La
realidad, desde la perspectiva crítica de la UPP89, es que el gobierno de
Maduro ha destrozado al país, ha cometido y sigue cometiendo todos los
desafueros que se puedan cometer. Venezuela dejó de ser un país. Vive una
absoluta anormalidad democrática, anormalidad constitucional y anormalidad
institucional.
El
gobierno de Maduro ha acabado con el aparato productivo nacional, la
infraestructura y los servicios públicos nacionales, la moneda nacional, el
medio ambiente nacional, la flora y la fauna nacionales con el crimen ecológico
del arco minero mientras se desgañita su garganta mediática hablando a chorros
de soberanía nacional y defensa de la patria. Ha obligado a 4 millones de
compatriotas a irse del país, es responsable de miles de muertes por la falta
de medicamentos y es responsable que una cantidad inmensa de venezolanos no
tenga como alimentarse ni siquiera escasamente. El gobierno de Maduro es
“algo”, no es un gobierno, que estamos padeciendo todos los días.
Nunca
estaremos de acuerdo con ningún bloqueo económico contra Venezuela, ni con las
sanciones. Defendemos la libre determinación de los pueblos y la no injerencia
extranjera. Cuestionamos la soberbia posición de los Estados Unidos y la
seguiremos cuestionando hoy, mañana y siempre. Y además nos parece una medida
torpe porque le da una excusa al gobierno para su hipócrita retórica y su farsa
perversa.
Seguiremos
reclamando la unidad de todas las fuerzas opositoras para acrecentar la presión
interna. Colocamos al país por delante de nuestras posiciones ideológicas
individuales.
Por Reinaldo Quijada.
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