Prensa.
Vente Venezuela Carabobo.
La coordinadora de Vente Venezuela en Valencia,
María Teresa Morín, acusó a los concejales de la ciudad, tanto de gobierno como
de oposición, de mantener un silencio cómplice frente a los desmanes que comete
el alcalde Alejandro Marvez junto al gobernador Rafael Lacava, quienes se han
dedicado a plagar la ciudad de murciélagos, cambiar nombres de plazas y
permitir el vandalismo por la falta de seguridad, destruyendo toda la obra y el
legado del ex alcalde Francisco "Paco" Cabrera.
“Ni el estado Carabobo ni la ciudad de Valencia son
de ellos para que estén cambiándole los nombres a plazas como la Cristóbal
Mendoza que ahora pretenden llamar ‘Plaza Drácula’, ni tampoco para que estén
llenando todos los espacios y bienes del Estado con vampiros que además
representan los antivalores religiosos de los carabobeños”, denunció.
La dirigente recordó que la Plaza Cristóbal Mendoza
de El Viñedo es Premio Nacional de Arquitectura por lo que llamó al Colegio
Nacional de Arquitectos e Ingenieros de Venezuela a pronunciarse frente a todo
este atropello que se comete en este espacio sin ningún tipo de planificación o
consulta.
"Es clara la intención de Lacava y Marvez de
pretender sacarle dinero a esta plaza alquilando sus espacios para tarantines
de comida, que seguramente también serán cobrados en dólares como lo hicieron
en la Expo Valencia, sin importar que las modificaciones hechas allí causan un
daño patrimonial al irrespetar el concepto que la hizo merecedora del Premio
Nacional y dejando en riesgo valiosas obras como la Cromovela del maestro
Carlos Cruz-Diez", insistió.
La dirigente del partido de la libertad, sostuvo que
esta obsesión infantil de Lacava y Marvez de alabar al “príncipe de las
tinieblas” haciendo uso de los bienes del Estado, contrasta con la devoción por
la Virgen del Socorro “y me parece tremenda hipocresía que en medio de esta
lucha del bien contra el mal, ellos que representan el mal ahora vengan a
apoyar a la Patrona de Valencia como si nada”.
Enfatizó que el Concejo Municipal ha mantenido un
silencio cómplice frente a todos estos desmanes en las plazas, “permitiendo
además todo el vandalismo que hemos visto por ejemplo en la Alonso Díaz Moreno
y en la Plaza del Periodista, por mencionar solo dos de los lugares donde los
bustos han sido destruidos y robados”.
“La Cámara Municipal parece haber perdido el habla,
salvo alguna que otra excepción” insistió Morín quien señaló a los ediles de
permitir toda esta destrucción en la ciudad.
En este sentido, destacó que tampoco ha habido
pronunciamiento firme sobre lo ocurrido con la tumba y los restos del Padre
José María Rivolta "que ya con los días ha ido quedando en el olvido
porque no tenemos concejales que realmente defiendan a los ciudadanos y hagan
frente a un régimen oscuro y destructor".
Insistió en que “ya nos tienen pisoteados, nos han
manipulado con hambre, inseguridad y un sinfín de problemas, pero además de
todas las penurias que vivimos por culpa de este régimen hambreador, ahora
también nos están humillando, sustituyendo nuestros símbolos por un capricho
que no es más que una conducta infantil de estar poniendo murciélagos en todos
lados, lo que además le resta seriedad a un gobierno”.
Destacó que “los que fuimos parte del gobierno de
Francisco “Paco” Cabrera, vemos con profunda tristeza cómo pasan por encima de
un trabajo que se hizo en una época gloriosa que brindó a la ciudad símbolos de
los cuales aferrarse y que hoy pretenden ensombrecer o destruir”.
De igual forma, María Teresa Morín lamentó que en la
entidad exista una clase media cómplice que guarda silencio frente a todas las
atrocidades que comete Rafael Lacava, al tiempo que denunció que “muchos se
quedan callados porque creen que el tipo es chévere o porque reciben pellejos y
saltan como hienas, sin entender todo el daño que le están haciendo a nuestro
estado”.
Sostuvo que es inaceptable que la gente pretenda
obviar temas tan graves como la escasez, inseguridad, oscuridad, embarazo
precoz, fallas en centros de salud, escasez de agua, falta de gas, entre otros
problemas, porque creen en el temperamento supuestamente agradable del
gobernador.
Ratificó que frente a todas estas arbitrariedades y
las violaciones de derechos humanos, que se cometen en Carabobo, “no habrá
Grupo de Boston que salve a Rafael Lacava de la responsabilidad que tiene que
asumir por estas actuaciones con las que han quedado en evidencia ante el país
y ante la comunidad internacional”.