Prensa AVN. El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Alí Rodríguez Araque, dio lectura este domingo a la declaración del bloque, en el que se exhorta a Ecuador y al Reino Unido a solucionar sus diferencias mediante el diálogo y de manera pacífica, bajo el respeto a los principios del derecho internacional.
Así lo señaló Rodríguez Araque tras la reunión de los cancilleres de la Unasur realizada este domingo en Guayaquil, Ecuador, para analizar la amenaza esgrimida por el Reino Unido contra el Gobierno de Rafael Correa, luego que Quito otorgara asilo al periodista y fundador de Wikileaks, Julian Assange.
Unasur convocó a las partes "a continuar el diálogo y la negociación directa en procura de una solución mutuamente aceptable con arreglo al derecho internacional", señala el comunicado, mediante el que los gobiernos de Suramérica manifiestan "su solidaridad y respaldo al Gobierno de la República del Ecuador ante la amenaza de violación del local de su misión diplomática".
El Gobierno ecuatoriano otorgó el pasado jueves el asilo diplomático a Assange, mientras que Reino Unido aseguró que no entregará el salvoconducto para que pueda salir del país. El bloque reitera "la vigencia de las instituciones del asilo y del refugio para proteger los derechos humanos de las personas que consideran que su vida o integridad física se encuentra amenazada", así como el derecho soberano de los Estados de otorgar este recurso.
Asimismo, la Unasur condena "la amenaza del uso de la fuerza entre los Estados" y destaca "la plena vigencia de los principios consagrados en el derecho internacional, el respeto a la soberanía y el fiel cumplimiento sobre los tratados internacionales". En este sentido, reafirma el principio fundamental de la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas y oficinas consulares y la obligación de los Estados receptores en relación con lo establecido en la Convención de Viena de 1961 y 1963 sobre relaciones diplomáticas y consulares.
Asimismo, el bloque regional advierte que "no puede invocarse el derecho interno para no cumplir una obligación de carácter internacional, como así está reflejado en el artículo 27 de la Convención de Viena sobre los derechos de los tratados de 1969".
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