Prensa.
Voanoticias.
Trump
recibió este viernes en su elegante club Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, al
primer ministro de de Jamaica, Andrew Holness; al primer ministro de las
Bahamas, Hubert Minnis; al presidente de Haití, Jovenel Moïse; al presidente de
República Dominicana, Danilo Medina: y el primer ministro de Santa Lucía, Allen
Chastanet.
Antes
de entrar a la reunión, Trump calificó a los mandatarios como sus amigos y
aseguró que además del comercio, tenía "un presentimiento" que
discutirían sobre Venezuela. Aseguró que la nación sudamericana "se ha
convertido en un gran tema en todo el mundo".
Los
líderes caribeños le agradecieron a Trump la invitación y cada uno planteó su
agencia. Holness indicó que esperaba discutir sobre "energía, comercio y
seguridad también". Minnis aseguró que buscaría fomentar la relación con
el primer socio comercial de las Bahamas. Moïse esperaba discutir sobre
"cosas que serán positivas" para Haití y EE.UU. Media destacó los temas
regionales en los que podría colaborar. Y Chastanet buscaba relanzar la
relación para beneficio mutuo.
Washington
apostó por la salida del poder del presidente en disputa Nicolás Maduro,
apoyando en foros internacionales al presidente encargado Juan Guaidó, pero
hasta ahora Maduro sigue al mando con el respaldo del alto mando militar y
algunos países, entre ellos Rusia, China, Turquía y Cuba.
Guaidó
ha sido reconocido por más de 50 países y continúa dentro del país buscando
apoyo entre los venezolanos y a nivel internacional.
Estas
cinco naciones han denunciado a Maduro o se han unido a los países que
reconocen a Juan Guaidó como el líder encargado legítimo de esa nación. La
reunión del viernes llega un día después de la detención del jefe de despacho
de Guaidó, Roberto Marrero, a quien Maduro acusa de ser parte de una
"célula terrorista".
CARICOM
dividido por la crisis en Venezuela
La
respuesta a la crisis política, económica y social en Venezuela ha dividido a
los miembros de la Comunidad del Caribe, conocida como CARICOM.
La
organización ha defendido oficialmente las conversaciones entre Maduro y
Guaidó, algo que Washington y otros países de la región no contemplan. La
mayoría los miembros de CARICOM han rechazado resoluciones de la Organización
de los Estados Americanos (OEA) que apoyan a Guaidó.
La
región del Caribe ha dependido durante mucho tiempo del petróleo y el gas de
Venezuela, que ofrecía financiamiento barato a través del programa llamado
Petrocaribe, aunque los envíos han disminuido en los últimos años debido a
problemas de producción en la empresa petrolera estatal de Venezuela, PDVSA.
Las
tensiones por Venezuela ponen en riesgo los esfuerzos regionales para tratar de
capitalizar la exploración de petróleo y gas en aguas profundas, según
expertos.
"CARICOM
es el organismo que habla de la sostenibilidad energética en la región. Pero si
se comienzan a dividir los estados, como aparentemente se está intentando
hacer, entonces, en cierto sentido, casi sabotea desde el principio esa unidad
que es necesaria", dijo a Reuters Anthony Bryan, experto en energía del
Caribe y asociado con el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en
Washington.
La
determinación de la Casa Blanca
El
gobierno de Trump ha sido clave en poner presión sobre Maduro, a cuyo gobierno
lo tilda de dictadura y sostiene que el segundo mandato que asumió en enero
pasado fue fruto de elecciones ilegítimas.
En
función de eso, Estados Unidos ha sancionado a una cifra elevada de altos
funcionarios venezolanos y ha prohibido a los bancos estadounidenses hacer
negocios con Venezuela, algo de lo que se queja Maduro y culpa de parte de la
crisis de alimentos y medicinas que sufre la nación.