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Uno de cada siete bebés nace
con bajo peso, menos de 2,5 kilos, lo que más tarde puede tener repercusiones
en su salud, advierte un nuevo estudio de UNICEF y la Organización Mundial de
la Salud.
A tal fin, nacer con menos
de 2,5 kilos puede acarrear problemas de salud para toda la vida. La mayoría de
estos niños llegan al mundo en países pobres. En los ricos, los tratamientos de
fertilidad, las cesáreas innecesarias y el tabaquismo también contribuyen a que
los bebés vengan con bajo peso.
En 2015, más de 20 millones
de bebés vinieron al mundo con un peso inferior a lo recomendado. Esos niños
"tienen mayor riesgo de presentar un retraso en el crecimiento y sufrir
más tarde problemas de salud, y afecciones crónicas como la diabetes y las
enfermedades cardiovasculares", según la investigación.
Además, "más del 80% de
los 2,5 millones de recién nacidos que mueren cada año tenían bajo peso al
nacer". Las causas detrás de este problema dependen de a qué región del
mundo miremos.
Países de bajos ingresos
Tres cuartas partes de estos
niños nacieron en Asia del Sur y África Subsahariana. Allí, la mayoría de los
bebés nacen a término (entre 37 y 42 semanas de gestación), pero “con
restricciones de crecimiento en el útero asociadas a la malnutrición de las
madres”, explica Mercedes de Onis, una de las autoras del estudio de la OMS. Los
embarazos en adolescentes y niñas menores de 16 años, las infecciones como la
malaria, la contaminación del aire o el consumo de tabaco y drogas también
contribuyen. Bangladés es el país que presenta la mayor proporción de estos
nacimientos, con un 27,8% del total de alumbramientos en el país.
Estas regiones han logrado
los mayores avances en disminuir la tasa de bebés demasiado pequeños al nacer
al reducir sus tasas de 1,4% y 1,1%, respectivamente, entre 2000 y 2015. Sin
embargo, en África subsahariana el número total ha aumentado de 4,4 millones a
5 millones de bebés, en gran parte debido a las tendencias demográficas, como
la fertilidad y la migración.
Países de altos ingresos
En los países ricos, el bajo
peso al nacer a menudo se debe a la prematuridad del parto, que establece en
menos de 37 semanas, o como resultado de la alta edad materna, el tabaquismo,
las cesáreas médicamente innecesarias y los tratamientos de fertilidad que
aumentan el riesgo de nacimientos múltiples. “Estos son los problemas subyacentes
que los gobiernos de los países de altos ingresos deberían abordar", dice
de Onis.
Los avances en estos países
son muy lentos con una reducción promedio en la prevalencia de 0.01% por año.
Incluso en algunos, los números aumentan: la República Checa (crecimiento anual
del 2%), Irlanda (1,3%), Portugal (1,2%) y España (1,1%) presentan una
tendencia al alza desde el año 2000.
El nuevo análisis, realizado
junto a investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres,
pone de manifiesto "la urgente necesidad de una mayor inversión y acción
para acelerar el progreso, lo que sería posible a través de la comprensión y el
abordaje de los factores clave que generan el bajo peso al nacer a lo largo de
la vida".
Los 195 estados miembros de
la Organización Mundial de la Salud se comprometieron en 2012 a reducir un 30 por
ciento la prevalencia de bajo peso al nacer de cara a 2025.
"Las estimaciones, que
son las primeras de su tipo, indican que la prevalencia a nivel mundial se
redujo ligeramente un 2,9 por ciento entre 2000 y 2015", señala el
estudio. "A pesar de los compromisos
claros, nuestras estimaciones indican que los gobiernos nacionales están
haciendo muy poco para reducir el bajo peso al nacer", dijo la autora
principal del estudio, la doctora Hannah Blencowe.
Falta de datos
El estudio publicado por The
Lancet recoge información de 281 millones de nacimientos en 148 países.
Sin embargo, casi la mitad,
un 48%, de todos los datos provinieron de países de ingresos altos en
comparación con solo el 13% de África subsahariana y Asia, las regiones donde
nacen tres cuartas partes de todos los bebés con bajo peso. Por tanto, el
problema podría ser mucho mayor de lo estimado.
"Los autores hacen un llamamiento urgente
para aumentar el número de niños que son pesados al nacer (tanto si nacen vivos
como muertos), fortalecer los datos existentes y los sistemas de salud y crear
mejores dispositivos para pesar.
Sin embargo, lograr esto en la práctica,
especialmente en situaciones de emergencia o en lugares con sistemas de salud
débiles, sigue siendo un desafío ", dijo la profesora Tanya Doherty del
Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica.
“Al mismo tiempo, debemos mejorar la atención de los 20,5 millones de
bebés que nacen anualmente con bajo peso y de sus familias ".