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Pasar
largas horas sin moverse frente a la computadora o el televisor y en la butaca
de un avión o colectivo puede ser más grave de lo que se piensa o se siente,
por nombrar el simple cosquilleo de una pierna dormida. Y es que el
sedentarismo, asociado a la falta de ejercicio, la edad y una escasa
hidratación, además de otros factores médicos como un largo posoperatorio o
factores hereditarios puede derivar en la aparición de un coágulo en las
arterias o en las venas.
Según
la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo existen tres enfermedades
vasculares que encabezan el ranking de muertes: Infarto Agudo de Miocardio,
Accidente Cerebrovascular (ACV) y la Enfermedad Tromboembólica Venosa. Esta
última, cuyo Día Mundial se celebro ayer, es la menos conocida, pero su impacto
es altísima. Tan alto es que encabeza la lista de muertes prevenibles en los
pacientes internados. Si bien las personas no la conocen tanto por su nombre,
se caracteriza por la aparición de un coágulo sanguíneo en las arterias o en
las venas. Y es tan grave, que produce más fallecimientos por año que el SIDA,
los accidentes viales y el cáncer de mama y próstata juntos.
Se
estima que unas 60.000 personas en la Argentina sufren un Tromboembolismo
Venoso (TEV) por año. Aproximadamente 48.000 de ellos se manifiestan como
Trombosis Venosa Profunda (TVP) y unas 15.000 personas desarrollan un
Tromboembolismo Pulmonar (TEP o Embolia Pulmonar). Según los especialistas,
teniendo en cuenta que la tasa de mortalidad del TEP es de hasta 30%, esto se
traduce en unas 4300 muertes por año en el país. Frente a este panorama, la OMS
se propuso reducir las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles
(dentro de las cardiovasculares, la trombosis en sus diferentes
manifestaciones) en un 25% para 2025.
Los
peligrosos trombos
"La
enfermedad se caracteriza por la aparición de un coágulo sanguíneo en las
arterias o en las venas. En el tromboembolismo venoso, el coágulo se forma en
una vena [por lo general, en una pierna]. Pero cuando se produce en un vaso
sanguíneo se llama "trombo", puede desprenderse, desplazarse hasta los
pulmones y provocar embolia pulmonar: una condición grave, que puede amenazar
la vida y requiere atención médica inmediata," explicó a LA NACION la
doctora Andrea Rossi, médica hematóloga del plantel del Servicio de Hematología
del Hospital Universitario Fundación Favaloro.
Según
la especialista, algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de
formación de coágulos son la edad -una persona de 80 años de edad tiene un
riesgo cinco a seis veces mayor que una de 40-, la obesidad y el sobrepeso, las
medicaciones que contienen estrógeno, como los anticonceptivos orales y la
terapia de reemplazo hormonal, y los antecedentes familiares de trombosis.
También existen situaciones que pueden provocar la formación de un coágulo,
como la inmovilización prolongada o ciertas cirugías.
Por
su parte, Cecilia Colorio, también hematóloga y miembro del mismo equipo de la
Fundación Favaloro, precisó que es fundamental la realización de controles
médicos periódicos con el fin de detectar si tenemos riesgo de padecer
trombosis, y así acceder a un diagnóstico y tratamiento temprano. "Lo más
importante es que la trombosis puede evitarse", advierte.
Síntomas
para advertirla a tiempo
La
doctora Patricia Casais, médica Hematóloga y presidenta del Grupo Cooperativo
Argentino de Hemostasia y Trombosis (CAHT) - explicó que cuando se produce un
coágulo de sangre en alguna vena (Trombosis Venosa Profunda), los signos de
alarma son dolor o sensibilidad (por lo general comienza en la pantorrilla),
hinchazón que abarca el tobillo y el pie, y el enrojecimiento y/o calor en un
lugar determinado de la pierna.
"En
cambio, cuando ocurre un Tromboembolismo de Pulmón, éste se lo identifica a
través de síntomas tales como falta de aire sin explicación aparente, el
aumento de la frecuencia respiratoria; dolor de pecho que puede empeorar al
respirar profundo, mareos o desmayos. Ambas afecciones requieren de la consulta
médica temprana para evaluación e inicio de tratamiento anticoagulante, que
previene la progresión del cuadro clínico, las complicaciones y disminuye la
mortalidad", indicó la especialista.
En
cuanto a la prevención, Casais indicó que lo más importante es llevar una vida
saludable, realizar actividad física regular dado que una larga inmovilización
aumenta el riesgo de desarrollar un coágulo en la sangre. "Aquellos
pacientes que deben someterse a una cirugía, el médico evaluará previamente el
riesgo de trombosis debido al reposo y tomará las medidas necesarias. Además,
en caso de presentar alguno de los síntomas antes mencionados, recurrir
inmediatamente al centro de salud más cercano", finalizó.
Medidas
para reducir el riesgo de una trombosis
Respetar
las indicaciones (tiempo, dosis, frecuencia) del médico en relación a la
ingesta de medicamentos. Retomar el movimiento tan pronto como sea posible
después de una cirugía o una enfermedad, de acuerdo a la recomendación del
médico. Moverse reduce las probabilidades de formar coágulos. Ejercitar los
músculos de la pantorrilla durante viajes largos o largas horas de reposo o
inactividad física frente a la computadora, o en su trabajo diario habitual.