Prensa. Senderos
de Apure.net.
En esta
segunda parte la Dra. Rita Hevia Pinzón, nos escribe reflexionando sobre la
vida misma en el planeta tierra, hoy se afronta el desafío de vencer la guerra
contra el covid-19, nos enfrentamos a un peligro extraño, porque se lucha desde
los centros de salud, ellos están en las trincheras y los científicos en la
retaguardia.
Expresa Pinzón,
“Durante una guerra, cualquier persona que se ame y quiera a sí misma, no
piensa dos veces en abrir su negocio, todo lo contrario, cierra su tienda si es
que le queda tiempo de cerrarla y corre por su vida a esconderse. Si su tienda
es destruida por bombardeos, saqueos o fuego de morteros, eso ya no importa, lo
que importa es preservar la vida a cualquier precio.”
Durante la
guerra, no te preocupas si no trabajas, si tus hijos no van a la escuela, si no
ves a tus amigos, familiares o vecinos. No te importa si hay T.V. o si se cae
el Internet, ya no le das importancia a las redes sociales. Solo le importa
preservar su vida, y si caso, la de los familiares que viven contigo. Estamos en una situación de sálvese quien
pueda. Durante la guerra, rezas, hablas con Dios y este agradecido con él por
estar con vida y ver el sol brillar otro día más.
Para Pinzón,
explica que “El enemigo que enfrentamos es invencible e intocable. Hasta ahora,
ni la ciencia, ni la tecnología, ni la medicina tienen con que enfrentar a este
poderoso enemigo invisible, pero real, como lo es el COVID-19. El hombre está
haciendo todo lo humanamente posible para atacarlo, pero, hasta los momentos
todos los intentos han fracasado, él sigue aplicando todos sus conocimientos
tecno-científicos en la búsqueda biológica de un antivirus para hacerle frente,
y así salir victoriosos”.
Argumentando un
poco lo mencionado por Pinzón, el hombre busca la solución, la humanidad puede
luchar férreamente sin cuartel con ese enemigo invisible. Sabemos que hay una
solución y esta depende de cada uno de nosotros, concientizándonos de la
realidad que estamos viviendo y, por supuesto, con Dios en nosotros. Solo
obedeciendo y acatando las órdenes dadas podremos derrotarlo. Este ejército
mortal tiene una gran debilidad, un talón de Aquiles por el cual puede ser
derrotado y vencido, así lo expresa Pinzón.
Es por eso que se
requiere de nuestra acción colectiva, disciplina, paciencia y sobretodo mucha
tolerancia para con el prójimo con quien o quienes convivimos. Obedezcamos y
sigamos las instrucciones de las autoridades, los protocolos. Ejercitemos el
amor, la paciencia, la tolerancia, la paz, el perdón, entre otras cosas. Aprendamos
a escuchar el “Silencio de Dios” porque en ese momento es cuando él nos habla
y, también, aprendamos a hablar con Él todo el tiempo que sea posible. Con Dios
todo, sin Él nada.
Pinzón,
exterioriza explicando, la importancia el coronavirus-19, es un enemigo que solo
se fortalece y prospera cuando lo enfrentas, pero el distanciamiento social y
físico, detesta una buena higiene personal, y, sobre todo, manteniendo las
manos y cara desinfectadas, lavándose a menudo como puedas, usando tapabocas y
guantes cada vez que salgas de casa.
Además de eso
Pinzón, recomienda que, cuando llegues a casa limpia la suela de los zapatos
con un poco de agua y cloro o con un desinfectante, así como también, quitarte
la ropa y colocarla al sol o lavarla.
Otra medida que
debes de hacer es alimentándose bien Y Manteniendo un sistema inmunológico
alto, el COVID-19 no tiene chance de prosperar, y, por lo tanto, no tiene vida,
pierde fuerzas, no encuentra asidero y, por ende, desaparece. Solo así lo venceremos. Tengamos siempre
presentes que ese enemigo vino para quedarse, porque está en todas partes y
cualquier ser humano puede ser su huésped. Solamente obedeciendo esas sencillas
y simples órdenes nos fortaleceremos y lo venceremos, lo expresa Pinzón.
Es muy fácil,
derrotar al COVID-19, sin mucha ciencia ni tecnología, solo que todos los seres
humanos en todas partes del mundo pongamos en práctica estos sencillos consejos
y practiquemos la buena fuerza de voluntad y sometamos a nuestro ego a
obedecer. Si seguimos los protocolos dados y sobre todo esos sencillos consejos
al pie de la letra, en poco tiempo habremos derrotado a ese enemigo mortal e
invisible, y solo entonces, recuperaremos nuestra tan anhelada y ansiada
libertad, empresa y socialización.
Cuando esta
guerra acabe, saldremos más fortalecidos en el amor, en la tolerancia, en la
compresión y entendimiento del prójimo, en los valores, en la moral, en la paz,
en el perdón, en el cuidado del medio ambiente, entre muchas otras cosas.
Porque el encierro obligatorio al que estamos sometidos nos enseñara Amar la
soledad para hablar con Dios y aprenderemos a escuchar el “Silencio de Dios” en
nuestro corazones y mente.
Redacción: Pasante de UBV. Rosa López
Escuela de Periodismo Edward Murrow de
Senderos de Apure.
Fuente: Dra. Rita Hevia Pinzón.