La
doctora María Esperanza Velásquez, médico adjunto del Hospital “J.M de Los
Ríos” informó que a ese centro asistencial acuden a control regular cerca de
400 pacientes anuales y 3 a 5 nuevos por mes
Prensa.
Comstatrowland.
La diabetes es la enfermedad no transmisible más
frecuente en los niños y un problema de salud pública, debido al impacto
económico que constituye para los sistemas sanitarios, los pacientes y
familiares, dado el elevado costo de las insulinas y los insumos necesarios
para el tratamiento y control de esta condición.
Así lo afirmó la endocrinóloga María Esperanza
Velásquez, médico adjunto del Hospital “J.M de Los Ríos”, quien señaló que
“aunque las cifras parecieran sugerir que se trata de un problema menor
respecto a la prevalencia e incidencia en adultos, cada año crecen los casos
nuevos en niños y adolescentes a una tasa promedio de 3.9%”, en todo el mundo.
En Venezuela no existen cifras actualizadas al
respecto, por lo que se desconoce cuántos niños viven con esta enfermedad en el
país. Sin embargo, se calcula una incidencia de 0,1 por cada 100 mil menores de
14 años y una tasa promedio de 3% nuevos casos cada año, según los últimos
reportes de la Federación Internacional de Diabetes (IDF, por sus siglas en
inglés).
Velásquez señaló que “en la Unidad de Diabetes del
Hospital “J.M de Los Ríos” acuden a control regular cerca de 400 pacientes
anuales, con un promedio de 3 a 5 nuevos por mes”. La diabetes tipo 1 es la más
frecuente en esas edades y ocurre por la destrucción de las células beta del
páncreas que producen insulina, por lo cual, para su tratamiento se requiere de
la colocación de esa hormona varias veces al día.
“En años anteriores veníamos evidenciando la
presencia de diabetes tipo 2 en los niños que acudían a nuestras consultas,
asociada a la obesidad, pero en los últimos años vemos con menor frecuencia
niños obesos y este tipo trastorno metabólico (más común en adultos), que se
trata con antidiabéticos orales o insulina, según sea el caso”, indicó.
No obstante, señaló que “de continuar las tendencias
actuales, en 2020 el número de niños diabéticos se habrá duplicado respecto a
las cifras imperantes en 2005 en menores de 5 años, y la proporción de
crecimiento en menores de 15 años será del 70%. Esto quiere decir que cada año
se registrará un incremento de la enfermedad en el edades pediátricas, de
manera que la cifra rondará los 160 mil casos nuevos a fines de la presente
década”.
Complicaciones agudas
La endocrinóloga infantil resaltó que las
complicaciones agudas de la enfermedad, como la hipoglicemia (niveles bajos de
azúcar en la sangre) y la cetoacidosis (aumento de la glucosa), son causa
importante de morbimortalidad en este grupo de pacientes, “pero las crónicas,
consecuencia del mal control metabólico y que ocasionan daños en los riñones,
problemas cardiovasculares y neurológicos, constituyen un serio problema de
salud pública”.
Comentó que “para el año 2015 la IDF estimó que 5
millones de muertes eran atribuibles a esta causa más que al VIH/Sida, la
malaria y tuberculosis combinadas”. En 2011, la Organización de Naciones Unidas
(ONU) reconoció el alto impacto de las enfermedades no transmisibles (ENT) y la
necesidad de prevenir el incremento de la epidemia de diabetes.
Asimismo, en
2013 aprobó por unanimidad nueve objetivos para la prevención de las ENT a ser
alcanzados en 2025, entre los que se incluye el 0% de aumento de la prevalencia
de esta condición metabólica, cuya forma más frecuente de manifestación en
los niños es aguda.
Las señales más comunes frente a las que conveniente
realizar una consulta médica son: sed extrema, aumento del apetito, deseos de
orinar frecuentemente, enuresis nocturna (niños que ya controlaban sus
esfínteres y comienzan a mojar la cama) y pérdida de peso. Con el paso de los
días puede asociarse dificultad respiratoria progresiva, dolor abdominal,
náuseas y vómitos.
La doctora María Esperanza Velásquez, explicó que el
diagnóstico se basa en los síntomas ya mencionados asociados al hallazgo de
cifras de glicemia mayor a 126 mg/dl en cualquier momento del día. Con respecto
a los cuidados que deben tener estos pacientes, indicó que lo primero es el
cumplimiento de las instrucciones médicas, indispensable para el manejo de la
enfermedad y sus complicaciones.
“Los niños con diabetes no tienen contraindicaciones
para ninguna actividad deportiva o recreativa y pueden incorporarse a sus
labores cotidianas, con la supervisión de sus cuidadores, hasta cuando puedan
hacerlo por sí mismos en la medida en que crecen y maduran”, aseguró.