Prensa. UPP89
Acabar
con la división entre factores opositores.
El
coordinador del partido político UPP 89, Reinaldo Quijada, le hace llegar a
esta redacción un Pronunciamiento Público que lleva como título,
"Trabajemos la unidad entre factores opositores y aislemos al gobierno".
Hacen un llamado a la unidad de toda la oposición venezolana, tanto de
izquierda como de derecha para enfrentar, por vías democráticas y con la
presión popular, al gobierno del Presidente Maduro. En este sentido,
manifiestan su apoyo a las iniciativas encabezadas por el Presidente de la AN,
Juan Guaidó.
“La
oposición está excesivamente dividida, no sólo entre los diversos partidos,
sino incluso divisiones a lo interno de los partidos mismos. Desde la UPP 89 –
señala Quijada – estamos llamando a la unidad de todas las fuerzas opositoras,
más allá de las fuertes diferen cias políticas e ideológicas que ciertamente
tenemos”. “El país lo requiere, el pueblo demanda el cese de las divisiones
para enfrentar a un gobierno que hace uso y abuso desmedido del poder en
beneficio de una parcialidad política y en desmedro del bienestar colectivo”.
"Nuestra
decisión es eminentemente moral, no es ideológica, y está apegada a la realidad
del país. El fin moral y nuestra propia conciencia deben estar por encima de la
política y de cualquier consideración de carácter ideológico", señalan en
el documento.
A continuación, el texto completo del Pronunciamiento:
*Pronunciamiento público*
***Trabajemos
la unidad entre factores opositores
y
aislemos al gobierno***
26 de febrero de 2019
“Este
no es el fin, ni siquiera el principio del fin, pero puede ser, quizás, el fin
del principio”. Winston Churchill, 09 de noviembre de 1942
Es
la tarea prioritaria de la UPP89 en estos tiempos oscuros de la vida nacional…
La perseverancia, la constancia y la coherencia son indispensables… Nos
referimos a trabajar la UNIDAD entre todos los factores políticos y sociales
opositores, de izquierda, de centro izquierda, de centro derecha y de la
derecha. El país lo requiere, el pueblo venezolano lo demanda. Entendamos el
momento histórico que requiere de mucha humildad y desprendimiento. Y mucha
seriedad. Consideramos que el concierto financiado por el empresario inglés
Richard Branson en el puente Tienditas, del lado colombiano, al igual que su
réplica, organizado por el gobierno de Maduro, del lado venezolano, le restan
seriedad a la situación delicada que vive el país, con todas las implicaciones
contradictorias de llamados a la paz y actos de violencia que se sucedieron, y
que le dan argumentos válidos al gobierno. Tenemos la necesidad de señalarlo.
Nosotros asumimos esta lucha como una obligación moral con nuestro pueblo, más
allá de las diferencias políticas, incluso de las confrontaciones pasadas y las
heridas que pueda haber entre los diversos factores políticos y sociales. El
escenario político actual rebasa el campo ideológico. No es un enfrentamiento
entre socialismo y capitalismo. Ese no es el problema. Debemos acumular fuerzas
para enfrentar un gobierno que tiene un poder avasallante, que ha usurpado la
soberanía popular y que ha perdido todo sentido histórico, toda razón de ser y
toda dimensión ética. Un gobierno que, en sus actuaciones, niega su propio
origen y su propia esencia. Tenemos que reconocer que no es una tarea sencilla,
particularmente no lo es superar ciertas resistencias “conceptuales”; al menos
no lo es en el campo político de la izquierda al cual pertenecemos, ni a lo
interno de la propia UPP89 donde no todos nuestros núcleos regionales comparten
la misma posición política. Asumimos el riesgo de las incomprensiones e,
incluso, de las divisiones internas. Nuestra decisión es eminentemente moral,
no es ideológica. El fin moral y nuestra propia conciencia deben estar por
encima de la política y de cualquier consideración de carácter ideológico. Nos
referimos a los principios y los valores que están desde siempre y para
siempre, y a nuestras consideraciones sobre el destino del país y sobre el ser
humano.
En
este sentido, le manifestamos al país que luego de un proceso de consulta,
reflexión y discusión interna – a lo interno de la UPP 89 – hemos tomado la decisión de apoyar, de manera
contundente y firme, el clamor de las grandes mayorías del pueblo venezolano
que se viene expresando en las calles y el desarraigo de los más de 3 millones
de compatriotas que se encuentran en otras tierras y, de igual manera, apoyar,
a pesar de las diferencias políticas e ideológicas que ciertamente tenemos, las
acciones realizadas por la AN y por su presidente Juan Guaidó, con el fin y el
sentido de acrecentar la presión interna contra el gobierno, de propiciar su
derrota política y salida por vías democráticas y de evitar la guerra. E
igualmente, le informamos al país que hemos venido sosteniendo reuniones, con
dicho propósito de UNIDAD NACIONAL, con diferentes partidos políticos,
movimientos sociales e individualidades, excelentes reuniones de mucho
entendimiento y respeto, más allá de ubicarnos ideológicamente en polos
distintos. A la fecha hemos realizados reuniones con los partidos Vente
Venezuela, Avanzada Progresista, MAS, Primero Justicia, COPEI, Cambiemos y
Soluciones. Y diversos factores sociales y comunitarios.
No
se trata, en nuestro criterio, de conformar una coalición, ni un frente, ni una
alianza, lo cual sería muy complejo, se trata de “vernos las caras”, tener la
capacidad de sentarnos a dialogar, establecer estrategias conjuntas… y aislar
al gobierno en su sectarismo, autoritarismo y prepotencia. Y en su absoluto
desinterés en establecer un diálogo verdadero y sincero, diálogo que,
inútilmente en nuestra caso, estuvimos buscando insistentemente.
Vemos
varios puntos que nos unen, cuando menos los siguientes:
1. La salida necesaria del gobierno por vías
democráticas, como principal causa común.
2. La percepción de un país absolutamente
caotizado en sus servicios públicos, en sus hospitales, en la desnutrición, en
la deserción y la ausencia escolares, en su infraestructura pública y, en lo
que el mismo gobierno reconoce, en su falso afán de mostrarle un rostro
distinto al mundo, en la indolencia, la corrupción y el burocratismo
generalizados.
3. La crisis económica, institucional y ética
profunda que sólo es superable con un cambio político que requiere, a su vez,
un cambio de gobierno.
No
se trata de abandonar principios, ni pretender que los otros polos opositores
lo hagan. Ciertamente los diversos factores políticos y sociales tenemos
posiciones diferentes en cuanto al apoyo internacional y otros temas. Nosotros,
desde la UPP89, aunque ponemos el acento en un camino de resolución interna,
tenemos la capacidad de entender que varios factores de oposición se han visto
en la necesidad de buscar la solidaridad de la comunidad internacional ante la
violación sistemática de la CRBV y del estado de derecho, el abuso de poder,
las persecuciones y encarcelamientos, y otras prácticas no éticas, ni democráticas
del gobierno nacional.
Creemos
que no podemos subestimar las fortalezas del gobierno. Su blindaje
institucional, el control de la Fuerza Armada en los cargos de mando de tropa,
el uso indiscriminado y descarado del fisco nacional y de todo la
infraestructura pública a favor de una parcialidad política, el apoyo
evidentemente minoritario pero no despreciable de algunos sectores de la
población, la presión sobre los medios de comunicación, la relación de
dependencia creada con los sectores productivos y algunos apoyos
internacionales de países influyentes, con grandes intereses económicos en el
país, como Rusia y China.
Derrotemos,
por vías democráticas y con la presión popular, un gobierno que habla de
soberanía nacional, de defensa de la patria y de dignidad, y tiene como su
proyecto bandera la entrega de las cajas CLAP donde ningún producto – ni uno
solo – es “nacional”, todos, absolutamente todos son “importados”, incluyendo
la caja que contiene los productos. Un gobierno que, en vez, de impulsar el
desarrollo del país fomenta el desarrollo de otros países con estas
importaciones masivas. Un gobierno que habla de soberanía nacional, de defensa
de la patria y de dignidad, y vende indiscriminadamente nuestras riquezas
naturales del Arco Minero en lugar de procesarlas en el país y agregarle valor
nacional. Un gobierno que habla de soberanía nacional, de defensa de la patria
y de dignidad y ha acabado con el aparato productivo nacional. Y ha acabado
incluso con la moneda nacional – el bolívar – como reserva del valor trabajo de
la sociedad venezolana.
Evitemos
la guerra y una confrontación fratricida. Coloquémonos al lado de la gran
mayoría del pueblo que reclama un cambio de gobierno. Asumamos con firmeza una
decisión que, ya lo hemos señalado, es eminentemente moral. Unámonos en un fin
común.
*Dirección
Política Nacional UPP89*
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