Prensa. dw.com
Mucho
ruido y pocas nueces. La desazón fue generalizada en la cumbre climática COP23
2017, cita que se dio en la ciudad de Bonn en Alemania en días pasados. Las ONG
dedicadas a la defensa del medio ambiente aseguraron que todavía queda
“bastante tarea pendiente” y que falta apoyo concreto a los países que se verán
más afectos por el cambio climático. Sin embargo, el ambicioso objetivo del
Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura de la Tierra a un
máximo de dos grados celsius, se mantiene.
“¿Lo
lograremos?”, inquiere Sonya Angelica Diehn, líder del equipo de medio ambiente
del medio alemán Deutsche Welle. Todo parece apuntar a que en la cita climática
se dieron pasos importantes hacia ese fin y para ello, las naciones discutieron
cuatro puntos claves durante las pasadas dos semanas.
Cómo
prevenir el aumento de los 2º celsius
Según
los expertos en clima, solo queda alrededor de una década para que las naciones
del mundo descarbonicen sus economías antes de que hayamos llegado al límite de
carbono en la atmósfera y que aumente la temperatura global en 1,5 grados
Celsius o, incluso, 2 grados.
Para
muchos países que se han visto afectados por los efectos del cambio climático,
incluyendo Fiji, que fungió como anfitrión de la COP23, el límite inferior de
1,5 grados centígrados es la meta.
El
secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, asumió la
responsabilidad de hacer avanzar tal ambición antes de la COP24, a celebrarse
en Polonia el próximo año. En la COP21 de París participó el entonces
secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien tuvo cierto éxito en esta
tarea.
Inversión
y financiación
Diehn
señala que para descarbonizar el planeta rápidamente es necesario invertir
dinero. Y la lista de quienes estarán a cargo del proceso de financiación es
consensuada: dado que la riqueza de los países industrializados se basa
históricamente en la quema de combustibles fósiles, ellos son los responsables
no solo de descarbonizar sus propias economías, sino también de ayudar al resto
del mundo.
Antes
de la COP23, solo se habían asignado 10 mil millones de dólares para el Fondo
Verde del Clima, que se usa para la “adaptación y mitigación” de impactos del
cambio climático. Sin embargo, a partir de 2020 las naciones industriales
pretenden gastar 100 mil millones de dólares anualmente para tomar acciones
contra este fenómeno en los países más pobres.
Contra
los combustibles fósiles
El
tema central de la COP23 fue el carbón. Incluso, antes de que empezara la
cumbre, más de 20 mil personas marcharon en la ciudad de Bonn para exigir que
se deje de usar este mineral. Activistas también cerraron brevemente una mina
de carbón cerca del sitio donde se celebró el encuentro.
Uno
de las medidas concentras es abandonar el uso de combustibles fósiles. La
promesa de eliminar gradualmente el carbón es respaldada por unos 20 países. En
la cumbre, Canadá y el Reino Unido crearon una alianza para promover el fin del
uso del carbón, uno de los combustibles más sucios.
Más
acción
La
búsqueda por impulsar más acciones contra el cambio climático fue un punto que
tuvieron en común gobiernos locales, regionales y empresas, explica Diehn. En
todo el mundo, alcaldes, gobernadores y empresas están respondiendo a la
presión de la sociedad civil para que hagan su parte para mantener el mundo
como un lugar habitable. Todo con el propósito de que 2018 se convierta en el
año clave en la lucha contra el cambio climático.
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