Prensa. Diario Las Américas.
"También
hemos visto que en el paso Colchane-Pisiga (frontera con Bolivia) llegaron en
un día cerca de 250 venezolanos. La situación es crítica en ambas
fronteras", añadió. Por lo que, el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM)
criticó al Gobierno chileno por mantener a cientos de venezolanos en las
fronteras del norte del país sin permitirles el ingreso desde hace varios días.
El
pasado sábado entró en vigor en Chile una norma que exige a los venezolanos un
visado consular para poder entrar a Chile, que se puede solicitar en los
consulados chilenos en cualquier otro país. La medida supuso una nueva
dificultad para los venezolanos en la frontera, muchos de los cuales son niños,
mientras otros tienen familiares en Chile. Antes, los venezolanos debían llegar
con un visado especial, "de responsabilidad democrática" para entrar al
territorio chileno.
El
subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, dijo que la nueva norma para los
venezolanos, que según cifras oficiales suman unos 288.000 en Chile, es
parecida a una establecida anteriormente para los haitianos, cuyo efecto fue
que la llegada de personas desde la isla caribeña disminuyera a menos de la
mitad entre 2017 y 2018.
Según
José Tomás Vicuña, los países pueden establecer los requisitos que estimen
conveniente, pero Venezuela "vive una situación muy compleja". "¿Cómo
es posible que haya lactantes cuatro días a la intemperie sin alimentación? Ha
sido la sociedad civil la que les ha llevado alimentación, y las autoridades se
limitan a decir 'no van a ingresar, no van a ingresar'", subrayó.
Agregó
que en Chacalluta solo hay una carpa cerrada para operativos médicos y el resto
son solo toldos.
"Hay
unos 200 metros con gente a la intemperie, niños, niñas y lactantes", dijo
y criticó al asesor del Gobierno en materia de migraciones, Mijail Bonito, que
llegó al lugar hace unos días, "solo para decirles que no iban a entrar a
Chile".
"Quien
tiene que dar respuestas de refugio no es Mijail Bonito o la policía, la ley
así lo estima, es un proceso. La ley señala en su artículo 2 la posibilidad de
solicitar refugio a quienes vengan de lugares donde haya conflictos internos o
violaciones a los derechos humanos, como en Venezuela", apostilló
"No
hay ninguna ley de refugio del mundo que señale que uno tiene que solicitarlo
en el país de al lado o en otro lugar", añadió Vicuña, para quien la
situación provocará un aumento del tráfico o muertes en la frontera con Perú,
donde en los años 70 se sembraron millares de minas antipersonales que no han
sido retiradas en su totalidad.
"Lo
real es que hay lactantes en la frontera. Si yo tengo un hijo en otro país y no
me dejan entrar, voy a hacer todo lo posible por entrar. Es una situación
humanitaria", consideró. Vicuña demandó una reacción coordinada de los
países que se han involucrado en la crisis política de Venezuela.
"Vemos
que se necesita una respuesta articulada entre los países, la crisis ya está a
nivel regional. Está cada país queriendo poner muros administrativos a las
personas de Venezuela". "¿Luego de hablar más de un año de la
violación de los derechos humanos en Venezuela hacemos esto?", dijo.
"Los
derechos humanos no son hasta que me convenga, acá se necesita una respuesta
regional, así como viajaron distintos presidentes (a Cúcuta) a entregar ayuda
humanitaria (que nunca se entregó). La respuesta no se tiene que dar solo en
Venezuela, se tiene que dar afuera y falta una respuesta articulada de los
presidentes", sostuvo.
"Yo
me imagino que para Juan Guaidó (líder de la oposición y reconocido por unos 50
países como presidente encargado de Venezuela) esto es una puñalada en la espalda",
sostuvo.
FUENTE: Con información EFE