Atlanta está
cerca de ganar la división Este, en parte, gracias a su trío de venezolanos
Prensa. Diario
Lider.
Los
Bravos de Atlanta llegaron a la jornada de ayer con ventaja de 7.5 juegos sobre
los Filis de Filadelfia en la División Este de la Liga Nacional, afianzándose
como uno de los grandes equipos del big show este año. Gran parte de su éxito
recae en los venezolanos, quienes han sido pilares en la estructura del equipo. Ronald
Acuña Jr., Ender Inciarte y Aníbal Sánchez han contribuido en los tres aspectos
del juego: ofensiva, defensiva y pitcheo.
Acuña
Jr. ha sido indudablemente uno de los factores claves, al reafirmar cada día su
chapa de superprospecto con la que arribó a la presente temporada. El nativo de
La Sabana está registrando números increíbles, pese a solo ser un novato,
llegando a ser considerado uno de los mejores jugadores del viejo circuito.
Sus
25 cuadrangulares lo ubican como líder de los hacheros, mientras que su average
de .290 lo lleva a la tercera posición. Además, es segundo en bases robadas con
14, solamente detrás de su compatriota, Ender Inciarte, quien, como de
costumbre, ha tenido una excelente campaña en el jardín central. El
patrullero a penas ha cometido cinco errores en 141 compromisos, registrando un
porcentaje de fildeo de .986. No obstante, el nativo de Maracaibo también ha
logrado responder con el madero, al sumar 58 carreras remolcadas, la quinta
mayor marca de la novena.
Por
su parte, Sánchez se ha afianzado como uno de los lanzadores de calidad de la
tropa que dirige Brian Snitker, al reflejar efectividad de 3.01, el segundo
mejor porcentaje de carreras limpias entre los serpentineros de los Bravos.
Además, los rivales solo le batean para .217, emergiendo como uno de los brazos
sorpresivos en este 2018.
Rumbo
al banderín
Los
Bravos de Atlanta tienen casi un pie dentro de la postemporada. Sin embargo, la
tropa dirigida por Brian Snitker también podría conquistar el banderín de la
división Este de la Liga Nacional, algo que no han conseguido desde el 2013,
cuando finalizaron con récord de 96-66, sacando 10.0 juegos de ventaja en
relación a los Nacionales de Washington, quienes culminaron segundos. Desde ese
entonces, el equipo hachero nunca había podido terminar una temporada con marca
positiva, hasta este campaña, donde ya aseguraron jugar por encima de .500, con
todavía 16 encuentros restantes en su calendario.