Prensa. El Nuevo
Herald.
El
secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, calificó el martes de
antidemocrática y desestabilizadora la actual ola de un millón de refugiados
venezolanos que hasta el momento han abandonado el país sudamericano, pero no
llegó a ofrecer asistencia militar en lo que definió como una crisis regional.
“Apoyamos
a Brasil y otros países en la región en contra de esta inestabilidad que está
atravesando las fronteras, al mismo tiempo que apoyamos al pueblo de Venezuela
en medio de la tragedia que les impone un régimen opresivo y hambriento de
poder que obliga a los refugiados a irse a Brasil, Colombia y otros países”,
dijo Mattis en la Escuela Superior de Guerra de Brasil, en la primera etapa de
una gira por cuatro naciones para promover lazos más estrechos con los
principales ejércitos con control civil en Sudamérica: Argentina, Brasil, Chile
y Colombia.
El
Pentágono en su mayoría ha evitado responder a la avalancha de venezolanos que
huyen de la escasez de alimentos y medicinas en la nación que gobierna Nicolás
Maduro. En cambio, Estados Unidos ha proporcionado más de $60 millones en
asistencia general, algo que los funcionarios de defensa han enfatizado
particularmente desde que el presidente Donald Trump anunció el verano pasado
que no estaba “descartando una opción militar” para resolver la crisis
venezolana.
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Más
tarde, en camino a Buenos Aires, Mattis dijo a los periodistas que a pesar de
sus discusiones sobre el tema con ministros de defensa sudamericanos, la crisis
venezolana “no es un asunto militar”.
“Las
acciones del régimen en Caracas son de preocupación en todo el hemisferio,
desde Ottawa hasta Buenos Aires. Esa no es nuestra postura en las Américas;
defendemos la democracia, la libertad “, dijo. “La solución de esto es...
volver a los principios democráticos en Venezuela”.
En
su discurso, el general retirado que ha luchado junto a coaliciones
internacionales en Afganistán y Medio Oriente, continuó apoyando un enfoque de
asistencia regional a la crisis humanitaria, y felicitó la “respuesta prudente
de Brasil a las acciones desestabilizadoras de Venezuela” a través de una
respuesta regional en el Grupo de Lima y la Organización de Estados Americanos.
Al
comienzo de su gira de cinco días por cuatro naciones para estrechar lazos con
los líderes militares sudamericanos, Mattis declaró que la relación entre
Estados Unidos y Venezuela “probablemente sea más débil que nunca”.
Esta
es su primera visita a Sudamérica, incluso durante su carrera de 41 años como
marine. Eligió el viaje a Brasil, inmerso en una campaña presidencial
polarizante con una docena de candidatos, como una forma de recoger opiniones.
Uno
de los candidatos, Jair Bolsonaro, imita el estilo de Trump y recientemente
eligió a un general recién retirado como compañero de fórmula. En el otro
extremo, el ex presidente Luiz Ignacio “Lula” da Silva, un izquierdista, es
hasta ahora el candidato del Partido de los Trabajadores, busca aprobación
judicial para postularse mientras cumple 12 años tras las rejas por corrupción.
Críticas
a Cuba y Venezuela
Las
declaraciones de Mattis en su mayoría se desviaron de los temas de política
interna, pero dijo a los periodistas que viajaron con él que las democracias
del Hemisferio Occidental a veces pueden ser “muy estridentes”, incluyendo “la
nuestra ahora mismo”.
“Pero
la conclusión es que eso es lo que es una democracia. Así es como las personas
hacen escuchar sus voces. Y es un sistema que en Brasil escucha a su gente”,
dijo al contrastar con “el modelo cubano o venezolano que castigan a las
personas por expresarse”.
Mattis
apeló a sus compañeros de armas.
“Nuestros
idiomas maternos pueden diferir, pero cuatro décadas de servicio militar me han
persuadido de que la profesión de las armas tiene un lenguaje propio y una
forma de convertir extraños en familia. Entonces, aunque no los conozco
personalmente, sí conozco su carácter. Porque han elegido un camino definido
por la disciplina y el peligro en el servicio a la tierra que aman y los
principios que compartimos, principios que sustentan un hemisferio próspero,
colaborativo y seguro”.
En
su primera parada en la capital Brasilia y también aquí en Río, Mattis invocó
un período inequívoco de asociación en la historia estadounidense-brasileña,
luchando juntos contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, especialmente
con tropas que pelearon en las montañas de Italia, para enfatizar un vínculo
común entre los militares estadounidenses y brasileños.
“Buscamos
fortalecer una asociación estratégica y de cooperación que sea transparente,
confiable y estable porque vemos un futuro brillante por delante, para Brasil y
para nuestro hemisferio “, dijo Mattis. “Vemos este futuro reflejado en el
liderazgo mundial que ha demostrado Brasil, desde las misiones de desminado en
América Central y del Sur a las misiones de paz en Haití, Líbano y África”.