Prensa.
Fedecamaras Radio.
Desde
el pasado 17 de agosto, una fecha en la que Venezuela fue inmersa en cambios
drásticos e incidencias a nivel general con las medidas económicas anunciadas
por Ejecutivo Nacional, en la que prometía un déficit fiscal disminuido a 0, un
salario mínimo de 1800 Bs.S anclado a la criptomoneda Petro, una libre
convertibilidad de divisas y un cambio de discurso “más amplio”, ha causado
ciertas consecuencias a un mes de ser comunicadas.
A
propósito de esto, el economista, profesor del IESA, y director de ODHGC,
Richard Obuchi, estuvo conversando con la periodista María Isabel Párraga en el
programa “Marca País” al respecto, donde reafirmó que, “tenemos un gravísimo
problema de hiperinflación, y a un mes de las medidas, en vez de haber
disminuido, ha aumentado, que se ha traducido en una pérdida del poder
adquisitivo“, ante el panorama de empresas que cerradas, con liquidación de
empleados y hasta los pagos fraccionados, por parte de la administración
pública.
Coincidió
con la opinión del gremio económico, abordando que mientras haya inflación, y
no haya reformas profundas en las políticas públicas al realizar “medidas”
desordenadas, generan automáticamente la incertidumbre. “Pareciera que algunos
de los enunciados que se le pusieron a estas medidas, parecían recomendaciones
de analistas, con la meta de un déficit fiscal 0, pero al mes, no hay nada que
avale que vaya a estar de esa manera”, aseveró el economista.
Agregó
que el déficit fiscal va en subida, debido a la creación de más dinero para
costear los salarios mínimos y con el otorgamiento de bonos compensatorios. El
director de ODHCG, argumentó que, “uno no puede crear riquezas de la nada y que
eso no tenga consecuencias en el país, porque hay un montón de bolívares
persiguiéndonos”.
Obuchi
explicó que relacionado al convenio de “libre convertibilidad”, más allá del
discurso al respecto, el gobierno no abandona este sistema de control y genera
una “distorsión enorme” de cómo funciona este régimen cambiario. Sostuvo de
igual manera que los controles de precios internos, se vienen arrastrando desde
el año 2012 y “han agravado la inflación y escasez, porque no funciona el
sistema”.