Es
fundamental la toma de conciencia y
realizarse los exámenes a tiempo para prevenir el cáncer de próstata en
estadios avanzados. Mientras se detecte en forma precoz hay más oportunidades
de ganarle la batalla y lograr una sobrevida de calidad.
Prensa.
Sol Comunicaciones / Héctor Correa
Cuando los hombres pisan los 50 años precisan
comenzar a cuidar su próstata. Hay cierta resistencia para hacerse los exámenes
requeridos, pero cada vez ésta disminuye en razón del conocimiento de que el
cáncer de próstata cada día se diagnostica más frecuentemente. Es la primera
patología en los hombres venezolanos, según los estudios del Ministerio de
Salud, de la Sociedad Anticancerosa y de la Universidad Simón Bolívar.
¿Cómo prevenirla?
Si un hombre lleva una vida sana, buena
alimentación, ejercicios, controla su estrés podría disminuir la probabilidad
de adquirir la enfermedad y, en caso de presentarla, aumenta su posibilidad de
sobrevida. Acudir anualmente al urólogo permite el despistaje y el diagnostico
precoz que con las diferentes terapéuticas conllevaría a la curación.
La próstata es una glándula que se encuentra debajo
de la vejiga de los hombres y es la productora del líquido para el semen. El
riesgo de cáncer de próstata aumenta con la edad, especialmente, después de los
50 años. Más del 80 por ciento de los casos se diagnostican en hombres de 65
años o más, sostiene el Dr. Juan Carlos Martínez.
Para la Dra. Luisa Suárez el factor de riesgo más
importante es el genético. La probabilidad de una persona que ha tenido
familiares de primer grado con esta patología es cinco veces mayor a quien no
lo tiene. Adicionalmente, el constante estímulo hormonal en la próstata por la
testosterona.
Juan Carlos Martínez es médico cirujano, egresado de
la Universidad Central de Venezuela, UCV con postgrado de Cirugía General en el
Hospital Miguel Pérez Carreño y de Urología en el mismo hospital. Luisa Suárez es médico cirujano de la
Universidad de Oriente y tiene un postgrado de la UCV en Radioterapia y
Medicina Nuclear. Ambos son especialistas del Centro Diagnostico Docente, CDD
Las Mercedes, dirigido por Wilson Mourad, quien se ha enfocado en la obtención
de nuevas tecnologías para liderar en Venezuela y América Latina.
Ambos profesionales coinciden en los métodos de
detección: la exploración física con un tacto rectal y el test del antígeno
prostático, PSA, un examen que complementa el diagnóstico de la enfermedad. Más
recientemente, la resonancia magnética prostática multiparamétrica, un método
con mayor sensibilidad y especificidad para la detección del cáncer precoz del
cáncer prostático.
La urología y la radioterapia van de la mano en el
cáncer de próstata. Según Suárez, ambos deben informar al paciente sobre las
opciones de tratamiento, según su estadio (extensión tumoral), velar por su cumplimiento, de acuerdo a los
estándares y protocolos internacionales y evaluar su control post-tratamiento
en forma conjunta.
¿Cuál es el tratamiento más adecuado?
Una vez diagnosticado, hay varias opciones de
tratamiento, según los especialistas: En el cáncer localizado o de riesgo bajo,
se puede optar por una prostatectomía radical;
radioterapia en sus diferentes
formas o implantes de semillas radioactivas. Los tres, tienen el mismo porcentaje
de curación o control local de la enfermedad. Hay que informar bien al paciente
de lo positivo o negativo de cada método y lo disponible en el país.
Por su parte, el Dr. Juan Carlos Martínez coincide
en el criterio de que la cirugía radical es el estándar en el tratamiento de la
enfermedad localizada. “Su principal ventaja, -dice-, en cualquiera de las
técnicas que se lleve a cabo es el adecuado control oncológico con el paso de
los años. La gran desventaja es que un pequeño porcentaje de pacientes pueden
presentar incontinencia urinaria y/o impotencia sexual”.
En el cáncer avanzado, -indica Luisa Suárez-, se
recomienda tratamiento de radioterapia en conjunto con bloqueadores hormonales.
No se aconseja la técnica quirúrgica debido a las altas fallas de recaída local
y la utilización de métodos adyuvantes adicionales. En los pacientes
metastásicos se utiliza radioterapia para paliar los síntomas de dolor,
obstrucción y sangrado, entre otros”.
Juan Carlos Martínez considera que en lo que
denominan “Enfermedad localmente avanzada”; es decir, que sobrepasa los límites
de la capsula prostática y no hay enfermedad a distancia, se recomienda la
radioterapia. “Estudios demuestran que tiene un buen resultado oncológico en el
control de la enfermedad. Su gran desventaja, -advierte- son los efectos de la
radiación en los tejidos adyacentes a la próstata, aunque ello ocurre en un
pequeño porcentaje de pacientes”.
Agrega la Dra. Suarez, que la radioterapia está
indicada en el cáncer de próstata en cualquiera de sus estadios como
tratamiento radical, por cuanto su efectividad se compara con la
prostatectomía, ya sea como tratamiento único o combinado con bloqueo hormonal,
según el estadio o extensión del cáncer prostático.
Sostiene que el tratamiento con radioterapia no es
invasivo y en el CDD se aplica con las técnicas más modernas. Entre ellas, la
utilización de la tomografía para la planificación, el empleo de la intensidad
modulada y la fusión de imágenes tomográficas en vivo, que permiten reducir los
síntomas de rectitis (Inflamación del recto) y disuria (Dificultad o dolor en
la evacuación de la orina) que se presentan durante y después del tratamiento.
El periodo de asistencia al centro de salud es entre 6 y 8 semanas para
concluir la radioterapia.
Según Suárez podría haber alguna divergencia entre
el urólogo y el radioterapeuta en algunos puntos como por ejemplo, la
indicación de la radioterapia post prostatectomía radical y la falla
bioquímica. “El radioterapeuta ofrece al urólogo una opción de tratamiento que
no sea quirúrgico con las mismas probabilidades de curación o control local.
Adicionalmente, -agrega-, se radiaría
como tratamiento de rescate en caso de fallas bioquímicas por elevación del
antígeno prostático post prostatectomía o post operatoria en caso de los casos
localmente avanzados”.
Varias disciplinas se unen a favor del paciente
Ambos especialistas, urólogo y radioterapeuta
coinciden en la necesidad de estar en íntima comunicación y ofrecer al paciente
las diferentes herramientas terapéuticas e individualizar el tratamiento. Estos
profesionales se apoyan también en el médico radiólogo en virtud de que
“actualmente se está utilizando la resonancia magnética multiparamétrica de
próstata, en algunas instituciones, como
un estudio diagnostico complementario por cuanto permite localizar focos de
alta sospecha y guiar de manera óptima el área donde debemos enfocarnos al
realizar la biopsia. En el CDD los radiólogos tienen gran experiencia en este
campo”, sostuvo el Dr. Juan Carlos Martínez.
Vale destacar que la cooperación del radiólogo es
muy significativa, según Martinez, por cuanto las imágenes médicas facilitan
los diagnósticos y la estadificación de la enfermedad. “Y entre todos, logramos
diagnósticos más exactos”.
Sin duda alguna que los tratamientos cada día son
más efectivos. La sobrevida de un paciente que ha sido tratado de cáncer
prostático se estima según el riesgo del paciente en bajo, intermedio y alto
riesgo. “La sobrevida libre de la enfermedad y sobrevida global es de 95, 70 y
45 por ciento respectivamente”, concluye la Dra. Luisa Suárez.