Conindustria advierte que los
nuevos días feriados incidieron en la merma de producción y distribución
CARMEN SOFÍA ALFONZO A.
El retraso en la asignación de
divisas para la industria manufacturera, que según el sector, la demora es
entre 180 y 250 días, y el cumplimiento por parte de las empresas de las nuevas
disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo incidieron en los niveles de
producción y distribución de alimentos, informó el presidente de Conindustria,
Carlos Larrazábal.
Una de las nuevas normativas de
la Ley del Trabajo que más afectó las operaciones de las compañías alimenticias
fue la incorporación de 24 y 31 de diciembre a los días feriados. “A esto se le
sumó que el mes pasado se realizaron las elecciones regionales, por las cuales
también hubo interrupciones en los procesos productivos y de distribución”,
destacó.
Larrazábal aseguró que la
industria de alimentos, y manufacturera en general, trabaja a la máxima
capacidad que le permiten los niveles de inventarios que poseen. Agregó que la
tardanza en la asignación de dólares limita la importación de materias primas
y, por ende, la actividad de producción.
“Además, la dilatada entrega contribuye a que la deuda con los proveedores
aumente, lo que trae como consecuencia que algunos suspendan las líneas de
créditos y despachos”, indicó.
El presidente de Conindustria
rechazó los recientes señalamientos de acaparamiento en contra de algunos
comerciantes. Señaló que no es cierto porque desde que entraron en vigencia las
leyes de seguridad alimentaria y del Indepabis, los empresarios sólo tienen el
mínimo de inventario necesario para no ser acusados de acaparadores.
“Sabemos de muchos que en
diciembre, mes en que los proveedores se esforzaron por despachar más mercancía
por las vacaciones navideñas, se negaron a recibir muchos productos para no
correr riesgos. Para las operaciones de diciembre, las empresas debieron contar
con más o menos un mes de inventario”, indicó.
Larrazábal agregó que las leyes
no establecen cuáles son los niveles de inventarios permitidos para que ningún
empresario sea señalado de acaparador. Más demanda. Larrazábal añadió que el año pasado se registró un incremento de
la demanda, producto del aumento del gasto público por tratarse de un año
electoral. Calculó que el gasto público subió alrededor de 70%. “Esto no fue
acompañado de políticas que incentiven la producción nacional; por el
contrario, el sector manufacturero se enfrenta a políticas públicas que han ido
cercando a las empresas privadas”, aseguró.
El presidente de Conindustria
destacó que el Gobierno le deja toda la responsabilidad de abastecer al país al
sector privado. Recordó que en los últimos años el sector público ha tomado más
de 50% de la capacidad instalada de producción de varias cadenas alimenticias.
“Los privados tiene menos infraestructura, pero el peso de abastecer casi 80%
del mercado”.
Sin revisión
El
presidente de Conindustria, Carlos Larrazábal, hizo un llamado al Ejecutivo a
que revise los precios de los productos regulados por la Ley de Costos y
Precios Justos. Recordó que tiene en vigencia un año, pero que fueron fijados
con las estructuras de costos que entregaron las empresas en noviembre de 2011. “Hacemos un llamado a la sensatez. Nadie puede producir a pérdida, y esto, más
la inflación y las nuevas disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo, son
aspectos que deben ser considerados y revisados por el Gobierno”.