Prensa.
Diario Las Américas.
El
régimen de Maduro ha censurado medios digitales, bloqueado redes sociales y
apresado a periodistas para limitar la exposición mediática sobre la realidad
nacional, violando la base de la libertad de expresión.
Por
lo que, censurar, reprimir, condenar, amedrentar, intimidar, golpear y apresar
a los periodistas nacionales e internacionales en Venezuela se ha convertido en
una política de Estado, bajo el aparato represor del régimen de Nicolás Maduro.
El delito, exponer la realidad nacional.
En
Venezuela no existe ningún derecho humano que esté garantizado bajo el
autoritarismo de Maduro, y eso incluye la libertad de prensa, que es la base
principal de la libertad de expresión, de acuerdo con lo que define Naciones
Unidas.
Los
tres primeros meses de 2019 constituyen el periodo de mayores abusos de poder
contra periodistas y medios de comunicación desde que se tiene registro, con al
menos 155 violaciones a la libertad de expresión hasta el 13 de marzo, según un
balance del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) Venezuela.
Una
de las vulneraciones más notorias a la libertad de expresión fue la detención arbitraria
de Luis Carlos Díaz, periodista y activista de derechos humanos durante 30
horas, en las que estuvo desaparecido en medio del apagón nacional,
posteriormente fue allanada su vivienda y sustraídos sus equipos de trabajo
(ordenador laptop, teléfonos) y dinero.
Pero
el caso de Díaz no es aislado, sino que constituye un patrón contra los
periodistas en Venezuela. IPYS ha contabilizado este año 39 detenciones
arbitrarias contra reporteros nacionales y extranjeros.
El
año pasado hubo dos detenciones arbitrarias que se prolongaron en el tiempo: la
de Jesús Medina Ezaine, fotorreportero independiente que fue apresado el 29 de
agosto y enviado a la cárcel militar de Ramo Verde, acusado de cuatro delitos:
Legitimación de Capitales, Asociación para Delinquir, Lucro Ilegal de Actos de
la Administración e Instigación al Odio.
También
en 2018 fue detenido el periodista alemán Billy Six, el 17 de noviembre. A él
le imputaron delitos de rebelión y espionaje ante un Tribunal Militar por haber
fotografiado “muy cerca” a Nicolás Maduro. El reportero fue puesto en libertad
el 15 de marzo, luego de cuatro meses de cárcel. Aunque inicialmente le
imputaron como medidas cautelaras presentarse cada 15 días ante las autoridades
y la prohibición de salir del país, al final, pudo regresar a su país de
origen.
La
experiencia de Six aunque es la más grave para un periodista extranjero,
tampoco ha sido la única, a principios de año ( el 29 de enero) dos reporteros
chilenos permanecieron 14 horas detenidos antes de ser deportados por grabar
imágenes de los alrededores de Miraflores: Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahon.
Ese
mismo día fueron apresados dos periodistas franceses Pierre Caillé y Baptiste
des Monstie, quienes permanecieron durante 48 horas detenidos en el Helicoide,
para posteriormente deportarlos. En esa semana también fue detenido el
corresponsal colombiano, Leonardo Muñoz, cuando se dirigía a cubrir protestas
opositoras en el oeste de Caracas.
Violencia
y uso del poder
El
ataque más llamativo contra los periodistas extranjeros ocurrió el 25 de
febrero cuando el equipo de Univisión Noticias encabezado por Jorge Ramos fue
retenido durante dos horas en el Palacio de Miraflores cuando Nicolás Maduro
suspendió abruptamente una entrevista que le realizaban. Al día siguiente fueron
deportados.
Once
periodistas extranjeros han sido deportados de Venezuela durante los tres
primeros meses de 2019, incluyendo a Cody Weddel, corresponsal estadounidense
que tenía cuatro años residenciado en el país.
Pero
uno de los casos recientes más violentos fue el cometido contra el periodista
polaco Tomasz Surdel el 14 de marzo, cuando las autoridades lo detuvieron. Le
ordenaron salir del carro, acto seguido le cubrieron el rostro con una capucha
negra y lo golpearon en la cara, y las costillas.
"Uno
ordenó disparar el arma en mi cara. Él, riendo, apretó el gatillo. El arma no
estaba cargada. Estaban con pasamontañas, se subieron a su camioneta y se
fueron, dejándome golpeado en la vía", explicó Surdel al Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
Ataques
a medios digitales
Pero
además de las agresiones directas contra los periodistas, han sido atacados los
servidores de medios digitales independientes (Efecto Cocuyo, El Pitazo,
Caraota Digital, Armado Info, Cotejo, El Estímulo, El Cooperante), así como
bloqueado temporalmente por parte de la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos
de Venezuela (Cantv) el acceso a las redes sociales: Twitter, Youtube,
Periscope y Facebook.
El
Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la libertad de opinión y de
expresión, David Kaye, y el Relator Especial para la Libertad de Expresión de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de
Estados Americanos (OEA), Edison Lanza, manifestaron su profunda alarma por los
mecanismos de censura y bloqueos de plataformas, redes sociales y medios de
comunicación en línea, así como las serias restricciones de las coberturas
periodísticas, dispuestos por las autoridades de Venezuela.
"La
idea de que el Estado puede presionar a los medios por el contenido editorial,
bloquear el acceso a las plataformas y deportar a periodistas no es propia de
una democracia con libertad de prensa", estimó Lanza.
Han
pasado casi 12 años desde que Hugo Chávez le quitara la concesión al canal
Radio Caracas Televisión (RCTV), primera medida directa contra un medio de
comunicación bajo el régimen, y lejos de mejorar las condiciones para ejercer
el periodismo, a través de la Ley Contra el Odio, promulgada por la Asamblea
Nacional Constituyente (ANC, órgano paralelo a la electa Asamblea Nacional) se
ha expandido el mecanismo oficial para censurar a la prensa y la libertad de
expresión, violando los derechos humanos y pactos internacionales al respecto.