Prensa.
El Nuevo Herald.
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, se
comprometió este sábado a “consolidar” en América Latina la “nueva línea”
política que “nació” en los comicios de octubre pasado y a sumar esfuerzos para
combatir al comunismo en la región.
El futuro presidente de Brasil se manifestó en ese
sentido en un mensaje dirigido a la llamada “Cumbre Conservadora de las
Américas”, organizada por uno de sus hijos, el diputado Eduardo Bolsonaro, que
congregó a representantes de una decena de países de la región.
Según Bolsonaro, líder de la derecha brasileña,
“todos” en América Latina “saben cuáles son las consecuencias de la izquierda”,
sobre las que añadió que “el ejemplo más claro es Cuba, y el país que más se
aproxima a esa realidad es Venezuela”.
En su mensaje, dirigido por teleconferencia desde su
cama, en su residencia particular de Río de Janeiro, donde se recupera de unas
heridas que sufrió durante la campaña electoral, Bolsonaro animó a los
conservadores de América Latina “a no desistir, a no perder la esperanza” y “a
mantener viva la llama de la libertad”.
También pidió “combatir juntos los objetivos del
Foro de Sao Paulo”, organización que reúne a partidos de izquierda de América
Latina, y a librar “una lucha amplia por la libertad, la democracia y el libre
comercio”. Conforme a lo dicho por el dirigente político, lo que estará “en
juego” a partir del 1 de enero, cuando asuma el poder, “no será el éxito o el
fracaso de un mandato, sino el éxito o el fracaso del propio Brasil”.
En ese marco, afirmó que está “obligado” a “tener
éxito” y que “con eso, la posibilidad de que Brasil acompañe a otros países” en
un proyecto similar será “muy grande”. En la conferencia, el diputado Eduardo
Bolsonaro llegó a ofrecer a Brasil como sede para un hipotético juicio a las
“dictaduras” de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
“Sería un motivo de gran satisfacción para Brasil
recibir a ese tribunal”, dijo el diputado, quien organizó el evento en la
ciudad brasileña de Foz de Iguaçu. La propuesta para ese hipotético juicio fue
planteada por el cubano Orlando Gutiérrez, un férreo opositor del Gobierno de
la isla radicado en Estados Unidos, quien afirmó que los pueblos de América
Latina deben “unirse para ponerle fin” a los “regímenes” de Cuba, Nicaragua y
Venezuela, que calificó de “dictaduras comunistas”.