Prensa.
VP.
Desde Voluntad Popular
rechazamos la nueva sentencia por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) bajo
las órdenes del usurpador Nicolás Maduro, a través de la cual la dictadura
compromete la responsabilidad política de los diputados a la legítima Asamblea
Nacional, Winston Flores, Carlos Paparoni, Franco Casella y Miguel Pizarro.
Además, condenamos el
secuestro del Palacio Legislativo perpetrado este martes por organismos de
seguridad del Estado bajo las órdenes de un dictador que pretende impedir la
labor del legítimo Poder Legislativo.
Alertamos a Venezuela y al
mundo sobre esta nueva arremetida de la dictadura contra los parlamentarios
legítimamente electos por el pueblo venezolano en diciembre de 2015. Advertimos
una vez más que el régimen solo busca amedrentar, perseguir y encarcelar a
quienes piensan distinto y luchan por un país libre.
De 112 diputados que
resultaron electos como parte de la Mesa de la Unidad Democrática, todos han
sufrido algún tipo de hostigamiento, agresión y persecución por ser la
representación del pueblo que hoy sufre la peor crisis política, económica y
social de su historia.
El diputado Winston Flores
asumió la coordinación de Voluntad Popular en la ciudad de Caracas a sabiendas
de ser el partido más perseguido por el dictador desde el año 20014. Leopoldo
López, Carlos Vecchio, David Smolansky y Freddy Guevara son líderes de la tolda
naranja que actualmente se encuentran injustamente presos o exiliados. Ahora
vemos cómo el régimen continúa la persecución contra nuestra organización,
pretendiendo encarcelar a nuestros diputados.
El TSJ usurpador cree que
intentando violar ilegalmente la inmunidad parlamentaria del diputado Franco
Casella cesarán las denuncias de las violaciones a los derechos humanos de los
cientos de funcionarios militares que el régimen ha encarcelado por apegarse a
la Constitución y ponerse del lado del pueblo.
Desde Voluntad Popular,
reiteramos que seguiremos luchando de la mano con el presidente encargado de
Venezuela, Juan Guaidó, el pueblo de Venezuela y la comunidad internacional
hasta alcanzar la consolidación de la democracia y lograr el cese de usurpación,
un gobierno de transición y la celebración de elecciones libres.