Prensa.
Efecto Cocuyo.
Un panel de expertos periodistas venezolanos
analizaron desde diferentes perspectivas el ejercicio periodístico y los retos
que imponen esta profesión en la
Venezuela de hoy, signada por una profunda crisis que involucra la libertad de
expresión.
En el marco del II Foro de Periodismo en
Transición, celebrado este 27 de
noviembre, el periodista y también locutor de radio Alonso Moleiro manifestó
que esta dictadura se disfraza de democracia. Explicó que el diseño represivo
que implementó el Gobierno está basado en el modelo ruso. Un modelo que concede
la libertad de expresión “a medias”, en el que se implanta un límite muy
estrecho, una censura que hostiga a los medios y a los periodistas.
Moleiro destacó que en una “situación extralegal”,
en la que los medios masivos están prácticamente anulados, el poder puede
resumirse en la fuerza. Comentó sobre el
control del “cuarto poder“: de las comunicaciones, los medios referenciales y,
en consecuencia, del ánimo de la gente.
Según Moleiro, es una práctica de vital importancia
para los regímenes autoritarios, pues todos estos modelos procuran moldear una
realidad aparte. Procuran crear un espejismo conocido como la “posverdad“.
En el foro, denominado “Los medios digitales de
Venezuela, en el filo de la incertidumbre”, contó con la presentación del libro
“El periodismo en Venezuela. Los años duros”, de Andrés Cañizales, director de
Medianálisis.
Cañizales se encargó de presentar el compendio y
brindar unas primeras palabras en el evento. Luego, introdujo a la directora
editorial de Efecto Cocuyo, Laura Weffer, quien mediante un video mostró los
desafíos que requiere el emprendimiento en Venezuela, sobre todo en el ámbito
comunicacional.
“En medio de la oscuridad, logramos decir aquí
estamos y seguimos produciendo información confiable. Esta situación en
Venezuela abre oportunidades que antes no podíamos tener, es un desafío”,
resumió Weffer, cofundadora de este medio digital venezolano.
El foro contó con la participación de dos grupos de
periodistas, que se encargaron de moderar: Patricia Marcano, de Armando.info y
Héctor Torres, de La Vida de Nos. Tomás Straka, historiador, tomó la palabra en
la transición de un panel a otro.
Medios digitales y su poco alcance
Entre los ponentes estuvo Omar Lugo, director de El
Estímulo. Profundizó en el concepto del “cuarto poder” y dijo que no existe hoy
en Venezuela, pues la prensa y los medios ya no tienen la influencia que en
algún momento pudieron tener en la agenda política.
Las plataformas digitales, agregó, no rompen con la
homogeneidad de la información que controla el Gobierno. No son capaces de
cambiar la opinión pública por su escaso alcance. “Solo influyen en los
sectores A y B del alto gobierno, del sector empresarial y del sector
académico. No en las masas”.
Para Lugo, no es la naturaleza de los medios
digitales el problema, sino la situación económica y social en Venezuela. La
falta de acceso a teléfonos inteligentes por sus altos precios y su posterior
manutención, la crisis eléctrica y la violencia criminal, son aspectos que
reducen la circulación de información, indicó.
Luego, añadió, basándose en la ponencia de
Mariengracia Chirinos (Ipys), que el tipo de internet en el país es otro
obstáculo a sobrepasar. Desde el año 2009, explicaba Chirinos en su
intervención , la red virtual no ha sido prioridad para el gobierno, algo que
la periodista considera lógico y congruente por ser un régimen autoritario.
Carlos Correa, director de Espacio Público,
argumentó que, a pesar de la lucha contra la censura por parte de medios y
periodistas, la repercusión y las secuelas de la información es mínima, porque
en Venezuela no hay institucionalidad que accione ante las denuncias de los
medios.
Correa cree que los medios digitales deben
evaluarse. Que hoy en día existe una necesidad de “reconfigurar” el estilo para
sortear la censura y ganar más atención y fidelidad. “Hay que relacionarse con
las audiencias, no solo producir información. No podemos tratar a la gente como
audiencia únicamente”.
¿Existe solución a la censura?
Los ponentes dejaron claro que el periodismo lidia
con un problema: la censura, que tiene
dos aristas; una es cómo esquivarla y la otra cómo proporcionar información a
todos los sectores de la sociedad.
Valentina Oropeza, de Prodavinci, destacó la
importancia de la validación de expertos en materias que el periodista no
maneja y el conocimiento que éste debe tener de los marcos legales. Ésta, según
Oropeza, es una forma de esquivar la censura, ya que es un respaldo sólido y
considerable.
César Batiz, de El Pitazo, y Carmen Riera, de
RunRunes, describieron la censura que han sufrido en sus respectivos medios, y
la calificaron como un nuevo tipo de censura. Uno “sofisticado”. Recalcaron la
importancia de hacer alianzas con otros medios y del trabajo con los
ciudadanos. Batiz señaló que, los medios deben innovar, buscar ayuda y otras
formas de difundir sus noticias, como “la radio y los volantes”, para llegar a
esa parte de la población que no tiene acceso fácil a teléfonos inteligentes o
internet.
Clavel Rangel, de Soy
Arepita, explicó el proceso de difusión de información que emplea su equipo de
trabajo. Para evitar censura, y garantizarse el flujo de sus noticias, Soy
Arepita envía un boletín todas las mañanas a sus subscriptores. Para lograr la rentabilidad,
manifestó, la colaboración y las donaciones son esenciales, puesto que los
usuarios apuestan y necesitan información veraz