Prensa. voanoticias.com
Durante
las audiencias de escrutinio, las principales preocupaciones de los senadores
fueron la larga relación personal de Tillerson con el presidente ruso, Vladímir
Putin. El comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., aprobó la
nominación del empresario petrolero Rex Tillerson como próximo secretario de
Estado del Gobierno de Donald Trump, lo que le allana el camino para lograr el
consentimiento del pleno de la Cámara y alcanzar así el cargo.
En
una ajustada votación, con 11 votos a favor y 10 en contra -todos los
demócratas-, Tillerson logró evitar el escollo del comité al contar finalmente
con el apoyo de John McCain, Lindsay Graham y Marco Rubio, los republicanos que
habían elevado más dudas acerca de su nominación por sus vínculos con Rusia.
Ahora
su candidatura pasará al pleno del Senado, donde previsiblemente será aprobado
sin mayores problemas, ya que los republicanos son mayoría. "Dada la
incertidumbre que existe tanto en el país como en el extranjero sobre la
dirección de nuestra política exterior, estaría en contra de nuestros intereses
nacionales retrasar innecesariamente esta confirmación o convertirla en una
controversia", afirmó Rubio hoy horas antes en un comunicado emitido a
través de Facebook.
"Por
lo tanto, a pesar de mis reservas, apoyaré la nominación del señor Tillerson en
el comité y en el pleno del Senado. Sin embargo, los próximos nombramientos a
puestos importantes en el Departamento de Estado no recibirán de mí el mismo
nivel de deferencia que he dado a esta nominación", agregó el senador.
Rubio
no deseaba que Tillerson dirigiera la diplomacia estadounidense, luego que
McCain y Graham hicieran también público su apoyo al exdirector ejecutivo de la
petrolera ExxonMobile.
Durante
las audiencias de escrutinio, las principales preocupaciones de los senadores
fueron la larga relación personal de Tillerson con el presidente ruso, Vladímir
Putin, y los posibles conflictos de interés derivados de esa amistad y de su
cargo anterior como presidente de una petrolera con negocios en todo el mundo.
Otros
se mostraron preocupados por los informes que apuntan a que ExxonMobil presionó
al Gobierno estadounidense para que levantara las sanciones impuestas a Rusia
después de su anexión de la península ucraniana Crimea en 2014, aunque
Tillerson negó durante la audiencia haberse implicado jamás en esa actividad.
Hubo
también senadores alarmados por la afirmación de Tillerson de que no había
conversado con el nuevo presidente, Donald Trump, sobre la política hacia
Rusia, o por su reticencia a condenar la campaña contra las drogas del
presidente filipino Rodrigo Duterte, cuyas fuerzas de seguridad han ejecutado a
6.100 personas.