El director del
Programa para la Región Andina, Norteamérica y el Caribe del Centro por la
Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), Francisco Quintana, aseguró que
actualmente tres millones de venezolanos han huido de su país, a diferencia de
los 2,3 millones que estima Naciones Unidas
Prensa. Infobae.
El
éxodo de venezolanos al resto de países de América puede llegar a los cuatro
millones de personas a fines de este año, advirtió en Lima el director del
Programa para la Región Andina, Norteamérica y el Caribe del Centro por la
Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), Francisco Quintana.
El
abogado aseguró en una entrevista con EFE que las estimaciones que maneja su
institución, en función a los datos recogidos por más de sesenta organizaciones
de la sociedad civil, indican que actualmente 3 millones de venezolanos han
huido de su país, a diferencia de los 2,3 millones que estima Naciones Unidas.
"En
el último año salieron de Venezuela 1,5 millones de personas. Esto no tiene
precedentes en cualquier parte del mundo. En Siria salieron seis millones de
personas en un período de cuatro o cinco años. En Myanmar, un millón de
rohingyas abandonaron el país, pero en casi diez años", advirtió.
Las
cifras estimadas por el Cejil junto a otras organizaciones como el Servicio
Jesuita a Refugiados señalan que actualmente hay dos millones de venezolanos en
Colombia, medio millón en Perú, otro medio millón en Ecuador, 120.000 en
Argentina y unos 30.000 en República Dominicana.
Según
cifras oficiales ofrecidas hace una semana en la sede de la Comunidad Andina,
las autoridades de Colombia señalaron que actualmente reciben a casi un millón
de venezolanos, Perú a más de 430.000 y Ecuador a unos 200.000.
"No
sé por qué Brasil sigue manejando cifras de 70.000 personas que no se han
movido en tres meses. Es raro", indicó Quintana, quien participa en Lima
en la "Conferencia Internacional sobre Trata de personas y otras formas de
esclavitud en Latinoamérica", organizada por el Instituto de Democracia y
Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Idehpucp).
"Estamos
hablando de que el 12 % de la población de Venezuela podría estar fuera del
país este año. Con las medidas que ha tomado el presidente Nicolás Maduro,
creemos que el flujo de emigrantes va a seguir con el ritmo que hemos visto
hasta ahora", agregó.
En
ese sentido, el Cejil celebrará el 18 y 19 de septiembre en Washington una
reunión de la sociedad civil para establecer un plan de acción para los
Estados, los organismos internacionales, el sector privado y académico e
incluso las familias, "desde donde se debe erradicar el problema de la
xenofobia".
Quintana
conminó a los Estados y organismos internacionales a reconocer que comenzaron a
actuar de una manera tardía. "Desde la sociedad civil hacemos un llamado
para una coordinación regional que atienda este fenómeno. No podemos esperar a
que los organismos y Estados se pongan de acuerdo. Esto es urgente. Hay gente
muriendo, gente con hambre. Hay necesidad de ayuda humanitaria y queremos dar
respuestas", explicó.
En
ese sentido, Quintana propuso mejorar los canales de cooperación económicos a
aquellos países que concentren más inmigrantes venezolanos y "reconocer la
protección internacional que estas personas merecen".
"Ahí
está uno de los mayores retos. Perú, Argentina, Chile y Colombia no quieren
reconocer la condición de refugiados. La Declaración de Cartagena permitiría
reconocer que estas personas tienen una serie de derechos establecidos a nivel
internacional, y ACNUR podría trabajar de una manera amplia", argumentó
Quintana.
"Si
hubiera una voluntad política de todos los Gobiernos de activar esa protección
internacional, eso vendría acompañado de un catálogo de garantías que
redundaría en una serie de puentes aéreos para mover a las personas a
diferentes países y que no sean uno o dos Estados los que asuman toda la
responsabilidad", apuntó.
Sobre
el cierre de fronteras de algunos países como Perú para los venezolanos que no
tienen pasaporte, el especialista del Cejil consideró que este tipo de medidas
deberían ser "erradicadas" porque fomenta la inmigración irregular y
deja a las personas en una situación de "vulnerabilidad extrema".
Alertó
que esa condición puede llevarlas a un reclutamiento forzado para las
guerrillas o ser captadas por organizaciones criminales de trata de personas
para explotación laboral o sexual.
Quintana
reiteró que las Américas debe aprovechar la oportunidad que la migración
venezolana ofrece para posicionar a la región como líder en protección de
refugiados y convertirse en un ejemplo de buenas prácticas para Europa,
"donde actualmente vemos restricciones brutales para las personas que
cruzan el Mediterráneo".
(Con
información de EFE)