Prensa. Aníbal Sánchez.
“Mientras
algunos piden voto manual, pocos nos atrevemos a promover la modernización del
electrónico” De acuerdo con un estudio de IDEA del 2017, de un total de 183
países estudiados, unos 160 cuenta con alguna fase electrónica en su sistema electoral;
aunque la mayor parte del proceso sea manual y por ende dependiente de
personas, operadores de esa fase. Posterior a este estudio en 2018 solo 7
países incorporaron más componentes para ir al voto electrónico, Solo tres
países (Brasil, India y Venezuela) utilizan al 100% el voto electrónico.
Estados Unidos, Colombia y Ecuador lo utilizan de forma parcial.
Nicholas
Boucher redactor del informe sobre esta tecnología para el parlamento europeo,
señalo que “utilizar Blockchain para llevar un registro de verificación,
transparente y distribuido entre usuarios, permitiría que los votantes mismos
sean quienes realicen la gestión, conteo y verificación de los votos en vez de
una autoridad central como se acostumbra en la mayoría de los países”. Para el
mismo las complicaciones con un BEV (Blockchain para Voto Electrónico) estaría
en el anonimato y la dificultad para asegurar a los votantes la confianza en la
seguridad y legitimidad del sistema.
Con
la aparición de la tecnología blockchain, se empieza a poner el foco en
conseguir un proceso electoral más automatizado y a su vez más confiable y
transparente; algunos países han comenzado a utilizar esta tecnología, con el
fin de conseguir mayor seguridad en la contabilidad de los votos. ‘Sierra Leona
se convirtió en el primer país del mundo en usar blockchain para registrar el
70% del conteo en sus elecciones presidenciales’
Estos
temas suelen ser muy densos, en un país, bajo una conflictividad política y
social, complicada, donde la atención está para algunos en la superación de la
crisis y para otros en la supervivencia. Como Consultor Electoral y Analista
Politico, Anibal Sanchez, explica el “Blockchain o cadena de bloques, como un
archivo tipo hoja de cálculo en la que se va añadiendo líneas debajo de otra
para registrar eventos y no se puede cambiar ninguna previa. Esta hoja de
cálculo se encuentra en una red y tiene la particularidad de que, al cambiar un
dato en ella, se envía inmediatamente a todos los miembros (o nodos) estos
podrán ver los cambios que se han hecho y compararla con su antigua copia local
para verificar su validez”.
Técnicamente
el Blockchain es una base de datos distribuida o (Distributed Ledger technology
DLT) que trabaja por consenso, formada por una Cadena de Bloques diseñada para
evitar su modificación una vez que un dato ha sido publicado en un Bloque es
sellado en tiempo (Time Stamp) y queda enlazando a uno anterior. Es muy
adecuada para almacenar de forma creciente datos ordenados en tiempo y sin
posibilidad de modificación, todas las partes ven la misma información, sin que
una tenga que confiar en la otra. “De ahí que muchos empiezan a idear su
implementación en Registros Electorales e incluso en bases de datos para la
identificación de parlamentarios”.-
De
elegirse un Blockchain público en el sistema electoral, los resultados podrían
ser auditados en tiempo real no sólo por el ente encargado del proceso, sino
también por partidos, universidades, medios de comunicación, y actores que
generarían confianza y seguridad en el proceso. ¿Qué puede aportar esta
tecnología Blockchain al proceso electoral? Cuando las elecciones se llevan a
cabo mediante el uso de papeletas ‘manuales’ quedan muchas ventanas para un fraude,
con esta tecnología toda la información recopilada, relacionada con los votos,
se pudiera subir a una red con el fin de garantizar la inmutabilidad y
transparencia. Los datos guardados no podrían ser alterados y correcciones
siempre dejarían rastro. Las autoridades electorales podrían tener una visión
global de toda la información, y actores podrían eventualmente tener acceso a
parte de la información a tiempo real.
Uno
de los mayores retos de los gobiernos con sistemas electorales electrónicos, es
el voto por correo o a distancia, tema que no existía en Venezuela, pero a raíz
de la necesidad de buscar opciones que permitan el voto de venezolanos en el
exterior, este adquiere relevancia. “La poca transparencia de cara al ciudadano
es uno de los problemas que gira en torno a este sistema” y el blockchain
podría ayudar a mitigar la desconfianza, pues el elector o sus representantes
pueden llevar el seguimiento. El proceso podría ser de la siguiente manera:
El
ciudadano solicita el voto por correo.
El
órgano responsable del Censo Electoral al aprobar solicitud, generaría una
entrada ("Estado a fecha y hora determinada: Solicitud Procesada")
que se registraría en un bloque, blockchain.
Ese
registro tiene asociado un identificador en forma de hash (algoritmo de firma
electrónica) con la dirección origen.
Cuando
el votante, recibe el ID ‘voting’ necesaria para emitir su voto, recibiría ese
identificador hash para consultar, en la dirección blockchain quedará su voto
modelado “tokenizado”.
Opcionalmente
en una dirección en internet podría acceder al explorador de bloques, y
consultar encontrará un mensaje de “Estado a fecha y hora determinada: Ej
Documentación entregada en domicilio".
Después
de enviar su voto, y en el momento en que se ha cerrado el conteo, podría
consultarlo nuevamente, Ej “voto contabilizado o nulo"
Así
muchos no lo quieran, e incluso critiquen en medio de la ignorancia o con algún
interés político, el futuro de cualquier sistema electoral en búsqueda de mayor
competitividad pasa por un proceso completamente automatizado, y el blockchain
podría aportar beneficios, así como en una oportunidad se realizó un ensayo o
piloto con cuadernos electrónicos para la Elecciones de Gobernadores en dos
Estados, se podría hacer este ensayo. Aprovechar la capacidad de tokenización,
o modelizar digitalmente algo para representarlo dentro de la red y operar con
ello, es una ventaja, como se hace antes de emitir los votos, definiríamos de
forma segura cuál es el número total de personas que puede votar y asignaríamos
a cada persona la titularidad intransmisible del ‘ID voting’ (denominación
sugerida).
Con
ello comenzaríamos a tener un REGISTRO ELECTORAL y limitaríamos las
posibilidades de fraude: no pueden aparecer más votos de la nada y el sistema
podría confirmar quién lo generó y de donde, evitándose suplantaciones de
identidad. Se puede limitar los generados fuera de un periodo de tiempo por el
‘Time Stamp’, la tokenización en redes no públicas sino asociadas podría abrir
un espacio en caso de votaciones en cuerpos colegiados como el parlamento.
Aunque
algunos críticos dirán que técnicamente se puede hackear, un proceso electoral realizado mediante
blockchain, requeriría una fuerza tan grande que nadie tiene la tecnología para
hacerlo, como lo explican sus ideólogos el blockchain en el sistema de sufragio
sería como un tetris en el que cada voto forma parte de un mosaico y está
asociado a otros elementos replicados y verificados en una multitud de
dispositivos por lo que cualquier intento de querer alterar, obligaría hacerlo
sobre más de la mitad de los ordenadores que participan en la cadena y al mismo
tiempo, lo que lo hace imposible, por eso se usa en los sistemas financieros de
monederos virtuales.