La
falta de conciencia sobre lo que se debe y no hacer después del
procedimiento quirúrgico, es la principal razón por la que algunas
personas re ganan peso al cabo de 5 o 6 años.
Prensa.
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Las
cirugías para tratar la obesidad son vista a menudo como una
solución rápida para perder peso, sin tomar en cuenta que el éxito
de estas operaciones depende en gran medida del paciente, quien debe
comprometerse a cambiar hábitos alimentarios y realizar actividad
física rutinaria, para poder mantenerse en un peso adecuado para su
estatura y en buen estado de salud.
“Hay
pacientes que después de 4 años de operados comentan que son post
baríticos, cuyo peso antes de la cirugía era más de 140 kilos, y
muchos no lo creen; han cambiado totalmente, porque asumieron su
cuota de responsabilidad y cambiaron su vida por completo. Mientras
que, otros vuelven a engordar por falta de conciencia de lo que deben
y no hacer”, sostuvo el cirujano bariátrico Argenis Chaparro
Madriz.
El
especialista del Instituto Médico La Floresta señaló que
aproximadamente el 15% de los pacientes que se operan con cirugía
bariátrica pueden re ganar peso al cabo de 5 o 6 años por esa
razón, y aunque existen cirugías de revisión y de conversión, el
paciente tiene que entender y participar en el proceso.
Entre
los errores más frecuentemente que inducen a la re ganancia de peso
está la ingesta de alimentos y bebidas no recomendadas; el aumento
de la cantidad de carbohidratos simples y azúcares refinados, además
de no realizar suficiente actividad física.
La
cirugía de revisión para solucionar la re ganancia de peso requiere
de una evaluación preoperatoria donde se analiza la ya realizada,
las posibles causas que llevaron al paciente a ganar peso, y se
valoran los beneficios y las contraindicaciones de llevarlo
nuevamente al quirófano.
Apoyo
psicológico y nutricional
Chaparro
Madriz comentó que el seguimiento psicológico y nutricional es
fundamental, porque “si no se detectan los problemas, en la segunda
intervención por más procedimientos nuevos que se hagan les va a
pasar lo mismo y no vale la pena asumir ese riesgo”.
Es
por ello, que desde el momento en que se contempla la posibilidad de
la operación, el paciente es sometido a un abordaje
multidisciplinario para evaluar su estado físico y emocional, su
capacidad de comprensión, hábitos de alimentación, y se le
explican los riesgos, pasos y cuidados posteriores a la cirugía.
“El
psicólogo le va a dar las herramientas necesarias para que entienda
por el proceso que va a pasar, además de ciertos consejos para
manejar la ansiedad que todo eso genera, lo que le permitirá
enfrentar la cirugía conociéndola y corregiendo hábitos de
conducta no deseados”, explicó.
El
acompañamiento del nutricionista es igualmente importante para
enseñarle a comer sano, restringir cantidades y mantener el
equilibrio energético que su cuerpo necesita, así como también el
apoyo familiar. “Los parientes deben apoyar con el ejemplo,
procurando que el consumo de comida sana sea de todos y no exclusivo
del paciente”, expresó el especialista.
Aclaró
que no es necesario llevar una dieta de por vida, se pueden comer
todos los grupos de alimentos, calculando los valores y
requerimientos que se pueden consumir por día, para que el aparato
digestivo se vaya adaptando a su nueva situación.