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Voanoticias.
Un juez federal estadounidense amonestó al defensor
del narcotraficante mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán, tras el alegato inicial
en el que acusó a dos presidentes mexicanos de aceptar sobornos. Los fiscales en el juicio solicitaron al juez Brian
Cogan que desestimara el alegato de la defensa en el juicio a Guzmán por estar
“imbuido de argumentos indebidos, defensas afirmativas inadvertidas y
habladurías inadmisibles”.
El juez Cogan se abstuvo de desestimar el alegato,
pero amonestó al abogado Jeffrey Lichtman por haberse “apartado de pruebas
directas o indiciarias”. Dijo que dará instrucciones al jurado para que se
concentre en las pruebas. “Su alegato inicial emitió un pagaré que su caso no
va a cobrar”, dijo el juez y calificó el argumento de engañoso.
El martes, Lichtman dijo al jurado que los fiscales
estadounidenses soñaban desde “hace décadas” con condenar a Guzmán y añadió que
“el mundo se enfoca en esta figura mítica de 'el Chapo'”. Lichtman aseguró que su defendido no era el
verdadero líder de un cartel que enviaba toneladas de cocaína a Estados Unidos.
Trató de echar la culpa a Ismael “El Mayo” Zambada, otro notorio jerarca del
cartel de Sinaloa.
Zambada está prófugo en México, agregó Lichtman,
gracias a sobornos que “llegan hasta lo más alto”, con cientos de millones de
dólares pagados al presidente actual de México y algunos de sus predecesores. “Este caso les obligará a descartar muchas de las
cosas que les enseñaron acerca de cómo funcionan los gobiernos y cómo se
comportan, los gobiernos en América del Sur y Central y México e Incluso
Estados Unidos”, dijo Lichtman.
Un vocero del presidente mexicano Enrique Peña Nieto
calificó las denuncias de “completamente falsas y difamatorias”. El
expresidente Felipe Calderón dijo que eran “absolutamente falsas y temerarias”. Guzmán, que se encuentra en encierro solitario desde
su extradición a Estados Unidos a principios del año pasado, se declaró
inocente de amasar una fortuna enorme mediante el contrabando de toneladas de
cocaína y otras drogas en una enorme cadena de suministro que llegaba hasta muy
al norte de Estados Unidos.
Guzmán era una figura mítica en México, ha sido
comparado con Al Capone y Robin Hood, y es festejado en baladas conocidas como
narcocorridos. Es de baja estatura y su apodo significa corto de estatura. Lichtman reanudó su alegato el miércoles diciendo
que “el mito de El Chapo” es “muy fuerte”. Dijo que los policías que lo
arrestaron le pidieron su autógrafo en billetes de 100 dólares.
”El señor Guzmán disfrutaba de la publicidad”, dijo
Lichtman, “disfrutaba de la notoriedad”. El abogado defensor dijo que los
testigos de cargo eran mentirosos que buscaban reducir sus propias condenas.
“Son gente que ha mentido a diario”, dijo. “Están aquí porque quieren salir de
la cárcel como sea”. Los fiscales mostraron el video de un túnel que va
de México a un depósito en Arizona, presuntamente utilizado por Guzmán para
acelerar las entregas de droga. El depósito estaba apenas a dos cuadras de una
oficina de la Aduana estadounidense.
El túnel tenía unos 50 metros de longitud y era
suficientemente grande como para que una persona de 1,70 de estatura pudiera
recorrerlo casi sin inclinar la cabeza. Estaba equipado con luz eléctrica y un
elevador hidráulico de un piso disimulado por una mesa de billar.
El primer testigo, el agente de aduanas retirado
Carlos Salazar, dijo que la complejidad del túnel sorprendió a los agentes.
Usaron herramientas pesadas para atravesar el hormigón, y solo después se
dieron cuenta que podían abrirlo del lado mexicano con solo girar una llave de
agua. “No sabíamos que había un sistema hidráulico”, dijo. “No sabíamos que se
elevaba el piso”.