Prensa.
Infobae.
El
banco ruso Gazprombank decidió congelar las cuentas de la petrolera estatal
venezolana PDVSA y suspendió las transacciones con esta firma para reducir el
riesgo de que la entidad financiera caiga bajo las sanciones estadounidenses.
Si
bien muchas empresas extranjeras han estado reduciendo su exposición a PDVSA
desde que se impusieron las sanciones, el hecho de que un prestamista
estrechamente alineado con el estado ruso siga esta línea es significativo, ya
que el Kremlin ha sido uno de los partidarios más fieles del presidente
venezolano, Nicolás Maduro.
"Las
cuentas de PDVSA están actualmente congeladas. Como entenderá, las operaciones
no se pueden llevar a cabo", dijo dijo el domingo a Reuters una fuente de
Gazprombank. La entidad no respondió a una solicitud de comentarios oficiales.
Este
mes, PDVSA solicitó a los clientes que depositaran las ganancias de las ventas
de petróleo en las cuentas de Gazprombank, de acuerdo con las fuentes y un
documento interno, en un movimiento que trataba de evitar las sanciones de EEUU
a PDVSA.
Washington
ha explicado que las sanciones, impuestas el 28 de enero, intentan bloquear el
acceso de Maduro a los ingresos petroleros del país, después de que el líder
opositor Juan Guaidó se proclamara presidente interino y recibiera un amplio
apoyo de los países occidentales.
Gazprombank
es el tercer mayor banco de Rusia por activos e incluye entre sus accionistas a
la compañía estatal de gas, la rusa Gazprom.
El
banco ha mantenido las cuentas de PDVSA durante varios años. En 2013, PDVSA
dijo que firmó un acuerdo con Gazprombank por 1.000 millones de dólares en
financiación para la compañía Petrozamora. La fuente dijo que las cuentas de
Petrozamora también estaban congeladas.
Los
funcionarios rusos han dicho que defienden a Maduro y han condenado las acciones
de oposición como una estratagema inspirada por los Estados Unidos para usurpar
el poder en Caracas.
Pero
las empresas rusas se encuentran en un dilema, atrapadas entre el deseo de
respaldar la línea del Kremlin y la espalda de Maduro, y el temor de que al
hacerlo puedan exponerse a sanciones secundarias de los Estados Unidos que
perjudicarían sus negocios.
(Con información de Reuters/Tatiana Voronova)