Son los más
genuinos representantes de la nueva camada de jugadores criollos.
Prensa. Diario
Lider.
A
escasas 18 fechas para que baje el telón de la temporada regular y con dos
prospectos criollos peleando por los reconocimientos al Novato del Año en cada
circuito, la temporada de Grandes Ligas de 2018 pasará a la historia como la
que marcó la presencia de una nueva generación de peloteros de nuestro país,
como una suerte de antesala a la graduación del bigleaguer venezolano número
400 cuyo acto se celebrará en 2019.
Gleyber
Torres, de 21 años, camarero y sexto bate de los Yanquis de Nueva York, y
Ronald Acuña, de 20 años, primer bate y jardinero izquierdo de los Bravos de
Atlanta, han experimentado sobresaliente actuación y se han convertido en el
mejor ejemplo para ilustrar la lotería del reclutamiento de talento
internacional que realizan cada año las organizaciones de Grandes Ligas.
En
2013, los Cachorros aceptaron firmar a Torres por $1.7 millones y al año
siguiente los Bravos dudaron al ofrecerle a Acuña 100 mil dólares. Dos años y
en medio después de reclutar a Torres, los Cachorros lo enviaron a los Yanquis
para asegurar un cerrador que los ayudara a ganar la Serie Mundial por primera
vez desde 1908.
Tras
su segunda campaña en las menores, Acuña viajó a Australia en 2016 y en 2017
mostró suficiente progreso al ser distinguido como Jugador del Año en las ligas
menores. Así quedó listo para hacer el grado después de jugar 23 partidos este
año en la sucursal de Gwinett AAA.
Hoy
aspiran ayudar a sus respectivos equipos a competir con éxito en la
postemporada y , al mismo tiempo, sueñan con emular a Luis Aparicio y a Oswaldo
Guillén, quienes en las campañas de 1956 y 1985, con 22 y 21 años de edad,
respectivamente, fueron distinguidos con el trofeo Novato del Año de la Liga
Americana como torpederos de los Medias Blancas de Chicago.