Prensa. Diario Las Américas.
El
Ministerio de Justicia de Francia ha informado este sábado de la detención
cerca de París del millonario Félicien Kabuga, considerado el principal financiador
del genocidio de Ruanda de 1994 y uno de los individuos más buscados por estos
sucesos en los que murieron unas 800.000 personas.
Kabunga,
de 84 años, fue detenido concretamente en la madrugada de este sábado en
Asnières del Sena, donde residía con una identidad falsa, en una operación
"sofisticada y coordinada, con registros simultáneos en varios
lugares". "Residía con una identidad falsa en un apartamento de
Asnières del Sena gracias a una mecánica bien trabajada y con la complicidad de
sus hijos", ha explicado la Fiscalía francesa.
El
magnate estaba en busca y captura de Interpol por orden de Tribunal Penal
Internacional para Ruanda (TPIR), que le acusa de siete cargos genocidio y
crímenes contra la Humanidad. Kabuga, un empresario de etnia hutu, está acusado
de financiar a las milicias que perpetraron la matanza de cerca de 800.000
tutsis y hutus moderados durante un periodo de cien días en 1994. Además era el
presidente del comité de gestión de la Radio Televisión Libre de las Mil
Colinas (RTLM), considerada "la voz del genocidio".
"Hoy
Félicien Kabuga, uno de los fugitivos más buscados del mundo y presuntamente
una figura destacada en el genocidio de 1994 contra los tutsi en Ruanda, ha
sido arrestado en París por las autoridades francesas como resultado de una
investigación conjunta con la Fiscalía del TPIR", ha informado la propia
Fiscalía en un comunicado. "Tras la finalización de los procedimientos
apropiados en virtud de la legislación francesa, se espera que Kabuga sea
transferido a la custodia del Mecanismo, donde será juzgado", añade el
texto.
Los responsables del genocidio deben rendir cuentas
El
fiscal jefe del TPIR, Serge Brammertz, ha destacado que "la detención hoy
de Félicien Kabuga es un recordatorio de que los responsables del genocidio
deben rendir cuentas, incluso 26 años después de sus crímenes".
"El
arresto de Kabuga demuestra que podemos tener éxito cuando contamos con el
apoyo de la comunidad internacional", ha subrayado Brammertz, que ha
mencionado en particular entre sus agradecimientos a las autoridades policiales
francesas y a la Oficina Central de Lucha contra los Crímenes contra la
Humanidad, el Genocidio y los Crímenes de Guerra y la Fiscalía del Tribunal
General de Apelaciones de Paris. "Este arresto no podría haberse realizado
sin su excepcional cooperación y habilidad", ha remachado.
También
ha mencionado a las autoridades judiciales de Ruanda, Bélgica, Reino Unido,
Alemania, Países Bajos, Austria, Luxemburgo, Suiza, Estados Unidos, EUROPOL e
INTERPOL. "Este arresto demuestra los impresionantes resultados que se
pueden lograr a través de la aplicación de la ley internacional y la
cooperación judicial", ha señalado.
Desde
Human Rights Watch ha saludado la detención de Kabuga, "un paso importante
hacia la justicia para cientos de miles de víctimas del genocidio". Según
la organización de defensa de los derechos humanos, esta detención demuestra
que los supervivientes "pueden esperar ver justicia incluso 26 años
después de los hechos y que los sospechosos no pueden esperar escapar de sus
responsabilidades".
Mientras,
el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para la Lucha contra el
Genocidio de Ruanda, Jean Damascène Bizimana, ha expresado su satisfacción y ha
destacado la colaboración de las autoridades francesas en lo más parecido hasta
ahora a una reacción oficial de las autoridades ruandesas. "Kabuga es uno
de los principales líderes del genocidio cometido contra los tutsis (...).
Demuestra que el genocidio es un crimen imprescriptible. Es un paso que
saludamos por el honor y la memoria de las víctimas", ha subrayado.
Desde
la principal asociación ruandesa de víctimas del genocidio, Ibuka, han
destacado la importancia de esta detención. "Si algo queda a los
supervivientes es ver a los responsables de las muertes durante el genocidio
contra los tutsis rendir cuentas por su participación", ha señalado en su
cuenta en Twitter. "Los fugitivos que aún están a la fuga deben saber que
pronto llegará su hora. No olvidamos. Los muertos no pueden pedir justicia. Es
deber de los vivos hacerla por ellos", ha remachado el grupo.
Kabuga
está acusado de genocidio, complicidad en genocidio, incitación directa y
pública para cometer genocidio, intento de genocidio, conspiración para cometer
genocidio, persecución y exterminio. Hasta la fecha, el TPIR sólo había
conseguido bloquear sus cuentas bancarias en Francia, Suiza y Bélgica. El
Gobierno estadounidense había ofrecido una recompensa de cinco millones de
dólares (4,1 millones de euros) por cualquier información que permita su
detención.
En
julio de 1994 se refugió en Suiza, de donde fue expulsado un mes más tarde. A
continuación huyó a la antigua Zaire (actual República Democrática del Congo)
antes de establecerse en Kenia, donde escapó al menos a tres operaciones
conjuntas de la Policía keniana y del TPIR. Posteriormente, el empresario se ha
desplazado por varios países africanos, donde fue comprando su protección y
creando numerosas relaciones personales en todo el continente.
FUENTE: EUROPA PRESS