Prensa. Infobae.
Estudios
genéticos practicados a indígenas mexicanos muestran coincidencias con el
llamado niño de Mal'ta que habitó en Siberia hace más de 23.000 años, determinó
un estudio científico realizado por especialistas de distintas instituciones
reconocidas en el país. Un grupo de 30 científicos realizó pruebas genéticas a
una docena de mexicanos pertenecientes a distintas etnias que confirman que los
pobladores originales de México tienen afinidad genética el niño encontrado en
Siberia.
El
objetivo de esta investigación fue ampliar el conocimiento sobre la historia
demográfica de los mexicanos, sin embargo, los hallazgos también podrían ser
útiles para identificar factores genéticos relacionados con enfermedades
prevalentes entre la población y su respuesta a distintos tratamientos con
fármacos.
Los
primeros pobladores de América pudieron haber quedado aislados en el Estrecho
de Bering durante más de 5.000 años, previo a su dispersión en el continente,
es posible que existan variantes genéticas únicas y comunes entre indígenas,
que sean poco frecuentes o incluso no existan en otras poblaciones del mundo,
de ahí la importancia del hallazgo entre las similitudes genéticas con el Niño
de Mal'ta.
El
trabajo científico titulado "Historia demográfica y variación genética
biológicamente relevante de mexicanos nativos inferidas a partir de la
secuenciación del genoma completo", y publicado en la revista Nature
Communications, consistió en analizar la secuencia del genoma completo de
personas de seis diferentes grupos étnicos y regiones de México: tarahumaras y
tepehuanos, en el norte; nahuas, totonacas y zapotecos del centro y sur; y
mayas de la Península de Yucatán.
"Aunque
son pocos los genomas indígenas analizados, su comparación con genomas antiguos
permitió inferir aspectos importantes de la historia demográfica de las
poblaciones indígenas", destaca la investigación. Los restos del llamado
Niño de Mal'ta fueron encontrados en 1958 cerca del lago Baikal en el este de
Siberia. Murió entre los 3 y 4 años de edad. Aunque no quedaron restos de su
piel o su cabello, el ADN reveló que pudo haber tenido ojos y cabello oscuros
con pecas en la piel. Estudios practicados en 2013 por científicos de Dinamarca
revelaron que el ADN del niño coincidía con el de los europeos occidentales y
con algunas razas de nativos americanos.