Una tendencia
alarmante a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México se habría
intensificado en el último año: la práctica de separar a los niños inmigrantes
de sus padres a manos de los funcionarios de inmigración de los EE.UU., reportó
American Inmigration Council.
Prensa. Mundo
Hispánico
Desde
hace tiempo, la unidad familiar se ha reconocido como un derecho humano
fundamental, consagrado en el derecho nacional e internacional. La separación
de familiares en la frontera de Estados Unidos y México y dentro de los Estados
Unidos que no se basa en motivos justificables de protección infantil
contraviene las leyes nacionales e internacionales sobre bienestar infantil,
derechos humanos y refugiados, según American Inmigration Council.
Estas
acciones reportadas en una investigación y sus conclusiones irían en contra de
los principios establecidos en los EE.UU. y del derecho internacional, por lo
que el Women’s Refugee Commission (WRC), la American Immigration Lawyer’s
Association (AILA), y varias otras
organizaciones de derechos de inmigración, presentaron una queja ante la
Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles (CRCL) del Departamento de
Seguridad Nacional (DHC) y la Oficina del Inspector General (OIG), exigiendo
una investigación sobre este aumento en la separación de familias.
La
denuncia presenta una muestra representativa de casos en los que los niños han
sido separados de sus familiares solicitantes de asilo en la frontera,
incluidos varios casos en los que un familiar ha sido separado para que el
gobierno pueda enjuiciarlos por delito grave de reingreso ilegal. Estos casos
también incluyen padres cuyos niños pequeños han sido separados de ellos y
colocados en refugios para niños, separación que desencadena procedimientos de
bienestar infantil porque los padres no pueden cuidar al niño mientras están
detenidos. Otros involucran a personas que son separadas de cónyuges
críticamente enfermos, y luego son liberadas cuando la pareja ha muerto.
El
aumento alarmante de familias divididas por las fuerzas de seguridad es lo
último en una serie de ataques a familias inmigrantes y contradice
declaraciones hechas por el ex secretario de Seguridad Nacional John Kelly en
marzo de 2017, cuando afirmó que el DHS no separaría familias a menos que un
niño estuviera en peligro.