Ambos
candidatos, que disputarán la segunda vuelta electoral del domingo, quemaron
sus últimos cartuchos en la televisión, uno de los principales medios para la
propaganda política en el país, y lo hicieron con el mismo tono encendido que
ha dominado sus campañas
Prensa. Diario
Las Américas.
El
ultraderechista Jair Bolsonaro, favorito para las elecciones del domingo en
Brasil, se valió de la prisión de Luiz Inácio Lula da Silva para agredir al
progresista Fernando Haddad, quien volvió a alertar sobre el "odio"
que encarna su adversario. Ambos
candidatos, que disputarán la segunda vuelta electoral del domingo, quemaron
sus últimos cartuchos en la televisión, uno de los principales medios para la
propaganda política en el país, y lo hicieron con el mismo tono encendido que
ha dominado sus campañas.
Bolsonaro atacó
por el flanco de la corrupción, uno de los más incómodos para el Partido de los
Trabajadores (PT), cuyo principal referente es el exmandatario Lula, en la cárcel
desde abril pasado y quien fue sustituido como candidato presidencial por
Haddad. "La
corrupción es una plaga que saca la comida de la mesa, que saca a los niños de
la escuela" e impide el desarrollo de un país, afirmó un locutor en el
espacio deBolsonaro, en el cual se reiteró que Haddad "fue a la cárcel a
pedir la bendición de Lula" para ser candidato.
El líder de la
ultraderecha y capitán de la reserva del Ejército volvió a ofrecerse como un
político "limpio" ante la Justicia y como un candidato "antisistema",
pese a que desde hace casi tres décadas ocupa un escaño en la Cámara de
Diputados. "Soy una
amenaza para los corruptos", declaró Bolsanaro en su último espacio de
propaganda por televisión, en el que se presentaron videos con confesiones
sobre prácticas corruptas que algunos líderes del Partido de los Trabajadores
(PT) prestaron ante la Justicia.
En uno de ellos,
el exministro de Hacienda Antonio Palocci da detalles sobre escándalos que
salpicaron a Lula, a quienBolsonaro convirtió hoy en su principal blanco, al
punto de referirse a Haddad como "el fantoche del presidiario". El candidato
progresista, por su parte, insistió en que apoyar al candidato de la
ultraderecha supondrá favorecer "el odio y la violencia" en Brasil.
En su espacio,
la campaña del PT volvió a criticar la negativa de Bolsonaro a participar en
los cuatro debates previstos en televisión para las últimas tres semanas, que
justificó en que aún se recupera de la cuchillada que sufrió durante un mitin
en septiembre pasado. "Bolsonaro
huyó del debate y se esconde para esconder del país sus declaraciones
desequilibradas", dijo un locutor, tras lo cual fueron exhibidos vídeos
con polémicas afirmaciones del candidato de la ultraderecha, todas de carácter
machista, racista u homofóbico.
También fueron
proyectados videos en los que Bolsonaro se dice favorable a la tortura y
defiende la dictadura que gobernó el país entre 1964 y 1985, y otros, de los
últimos meses, en los que promete "fusilar" a los seguidores del PT o
"barrerlos de la Patria". En un tono más
conciliador, Haddadse dirigió a los electores, a aquellos que "están
angustiados, se despiertan temprano todos los días y van a la lucha por un
mundo mejor", para exhortarles a "que no pierdan el coraje ni la
fe".
Haddad dijo que los
brasileños desean "un gobierno que no acabe con los derechos, que ponga
comida en la mesa, genere empleos y le de paz y seguridad al país". Sin embargo, el
mensaje del candidato del PT no ha calado hasta ahora, a tenor de lo que dicen
todas las encuestas de opinión, las cuales apuntan a un claro triunfo
deBolsonaro este domingo.
Según el último
sondeo, difundido la víspera por la firma Datafolha,Haddad ha recortado la
diferencia con Bolsonaro, pero aún así el capitán de la reserva del Ejército
ganaría el domingo con un 56 % de los votos, frente al 44 % que obtendría su
adversario. Apoyado en ese
claro favoritismo que le atribuyen las encuestas, el líder de la ultraderecha
aseguró hoy que "existe una posibilidad concreta y real de ganar las
elecciones", por lo que instó a sus seguidores a mantener la
"unidad" y la confianza
FUENTE: EFE