Prensa.
Voanoticias.
Este sábado se celebró en
Miami, la segunda edición de Venexodo2020, la organización solidaria de
estudiantes del Miami Dade College que comenzó en 2018 y continúa recaudando
fondos para Venezuela.
Antonio Bonaduce,
estudiante venezolano, originario de Lechería (estado Anzoátegui) y actualmente
en la carrera de Relaciones Internacionales, dijo a la Voz de América que la
idea surgió a partir del Plan País, “y nos preguntábamos qué nosotros podíamos
aportar”.
“Venexodo nació con la
iniciativa, precisamente, de hacer país”, añadió el joven en las instalaciones
del Koubek Center, institución de acogida del evento, que partió con la
presentación de los jóvenes organizadores, la proyección de un documental sobre
la resistencia venezolana en varias ciudades y los distintos proyectos que se
han unido a Venexodo.
Las voces solidarias
Entre los asistentes
estuvo Marisol Diéguez, coordinadora del Programa de Ayuda Humanitaria para
Venezuela (PAHV), quien llegó animada por el entusiasmo de los más jóvenes.
“Con estos chicos que nos
han invitado hoy nos sentimos muy agradecidos, porque vemos que los jóvenes, a
pesar de todos los embates del mal tiempo, ellos no pierden la esperanza”,
señaló Diéguez a VOA Noticias.
La organización PAHV fue
fundada el 12 de febrero de 2014 y se dedica al envío de insumos médicos,
primordialmente, así como alimentos nutricionales no perecederos “para casi 1
millón 300 mil con desnutrición severa y muchos ancianos en las casas-hogares”,
agrega.
Diéguez agradeció la
colaboración de ocho países europeos, personas en el Medio Oriente, la costa
este de Estados Unidos y los aliados que tienen localmente.
“Hemos podido recaudar,
clasificar, colocar, en inventario, enviar y entregar a cien instituciones
aprobadas por el gobierno americano casi tres millones de libras de insumos
médicos (…) en 19 estados de Venezuela”, concluyó.
Motivados por el cambio
La joven colombiana Ana
Gutiérrez relató uno de los principios de su adhesión a proyecto; dijo que a
los 13 años de edad vio cómo su mejor amigo fue asesinado en la calle. “Como
colombiana me siento orgullosa de servir con mi ayuda a las poblaciones que han
quedado desamparadas por los peligros que afrontan”, afirmó.
Luis Ángelo Martin,
venezolano y también coordinador de la organización, explicó parte de la misión
y enfatizó que el grupo “nace de la impotencia de la juventud inmigrante al no
poder cumplir sus sueños en su país de origen y más aún el riesgo de perder la
libertad, los derechos humanos y hasta la vida”.
Sin embargo, relató que:
“tuve que dejar a mi país por múltiples situaciones, aunque la decisiva fue
cuando a mi madre la asaltaron violentamente en las calles de Caracas”. Su
madre sobrevivió el suceso.
El guatemalteco Diego
Mansilla contó que se unió al grupo cuando los demás ya estaban involucrados en
un proyecto que recolectaba ropa y ayuda para los venezolanos que cruzan la
frontera, allí se percató de que no es un asunto exclusivamente de venezolanos,
reitera.
Desde entonces, Mansilla
creó el proyecto Brazaletes de Esperanza, cuyos fondos van directamente a la
ayuda que prestan a los venezolanos.
El evento concluyó con una
muestra de artes plásticas, dos bandas de artistas inquietos que a través de la
música expresan su fuerza; y la exposición “Escribe tu historia”, en la que ya
compilan decenas de relatos de inmigrantes y los exhiben colgados en un cordel.
“Que esto no sea solo por
Venezuela, sino por el mundo entero”, conminó Martin ante el auditorio.