El libro de la
argentina Samanta Schweblin fue seleccionado por el prestigioso periódico
estadounidense entre las 10 publicaciones más destacadas del 2018. “38
estrellas”, de Josefina Licitra, recibió el mismo honor en la categoría No
Ficción. Todos los elegidos
Prensa. Infobae.
A
fines de los '90 del siglo pasado dos "mascotas" tecnológicas se
convirtieron en un fenómeno de ventas global: el Tamagotchi y el Furby. La
primera era una pantalla monocromática en forma de huevo a la que había que
darle ciertos cuidados, como alimentarla o bañarla, con el objetivo de que
llegue a una virtual adultez. La segunda, ya con una estética mucho más
desarrollada y parecida a los Mogwai, esos personajes de ficción que si comen
pasada la medianoche se convierten en Gremlins, poseían una inteligencia
artificial básica a los parámetros actuales, pero lo suficientemente avanzada
entonces como para que aprendan a comunicarse e incluso tener una personalidad
propia.
Si
a ambos se le suma la capacidad de interactuar como en una red social se
obtienen los Kentukis, nombre de la última novela de la argentina Samanta
Schweblin, que en palabras de la autora son "una mezcla entre una app y un
dispositivo nuevo que lo que permite es el acceso remoto de un ciudadano a la
vida privada de otro".
La
novela, publicada por Random House, fue seleccionada por el diario The New York
Times en su versión en español como uno de los diez mejores títulos de ficción
de 2018. Si bien este nuevo tipo de mascota con la apariencia de un peluche
-quizá en proceso de preproducción por alguna empresa asiática- puede parecer
la idea principal de la obra es en realidad un medio para retratar las
experiencia humanas, moderadas por la tecnología, o una excusa para revelar la
necesidad vouyer y, al a vez, de sentirse acompañados de las personas.
"El
peluche genera un poco esta relación entre amo y mascota que tienen los
kentukis. Es decir, creo que entre la tecnología y las mascotas hay algunas
cosas en común. Son dos bichos neutrales, no son ni buenos ni malos, son lo que
son, el problema es cómo nos reflejamos en ellos. El uso que hacemos de
ellos", explicó Schweblin a Infobae Cultura.
La
obra cuenta con diferentes personajes, de parejas a familias, ubicados en
variados rincones del planeta, pero que tienen a los kentukis como nexo, estos
bichitos de apariencia simpática, que pueden ser compañeros o acosadores
obsesivos según quién se encuentre detrás de él, porque los kentukis no son
autónomos, como los Furbys, o necesitan de la interés del dueño para
sobrevivir, como los Tamagotchi, sino que son controlados de manera remota por
algún otro humano, desconocido, que quizá ni siquiera habla el mismo idioma.
"Toda
esa monstruosidad que ponemos en lo tecnológico tiene más que ver con quién
está del otro lado de esa tecnología, digamos, con la parte humana de toda esa
tecnología. Y justamente es un libro que si bien habla de nuestras relaciones
con lo tecnológico no es un libro sobre tecnologías, de hecho no hay tecnología
en el texto, es un libro sobre las conexiones humanas. Sobre las relaciones de
personas con personas", comentó la autora de Distancia de rescate, que con
el título de Fever Dream llegó a ser uno de los títulos de la shortlist del
prestigioso Man Booker.
El
artículo del New York Times sostiene que "con ese juguete, Schweblin
encuentra el híbrido perfecto entre la mascota animal y la red social, para
diseccionar problemas que nos atañen a todos: la dimensión perversa de la red,
la epidemia global de soledad, la estúpida inercia que nos lleva a ser parte de
cualquier tendencia mayoritaria o la deslocalización de la existencia".
"Este
mundo está conformado por muchísimas culturas, algunas muy nuevas, algunas muy
antiguas, con distintas idiosincrasias. Somos iguales y somos muy distintos al
mismo tiempo. Pero si hay algo que me parece que une a todas esas culturas y a
todos esos mundos es el momento y la manera en la que nos relacionamos con la
tecnología. La tecnología empezó al mismo tiempo para todos, con las mismas
reglas, con los mismos emoticones, con los mismos modos, con los mismos límites
y faltas de límites. Es lo único en lo que todas las culturas tienen un mismo
lenguaje", finalizó la autora que reside en Alemania desde hace seis años.
Por
otro lado, el NYT también seleccionó 38 Estrellas: La mayor fuga de una cárcel
de mujeres de la historia (Seix Barral), de la argentina Josefina Licitra, en
su Top Ten de No ficción. La obra recrea el escape de 38 presas políticas
integrantes del Movimiento Tupamaros, quienes el 30 de julio de 1971 se dieron
a la fuga a través de las cloacas de la ciudad de Montevideo, Uruguay.
Para
escribir 38 Estrellas, Licitra llevó adelante una investigación a lo largo de
varios años y que le permitió no solo reconstruir la historia, sino también
generar una mirada sobre un momento histórico de la política latinoamericana y
el rol que tenían las mujeres entonces.
"Como
si el sistema de círculos se hubiera ido ampliando: primero fue la historia de
una fuga, que es algo que me interesa, después era una fuga de mujeres, y que
fueran mujeres políticas me interesaba más, y que entre ellas estuviera Lucía
Topolansky, que hoy es la vicepresidenta de Uruguay y que en el momento en que
empecé a investigar era primera senadora. Mi termómetro es absolutamente
autorreferencial, egoísta y sesgado: es mi propio interés. Pero confío bastante
en él", comentó Licitra en una entrevista con Infobae Cultura.
Además
de Kentukis, el NYT seleccionó otros 9 títulos publicados en 2018, entre
novedades, reediciones, nuevas traducciones: Trilogía de la guerra, de Agustín
Fernández Mallo; Prestigio de Rachel Cusk; Comedia, Dante Alighieri; Lo que más
me gusta son los monstruos de Emil Ferris; Ahora me rindo y eso es todo, de
Álvaro Enrigue; Lincoln en el bardo, de George Saunders; Pelea de gallos de
María Fernanda Ampuero; Fausto de Johann Wolfgang von Goethe, ilustrado por
Miquel Barceló, y El mal querer, de Rosalía
En
el listado de Non-Fiction se encuentran también: Mujeres y poder: un
manifiesto, de Mary Beard; Guerras del interior, de Joseph Zárate; El dolor de
los demás, de Miguel Ángel Hernández; Ordesa, de Manuel Vilas; Buscando Mercy
Street: el reencuentro con mi madre, de Linda Gray Sexton; La luna. Símbolo de
transformación, de Jules Cashford; 21 lecciones para el siglo XXI, de Yuval
Noah Harari; El vértigo horizontal. Una ciudad llamada México, de Juan Villoro,
y El asesino tímido, de Clara Usón.