Prensa.
Infobae.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos a PDVSA
significaron un duro golpe para el régimen de Nicolás Maduro. Y los efectos
empiezan a aparecer. Este martes, apenas un día después del anuncio del
Departamento del Tesoro norteamericano, la petrolera rusa Lukoil, una de las
más grandes del país, suspendió sus contratos con la compañía estatal
venezolana.
La información fue revelada por el periodista del
Wall Street Journal, Anatoly Kurmanaev, a través de su cuenta de Twitter. "Lukoil, uno de los principales
proveedores de productos petroleros de PDVSA, congeló su contrato con Venezuela
hoy", señaló el corresponsal del periódico norteamericano en Rusia.
El periodista agregó que, según comerciantes y un
funcionario de suministro de PDVSA, este martes al menos seis
"comerciantes petroleros rusos" suspendieron sus contratos con la
empresa venezolana.
"Esto amenaza con dejar a la compañía sin
gasolina y diluyente para mover su crudo", advirtió Kurmanaev. Asimismo, detalló que a PDVSA "le quedan
diez días de suministro de gasolina".
El periodista ruso reconoció que petroleras como
Lukoil pueden reanudar los suministros, pero para ello "necesitan
garantías contra sanciones y primas de precios".
Este contexto pone en aprietos al chavismo. Sumado a
la decisión de al menos seis comerciantes, el ministerio de Finanzas ruso
emitió un comunicado para exigir al régimen venezolano el pago de más de 100
millones de dólares.
"No se han introducido cambios en el acuerdo y,
en consecuencia, Venezuela debe cumplir con las obligaciones que ha asumido con
el acreedor", indica la declaración del ministerio.
Sergei Storchak, viceministro de Finanzas de Putin,
reconoció que es posible que Caracas tenga problemas para pagar su deuda, según
informó la agencia Reuters.
Rusia invirtió miles de millones de dólares en
Venezuela, principalmente a través de la petrolera semipública Rosneft,
dirigida por el influyente Igor Sechin, muy cercano a Putin, que visita Caracas
con frecuencia.
Rosneft participa en varios proyectos de exploración
y de producción de petróleo y gas en Venezuela junta a PDVSA.
Un duro golpe al chavismo
Las sanciones a PDVSA, además de representar un
problema para el sector energético venezolano, también podría traer serios
efectos políticos para el régimen de Maduro.
La medida aplicada por el gobierno de Donald Trump
se da en momento en que la producción de crudo de la estatal venezolana se
ubica en 1,3 millones de barriles diarios, la más baja en tres décadas.
Pese a las constantes tensiones entre Caracas y
Washington, desde la llegada del chavismo al poder hace 20 años, Estados Unidos
sigue siendo el mayor cliente del petróleo venezolano.