Vladimir Hidalgo Loggiodice.
Es oportuno
rendir tributo al "más grande" atleta apureño de todos los tiempos,
el gigante Humberto Fuentes. Clasifica a cuatro olimpiadas consecutivas,
dominando en Venezuela y América la década de los 80 con una autoridad hasta
ahora inédita en la división mosca (-52 kgs). La técnica utilizada para alzar
las pesas en las modalidades arranque y envión, además de la concentración
antes de ejecutar la acción, le brindaron el performance para labrar una
historia llena de éxitos, medallas, trofeos, placas y reconocimientos en juegos
Nacionales, Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos y del Caribe,
Panamericanos y múltiples copas internacionales, cosechando la admiración de
todo el país y extranjeros seguidores de este deporte.
Nace en el
viejo hospital "Pablo Acosta Ortiz", en la calle Sucre de San
Fernando de Apure. Sus padres, María Angélica Rodríguez y Justo Nereo Fuentes,
lo acobijan junto a doce hermanos en un hogar humilde en el sector
"Guasimito", detrás de la antigua fábrica de hielo "Erson".
Ingresa en el Grupo Escolar "República de Guatemala" y ayuda a su
papá en tareas de pesca y cortes de madera. Al culminar la primaria abandona
los estudios e inicia labores de caletero en el negocio de Pedro Terán Cestari,
ubicado en el puerto "El Tamarindo".
Empieza a
formarse en aquel pequeño organismo la fortaleza y destreza para levantar
cargas que superan su peso corporal. Una hermana se casa con un comerciante
vecino de Terán y pasa a trabajar con él, siempre en labores de caleta. A
principios de 1978 la capital apureña es sede de un campeonato nacional de
pesas. El entrenador de la selección de Apure, Henry Soto, se dirigía a un
congresillo técnico en el edificio de la Asamblea Legislativa y se percata,
asombrado, como un diminuto joven de 32 kilogramos cargaba en su hombro un saco
de papas de 67. Acercándose a él pregunta su nombre y promete conseguirle una
beca para que practique halterofilia. La respuesta fue inmediata, "Me
llamo Humberto Fuentes. No quiero beca, consígame un trabajo, que eso es mejor
que una beca".
Para
entonces, un hermano iniciaba en lucha en el gimnasio "12 de Febrero"
y él le llevaba los "macundales" de entrenar, aprovechando para
presenciar las instrucciones del profesor Henry Soto y el accionar de los
pesistas, sobre todo Luís Piñate y "Veguerote" Adarmes. Al poco rato
se iba "en búsqueda de las lochas para llenar el bolsillo". El
periodista Wilman Díaz, Director de Deportes de la gobernación, le otorga un
cargo en la institución. Labora de mensajero e inicia actividad con el
entrenador Soto. Alexis Tovar, al verle potencial, le convence de sólo adiestrarse,
conservando su sueldo. Con escasa preparación, pero un corazón enorme, asiste a
sus primeras competencias nacionales juveniles, arrasando en San Carlos, Los
Teques y San Cristóbal. Sus marcas valen para integrar el equipo nacional de
mayores, debutando a finales de ese año en el Suramericano de Santiago de
Chile, perdiendo el oro ante su compatriota Alexis Vásquez. Obtiene 75 kgs. en
arranque (A), 105 kgs. en envión (E), para un total (T) de 180 kgs.
Madruga 1979
titulándose campeón en la "Copa Cartagena de Indias" en Colombia. En
la "Copa Benito Juárez", México, se conforma con la plata al ser
derrotado por el distrital y compañero de equipo Alexis Vásquez. Luego en los
Suramericanos de Sao Paulo, Brasil, toma desquite de Vásquez y se queda con el
oro. Más nunca fue derrotado por el caraqueño. Compite en los Juegos Nacionales
de Adultos en Falcón, siendo juvenil, y cuelga en su cuello las tres doradas de
los -52 kgs. Establece registros para Venezuela y Suramérica. Ya su nombre
captaba los titulares de primera página en los medios impresos y espacios
importantes en noticieros de radio y televisión. Se había convertido en una
figura deportiva nacional.
El cañonazo
del 31 de diciembre augura un feliz año para Humberto. En marzo de 1980 va al
Suramericano Juvenil de Pereira, Colombia, en busca de un sueño, el cupo a las
Olimpiadas de Moscú. Al finalizar la contienda tenía tres doradas y el boleto
para asistir a los ansiados juegos organizados por los soviéticos. La
preparación fue en Caracas, bajo el asesoramiento de Henry Soto y otros
entrenadores. Intervienen por la nación 37 deportistas, todos hombres, en 7
deportes, pero Fuentes es el único en pesas. El abanderado de la delegación fue
el boxeador Antonio Esparragoza. Rivaliza contra los mejores 37 del mundo,
ocupando el puesto 11 de la general. Sus registros, A (90 K), E (117.5 K), T
(207.5 K). Al regresar de la Unión Soviética se une sentimentalmente a Irma
Xiomara Martínez. Entre la luna de miel y el descanso postjuegos termina el
año.
El nuevo
ciclo olímpico abre en 1981 con poca actividad, pero la ejercitación constante
prosigue. Nace su primogénito Humberto Antonio y gana la "Copa Benito
Juárez" en tierras aztecas. Una gira por Europa de 64 días sirve de
preparación para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de La Habana 1982 y
toda la programación pautada para esos doce meses. Lamentablemente retorna
lesionado y sólo asiste a la copa mexicana, donde gana una medalla de oro y dos
de plata. Humberto relata con jocosidad, "En esa oportunidad, luego de
terminar mi presentación, recibo invitación para conocer la Plaza Garibaldi. Me
emocioné porque la oía nombrar mucho en los discos. Entramos al famoso bar El
Tenampa y al pedir el servicio el mesonero me pregunta si soy mayor de edad. Le
dije que si, pero mi documentación se había quedado en la villa olímpica. La
estatura no me ayudó para nada y me sacaron del bar. La mamadera de gallo duró
meses".
Para el
pesista apureño 1983 sería cargado de muchos retos, principalmente porque debía
reunir méritos para el pasaje a las Olimpiadas de Los Ángeles, USA, del año
posterior. Participa por vez primera en la "Copa Simón Bolívar",
Venezuela, y en la cubana "Copa Manuel Suárez In Memorian", ocupando
el primer y segundo lugar, respectivamente. La experiencia en la competencia
venezolana se repetiría por ocho versiones más, ganando la presea dorada en
todas. En la copa isleña obtiene oro en 1985, 1986, 1987, 1990 y 1991; relegado
a plata en 1984, 1988 y 1989. Caracas sirve de anfitriona a los Juegos
Panamericanos 83 del 14 al 29 de agosto. 3426 atletas, de 36 países, disputan
1107 medallas en 23 deportes. Humberto Fuentes se faja con su archirrival
cubano Juan Hernández, quien termina coronándose campeón panamericano. Humberto
alcanza 95 K (A), 125 K (E) y 220 K (T). El camino a Los Ángeles estaba
despejado. Nuevamente iría en solitario a la cita de los dioses deportivos en
la disciplina de barras y pesos. Ejecuta toda la preparación en Caracas y a escasos
días para la inauguración, el presidente de la Federación Venezolana de Pesas,
Benito Seijas, anuncia la decisión de boicotear los juegos. Lamentable noticia
que echaba a la papelera cuatro años de intensos esfuerzos y sacrificios.
En 1985,
además del oro en la "Simón Bolívar" y "Manuel Suárez In
Memorian", consigue máximos honores en los Juegos Bolivarianos de Cuenca,
Ecuador, y Panamericanos de Pesas en Cuba. Llega a este mundo su hijo Jhon
Alberto. Continúa el baño dorado en 1986, al superar a sus rivales en los
Suramericanos de Santiago de Chile y en los Centroamericanos y del Caribe de
República Dominicana. En estos últimos se desquita del cubano Juan Hernández.
Hace 100 K (A), 130 K (E) y 230 K (T). La gira del 87, antesala a los
Panamericanos de Indianápolis-USA, es triunfal en Cuba, México y Venezuela. En
Indiana ven acción 4300 deportistas de 38 paises, en 297 eventos de 30
deportes. Obtiene plata, pues nuevamente Hernández no le permite subir a lo más
alto del podio. Durante el campeonato su señora da a luz a su último muchacho,
Justo Rafael. Sus números 97.5 K (A), 125 K (E) y 222.5 K (T) lo incluyen en
Seúl 88.
Para las
Olimpiadas de Seúl, Corea del Sur, 1988, clasifica solo en halterofilia y fijan
el campo de entrenamiento en Caracas con Henry Soto a la cabeza. Venezuela es
representada por 15 hombres y dos mujeres. Elizabeth Popper (Tenis de mesa) se
coloca delante con la tricolor y ven actividad en 7 deportes. Esta vez logra
cifras superiores a Moscú 80, aumentando su general en 20 kgrs., para ocupar el
décimo lugar. 100 K (A), 127.5 K (E) y 227.5 K (T).
El período
olimpico, con miras a Barcelona 92, lo inaugura estrenando entrenador en 1989,
su amigo y compadre Luís Piñate. Trabaja como nunca para demostrar que le
quedaba mucho por recorrer en esta apasionante actividad. Arrolla a sus
adversarios en todos los eventos de la temporada, incluyendo los Bolivarianos
de Bolivia. Su ritmo avasallante no se detiene y la zafra aurífera llena su
pecho en 1990. Ciudad de México organiza los Centroamericanos y del Caribe. El
llanero con 102.5 K en arranque, 125 K en envión, para un total de 227.5 K,
revalida el título obtenido en República Dominicana cuatro años antes.
A los
Panamericanos de La Habana 1991 concurren 39 países con 4519 representantes en
33 especialidades. Ahí ocurre el mayor momento de gloria de Humberto. Levanta
105 kilogramos en arranque y enmudece las gradas. Había derrotado a Juan
Hernández y toda la élite cubana en su casa para apoderarse del oro. En envión
hace 125 K, para un total de 230 K, valiéndole dos medallas de plata. Ese
palmarés lo catapulta a los Juegos Olímpicos Barcelona 92 en España.
En esta
oportunidad le acompañan en pesas José Medina (-67.5 k) y Julio Luna (-82.5 k),
junto a 26 venezolanos más. El 25 de julio se llena de orgullo al desfilar en
la ceremonia inaugural con 9355 atletas de 169 comités nacionales, portando
María Elena Giusti (nado sincronizado) el estandarte venezolano. La multitud en
el Estadio Olímpico de Montjuïc con sus aplausos, gritos y lágrimas daban fe de
la grandeza que se vivía. Fuentes con cifras de 100 K (A), 130 K (E) y 230 K
(T) reafirma su mejor momento en estos juegos, haciéndose acreedor de un
Diploma Olímpico por el séptimo lugar alcanzado en la general.
Luego de
ganar su última "Copa Simón Bolívar", asiste lesionado a los
Centroamericanos y del Caribe de Ponce, Puerto Rico, 1993. Aún en esas
condiciones logra las mismas marcas de Barcelona 92 para una medalla de plata y
dos de bronce. El 23 de noviembre de 1993 anuncia su retiro de la selección
nacional, luego de permanecer en ella por 16 años. Las lesiones y la falta de
ánimo para continuar fueron determinantes en la decisión. El siguiente enero
inicia labores de entrenador en el gimnasio que lleva su nombre en el
polideportivo de San Fernando.
En la
entrevista para esta historia cuenta varias anécdotas, "El 19 de mayo de
1995 estaba acostado en mi casa y se para al frente un carro de Elecentro. Salí
corriendo y les dije, manitos no me vayan a cortar la luz. Me respondieron,
tranquilo venimos a traerte esta comunicación que los jefes quieren hablar
contigo. Me fui con ellos y me recibe Luís Hernández, Jefe de Recursos Humanos,
que al elogiar mi actividad deportiva manifiesta que a partir de ese momento
era trabajador de la empresa. He sido mensajero, chofer y actualmente lector de
facturación. Hoy tengo 26 años en esa familia".
Reflexiona
con ojos húmedos, "Hay varios momentos importantes en mi vida deportiva,
pero debo confesar que nada como el oro que alcancé en los Juegos Panamericanos
de La Habana 1991. Fue grande porque le gané al favorito en arranque con 105
kilos. Trabajé duro para esos juegos. Estaba destinado a ganar esa dorada.
Derrotar a la jerarquía cubana, y en su terreno, es algo que no olvidaré. Cada
vez que puedo lo recuerdo. De los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 también
guardo gratas memorias, pero insisto que lo sucedido en La Habana es lo mejor
de mi carrera.
Visité 22
países en esos 16 años con las pesas, todas las naciones suramericanas, las
tres norteamericanas, cuatro centroamericanas (Cuba, Panamá, República
Dominicana y Puerto Rico), Corea del Sur, Yugoslavia, Rusia, Hungría e Italia.
Quisiera tener dinero para ir de nuevo a Puerto Rico y México, los recuerdo con
mucho cariño". Espera ansioso ser exaltado al Salón de la Fama
Panamericano de Pesas, cuya sede permanente está en República Dominicana. Tiene
la primera opción y los resultados serán dados a conocer en la segunda quincena
de agosto de 2021.
Humberto
Fuentes es un vivo ejemplo de que la pobreza no impide triunfar en la vida. Su
trabajo con esfuerzo, dedicación, constancia y técnicas adecuadas lo llevaron a
conquistar América y convertirse por más de una década en uno de los diez
mejores pesistas del mundo en su categoría. Ello lo eleva a ser un Personaje de
mi Pueblo.
ENLACE:
https://hidalgovladimir.blogspot.com/2021/07/humberto-fuentes-maxima-gloria.html
*** Edición y Montaje, Lic. Wladimir José Hidalgo Benítez.
*** Que sabroso y ameno fue conversar con nuestro ídolo Humberto Fuentes. Le estaremos eternamente agradecidos por su gentileza y humildad. Rogamos a Dios que este artículo ayude en algo para su feliz arribo al Salón de la Fama. Razones sobran para ser inmortalizado. Suerte campeón.
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