Prensa. 30
Minutos Táchira
Leonel
Gutiérrez, no se avergüenza y menos baja la cabeza al decir que para poder
sobrevivir ha tenido que combinar su profesión de periodista en El Nula,
capital de San Camino estado Apure, con la venta de ropa y de helados, usando
el vehículo de mayor transporte en esa zona llanera: la bicicleta.
El
joven llegó al Nula en 2011 con el sueño de ejercer el periodismo en esta zona
caliente por la temperatura y por ser frontera Arauca, población colombiana.
Nacido
en la tierra de Palma y Sol, la Barinas
viajera, habla con orgullo de su profesión y le agrega la frase “vivir con emoción y pasión” el periodismo en
ejercicio en la red Nacional de fe y Alegría, Venezuela, pero igualmente
advierte que debió ingeniárselas para sobrevivir, con el llamado “rebusque” con
la venta de ropa primero y ahora con los helados, lo que le permite además de
sobrevivir ejercer la pasión periodística.
Salir
de Barinas a la frontera caliente
Leonel
Gutiérrez cuenta que debió salir de su estado natal, por los problemas surgidos
ante las denuncias que en su trabajo como periodista hacia al equipo de fútbol
Zamora Futbol Club.
Al
quedar desempleado por consejos de algunos colegas miró al Alto Apure, lugar
donde le advirtieron, se ejerce el periodismo de una manera diferente por ser
una zona de frontera, por ser una llanura y por tener al frente y a pocos pasos
el imponente Arauca.
Acostumbrado
a vivir y trabajar en un estado citadino como Barinas debió cambiar paradigmas,
categoría que emplea para hablar del choque no solo en la forma de ejercer el
periodismo ya no en una urbe sino en una zona campestre, agrícola, de leyes,
como es El Nula.
—Me
gustaba vestir muy formal y a la hora de ir a las comunidades era visto muy
diferente porque el contacto noticioso debería traspasar lo tradicional y
tocaba convivir y palpar las necesidades, eso como ejemplo de algunos cambios
para adaptarme a la frontera— recuerda, entre risas—. También debí sacudirme el
prejuicio de que este lugar era una zona roja.
Gutiérrez,
ya con días y problemas pasados, considera que etiquetar a un bando político de
bueno o malo, no le dejó buenas experiencia. “Una de las experiencias mas
difíciles era poder convivir con el radicalismo chavista, ya que siempre fui mal visto, además un error fue
etiquetar como malo ese grupo, todo porque venía con el rencor tras lo
acontecido en Barinas, cuando vetaron lo que trabajaba; me costó un mundo y fue
gracias al apoyo de colegas extranjeros que encaminaron mi serenidad para poder
laborar sin ningún problema; hoy en día no son mis amigos, pero ellos me
respetan y a la inversa; hecho que resalto porque en lo personal he aprendido a
ser flexible y aprender a escucha”.
Buscar la noticia, ser multitarea
Siete años han transcurridos en el estado
apure. En tierras a veces marcadas como hostiles por sus historia, pero con
gente emprendedora y con problemas como todo el país.
La
experiencia profesional la considera positiva y como ejemplo habla de ser el
comunicador social que más tiempo ha “aguantado” en emisora 106,1 fm, en donde
ha aprendido bastante sobre el mundo de las ondas hertzianas y además se ha
distinguido por su programa de opinión
De
todos los periodistas que han pasado por esta emisora 106.1 fm de El Nula en Alto Apure, he sido
quien más tiempo ha aguantado, ha aprendido y se ha distinguido por el programa
de opinión “La Hora del Guiso”,
caracterizado por las denuncias como el mismo nombre lo indica.
Como
sucede en los medios pequeños el periodista es multitarea, para otros un
llamado “todero”:
—Lo
bonito de aprender en Fe y Alegría es hacer de todo, desde grabar, publicidad,
montajes, ser operador de radio y productor al mismo tiempo, hecho que ocurre
actualmente pero a pesar del agotamiento, se convirtió en un modo de vivir al
que la gente lo ve y te lo hace saber, aunque eso por un lado no es bueno
porque te hace sentir indispensable—remarca Gutiérrez sin voz de queja.
Vender
helados en Arauca en bicicleta
Si
Juan Luis Guerra anduvo El Niágara en Bicicleta, el periodista Leonel Gutiérrez
anda El Nula y Arauca en bicicleta.
La
bicicleta es el medio de transporte para este periodista acudir en donde el
hecho noticioso lo llame.
Leonel
Gutiérrez prefiere pedalear antes que andar en moto y destaca los aspectos
positivos de su medio de transporte: me da energías, me permite visualizar y
tocar rápidamente la noticia o como llamamos, olfatearla, me mantiene vivo.
La
situación económica también toco y entró a la casa del periodista Leonel
Gutiérrez. El dinero comenzó a no rendir ni a cubrir las necesidades básicas y
como muchos otros venezolanos, debió buscar alternativas para proseguir su
trabajo como comunicador social.
—Comencé
a por vender ropa a crédito desde el 2016, gracias a eso logre comprar mi
licuadora que no había podido adquirir, vajillas y varias cosas para la casa,
aparte del dinero, cuando la crisis ya se intensificaba y así estuve hasta hace
poco— enumeró las cosas sencillas que pudo comprar gracias a la venta de ropa,
no del dinero de su profesión como periodista.
Luego
y lo dice sonriendo incursionó en el mundo de los helados de los llamados
“tetas”. Inició la vente de helados, con la cual le va bien y se ha
transformado en un “emprendimiento” binacional, pues hasta Arauca llega el
producto que hace en El Nula de forma arsenal y sencilla.
—Todo
sucedió porque unas amigas que necesitaban ir a Arauquita, Colombia a vender
productos para comprar medicinas, me pidieron acompañarles en su moto 2 horas
de El Nula, y decidimos llevar helados para probar la venta, siendo
satisfactoria, yendo por 2 meses los sábados o domingos, dependiendo del clima
o la vialidad—Leonel Gutiérrez vio que ese “negocio” era bueno.
La
semana de la reconversión monetaria, recuerda perfectamente, vivió lo que
consideran son los días más difíciles en su economía familiar. Nadie le recibía
bolívares, sino pesos y pensando que hacer decidió apostarle a la venta de
helados o “tetas” y aplicó la
experiencia de hacerlo en Colombia, Arauca, en San Camilo y le ha funcionado.
Ofrecer
calmar la sed a los habitantes de San Camilo con un helado, le ha permitido a
Leonel Gutiérrez obtener el dinero que le hacía falta para completar la mesada
mensual. La
bicicleta, su medio de transporte, lo ha ayudado al “rebusque” que en una zona
de frontera –por el diferencial cambiario entre el bolívar y peso-le permite
tener mayor holgura económica en estos tiempos de precariedad.
“No
tengo complejos, no me da pena, porque aprendí a vender cochino, pollos de vez
en cuando y lo toque hacer siempre, eso sí, de manera legal, para no perder mis
principios, ni la credibilidad y el cariño de la gente que ve a un periodista
como ejemplo y modelo social y gracias a Dios nadie podrá decir Leonel o del
“Guiso” es un torcido y por eso ando con la frente en alta”, escribe Gutiérrez. Si
va por El Nula y ve a un joven en bicicleta
vendiendo helados puede ser Leonel Gutiérrez que quizás también vaya en
busca de una noticia comunal, política, social, de la zona.