etapa intermedia se
presenta resequedad vaginal,
dispareunia, disfunción sexual e incontinencia urinaria. “Por último, en una
etapa tardía se presentan enfermedades degenerativas, todo lo cual conlleva a
una disminución de la calidad de vida.
Opina
el galeno que los síntomas pueden variar de una mujer a otra. Algunas son
asintomáticas y en otras hay variación en la intensidad, combinación y duración
que llevan, en ocasiones, a la incapacidad.
No
obstante, como en todas las circunstancias, es recomendable que la mujer acuda
regularmente a su consulta ginecológica. Su médico analizará cada caso y podrá
determinar el tratamiento, siendo el más común, la terapia hormonal de
reemplazo y cambios en el estilo de vida que podrían mejorar en un alto
porcentaje la sintomatología.
¿Qué
recomienda usted en esos casos?
En
el país contamos con equipos multidisciplinarios para dar una
valoración completa especializada, con equipos de diagnóstico de última
generación, de forma metódica y sincronizada para dar una valoración rápida, segura y confiable de las condiciones
de salud de cada paciente, siendo este el principal objetivo de nuestra unidad.
Se
realiza una evaluación completa o tutorial que incluye; entre otras cosas, la
historia clínica, antecedentes de importancia, menarquía, ciclos menstruales,
actividad sexual. Un examen físico completo, con énfasis en mamas, examen
ginecológico, toma de muestra de citología cérvico vaginal, realización de un
video colposcopia, ecosonograma abdominopélvico, ecosonograma transvaginal o,
en su defecto, trasvesical.
También
se incluyen el perfil 20 y perfiles lipídico, tiroideo, hormonal, FSH,
estradiol, prolactina, hemoglobina glicosilada y ecosonograma mamario. A las
pacientes perimenopáusicas, además de lo anterior se agrega la mamografía
(mayores de 35 años), densitometría ósea, resonancia magnética de mamas y
marcadores tumorales.
“Al
tener todos los resultados y las valoraciones de cada especialidad, se da a la
paciente la información completa y detallada, aunada a las mejores
recomendaciones y tratamiento para cada etapa de su vida”. Si hay algo que nos ayuda en esta
circunstancia es la valoración propia de la mujer, que atiende su salud, valora
su bienestar físico y mental. Además, propicia la calidad de vida personal y la
de todo su núcleo familiar.