Prensa.
Fedecamaras Radio.
En lo que va de 2018, el gobierno nacional ha
realizado 5 aumentos al salario mínimo, uno en enero, otro en marzo, mayo,
junio y luego el aumento del 17 de agosto, el cual en los dos meses y medio que
lleva en vigencia, ha perdido 95 % de su
valor adquisitivo, como consecuencia de la hiperinlfación
En este sentido, la economista Sary Levy, aseveró
que no servía para absolutamente nada un aumento del salario “si el entorno
macroeconómico es pésimo, y la hiperinflación se come a una velocidad
exorbitante dicho incremento”, es decir, que los ciudadanos venezolanos están
ganando mucho menos dinero
hoy en día, que cuando inició este trimestre.
Asimismo, las predicciones que se tienen de cara al
resto del año y al 2019 son muy negativas, debido a que en todo este tiempo el
Gobierno no ha entendido su verdadero objetivo dentro de la economía del país,
“este debe ser el lograr condiciones macroeconómicas estables, para que luego
frenen la hiperinflación y por ende los aumentos salariales vendrían por el
incremento de la producción y la productividad”, explicó Levy en el programa
Portales, con el equipo de Actualidad Laboral
“Lo único que genera el Gobierno con estos aumentos
desmedidos es echarle más leña al fuego, aumentar más la inflación y a su vez,
fomentar el cierre de empresas en el país”, añadió la también profesora de la
UCV, quien agregó además que en los últimos dos meses en el país han cerrado,
de las más de 3000 empresas que existían, un total de 700 comercios, lo cual
representa un 22 % de las mismas, “un nuevo aumento salarial lo único que
traería es el cierre de más comercios y empresas”.
Por otra parte, ya nos encontramos en el último mes
en el que el ejecutivo se comprometió con el pago de sueldos y salarios de los
trabajadores de distintas empresas privadas, lo que para la economista es una
“distorsión clara en los roles que debe tener el gobierno”, puesto que ellos no
están en la posición de pagar salarios de trabajadores, sino más bien de crear
políticas macroeconómicas, monetarias, fiscales y sectoriales que encaminen a
Venezuela para salir de la crisis.
De tal manera que, de haber un cambio de direccionamiento
económico, Venezuela podría recuperarse, no de manera inmediata, pero si mucho
más rápido de lo que se imaginan las personas, todo debido al potencial que
tienen tanto las empresas como los ciudadanos de solventar la dura crisis que
hay.