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Néstor
Molina, una de las joyas del pitcheo de los Cardenales de Lara, será baja para
los crepusculares desde el inicio de la temporada 2018-2019. “Superman Sin
Capa” es uno de los brazos más dominantes de la Liga Venezolana de Béisbol
Profesional desde su debut en la temporada 2010-2011, pero su agotadora campaña
en la Liga Mexicana de Béisbol y el futuro nacimiento de su hijo lo obligaron a
tomar la decisión de no estar desde el arranque con los larenses.
“Me
hubiese gustado comenzar la temporada desde el primer día con Cardenales de
Lara, como siempre lo he hecho durante toda mi carrera, pero creo que este año
va a ser un año diferente a todos los demás, porque no voy a poder comenzar
desde el primer día por algunos motivos”, declaró Molina a Sport Web Publicidad,
su agencia de medios y publicidad. “Me va doler no poder comenzar y estar con
mis compañeros desde el primer día, pero creo que lo más importante es que yo
tome un descanso ya que la temporada ha sido muy larga aquí en México y tengo
que descansar”.
“Además,
tengo mi esposa embarazada y tengo muchas cosas de hacer, por lo que creo que
tengo que aprovechar el tiempo con ella y hacer las cosas que debo hacer antes
del parto de ella, que debe ser a mitad de noviembre”, agregó. Desde su estreno
hace 8 años, el derecho tiene efectividad de 3.24 en 300.0 entradas, con 199
ponches, 81 boletos, par de salvados, 27 victorias y 20 derrotas. Desde el
2010, solo dos lanzadores acumulan al menos 300.0 innings y efectividad
inferior a 3.30, el estadounidense Austin Bibens-Dirkx y el valenciano.
Su
comprobada calidad lo ha hecho un brazo de gran valía para la rotación de los
pájaros rojos, que es una de las mejores del circuito nacional. Además, su
carisma y entusiasmo le permitió ganarse un lugar en los corazones de los
aficionados larenses.
“Considero
que la clave es trabajar fuerte y tener confianza en mí mismo. Estar enfocado
en trabajar sin importar que se te atraviese en el camino, confiando en mi
durante cada juego y cada pitcheo que hago, de verdad que la confianza ha sido
la clave para mí. Nunca voy a dejar de trabajar, así tenga un juego malo”,
confesó Molina sobre la clave de su gran rendimiento en Venezuela.
Cardenal
de corazón
En
sus seis certámenes en el circuito venezolano, el diestro siempre se ha puesto
la camisa de Cardenales, con quienes ha llegado a par de finales, y aunque no
está con la novena de su ciudad natal, siente a Barquisimeto como su casa por
el apoyo que siempre recibe.
“Para
mi vestir el uniforme de Cardenales representa alegría y muchas cosas buenas,
de verdad que me gusta vestir esa camiseta. Me siento cómodo, feliz y como en
casa, debido a que son muchos años vistiendo esa camiseta y me siento
agradecido”, confesó Molina, quien esta zafra ha jugado en México con los
Tecolotes de Dos Laredos, Sultanes de Monterrey y Rieleros de Aguascalientes.
“Siento que esa camiseta es mía y salgo a lanzar contento, además tengo a la
fanaticada de mi lado y vestir esa camiseta representa mucho, por lo que
quisiera seguir usándola por muchos años más”.
El
carabobeño les envió un mensaje a los fanáticos de Cardenales, esperando que
comprendan la dura decisión que tomó y el motivo. Molina aseguró que volverán a
contar con su jerarquía desde la lomita desde finales de noviembre.
“Quiero
mandarle un saludo a toda la fanaticada de la liga venezolana, pero en especial
quiero enviarle un saludo y muchas bendiciones a la fanaticada de los
Cardenales de Lara. De verdad que siempre han estado pendiente de mí, para mí
es la mejor fanaticada, son alegres y amigables”, apuntó. “Ellos son los
mejores, Barquisimeto es una de las ciudades donde se juega el béisbol y donde
la gente más lo disfruta, por lo que cada victoria que se logra en Barquisimeto
o afuera es para todos los fanáticos. Les mando muchas bendiciones y lamento no
poder iniciar la temporada con Cardenales, pero Dios mediante estaré jugando
últimos de noviembre o inicios de diciembre”.