Prensa. Voluntad
Popular.
El
alcalde en el exilio y responsable nacional adjunto de Voluntad Popular, David
Smolansky, está hoy en la ciudad de San Paulo, Brasil, para discutir con
autoridades de ese país la delicada situación que se vive en la frontera con
Venezuela, especificamente, en el estado de Roraima.
“He
sido invitado por la Fundación Fernando Henrique Cardoso para debatir en un
foro sobre la crisis migratoria que se ha generado no solo en Brasil, sino en
toda Suramérica” dijo Smolansky al llegar a San Pablo, donde también sostendrá
encuentros con representantes del Alto Comisionado de Naciones Unidas para
Refugiados (ACNUR) y miembros de Human Rights Watch.
“Es
importante entender que el régimen de Nicolás Maduro representa
desestabilización para la región y es una amenaza para toda América Latina
mientras siga coartando las libertades de los venezolanos, promoviendo la
economía criminal y generando serios problemas de salud pública” expresó el
dirigente de la tolda naranja. “Hoy el venezolano no emigra, sino se escapa del
caos que ha generado la dictadura”, agregó.
Según
Naciones Unidas, desde 2014 hasta el 30 de junio de este año, son 2.300.000
venezolanos quienes se han visto obligados a huir de Venezuela debido a la
crisis humanitaria. En el transcurso de este año son 4.000 venezolanos que
escapan para no volver a su tierra. A ese ritmo, al culminar 2018, serían 3
millones de personas las que se habrán ido. Esto sin contar a decenas de miles
que salen por un período corto de tiempo para buscar comida o medicinas y luego
vuelven a Venezuela.
“Lo
que está sucediendo es un deslave humano. Es la peor crisis migratoria en la
historia de la región y es comparable con lo sucedido en Siria que, a
diferencia de nosotros, han pasado por una guerra” aseguró el responsable
nacional adjunto de Voluntad Popular.
“El
problema es tan grande que diariamente varía la cantidad de venezolanos que se
van en contra de su voluntad y se hace cada vez más difícil precisar cuánta
gente ha sido desplazada y dónde se encuentra”, acotó el dirigente exiliado.
Smolansky,
quien acaba de cumplir un año de haber sido ilegal y arbitrariamente removido
de su investidura como alcalde de El Hatillo, visitó recientemente la frontera
colombo-venezolana, donde pudo constatar que en solo 4 meses la comida que
provee la Iglesia Católica en Cúcuta se ha quintuplicado de 2.000 porciones
diarias hasta 10.000. “Es fundamental crear un corredor humanitario, decretar
la crisis de refugiados y formalizar un fondo de cooperación multilateral para
proveer alimentación, salud, educación, hogar y capacitación”, expresó
Smolansky, quien agradeció los esfuerzos y aportes que se han hecho, pero que,
según su criterio siguen siendo insuficientes ante la dimensión de la crisis.
El
alcalde en exilio hizo un llamado a las autoridades locales y regionales para que
ayuden con campañas educativas y condenen algunos focos de xenofobia que se han
generado en algunas regiones de Brasil.