Opinión. Luis
Borges.
Todos
hablan de "lo caro que están las cosas" y de que "el dinero no
alcanza para nada", que “las cosas suben a cada rato” y de que “no hay
nada de lo que se está buscando”. Los más incautos e ingenuos, por no utilizar
otros adjetivos sinceros, llaman a esto acaparamiento o especulación y no hay
dudas de que también haya acaparamiento y especulación, sin duda, pero ambas
figuras son hijas de la madre de todos los cánceres de la economía, eso se
llama inflación. En esta oportunidad hablemos con hechos concretos de cómo este
país se convirtió en el lugar con el mayor índice inflacionario el mundo.
¿Qué
es inflación? La Real Academiade la Lengua Española lo define como la
“Elevación notable del nivel de precios con efectos desfavorables para la
economía de un país”. Es el aumento general y sostenido de precios, en
productos y servicios, durante un largo período. ¿Por qué ocurre este fenómeno?
Por muchas y muy específicas razones. Hay más demanda que venta, hay más gente
dispuesta a comprar y no lo suficiente para que vender, no porque haya mayor
poder adquisitivo en el ciudadano, esa es una falsa ilusión, es un exceso de
liquidez al haber mucho dinero en las calles y excesiva emisión de nuevos
billetes por el Banco Central, lo que hace que la gente tenga más dinero en las
manos aunque valga menos a la hora de comprar. Es decir, hace un año quizá no
tenías 20.000°° Bolívares para comprar un Smartphone, hoy (un año después) sí
puedes llegar a tener 20.000°° Bolívares, pero ya no compras el mismo aparato
pues se ha elevado hasta 200% o más durante ese año. Esto ocurre porque al
haber más dinero en las calles habrá siempre quién pida más por un producto o
servicio y habrá quién esté dispuesto a pagarlo. ¿Un paquete de harina en 30,
40 y hasta 100 Bs? Sí, pero hay quién lo paga y no por el hecho de tener más
dinero para gastar como resultado de sus ganancias como empleado que disfruta
de aumentos de sueldo, más dinero en la calle genera en los primeros meses o
años, la sensación de bonanza, tiempo después ese efectismo de poder
adquisitivo empieza a verse traducido en “tengo pero no hay” hasta llegar a
“tengo pero no alcanza” y finalmente “ya no hay y ya no tengo”.
¿Por
qué alega el gobierno venezolano que ahora la gente tiene mayor poder de compra
y que antes la genteno tenía dinero para comprar, por eso los productos no
están alcanzando? ¿Realmente hay más dinero en la calle? En la calle hay miles
y millones de nuevos billetes impresos por el Banco Central circulando . ¿Se
acuerdan de los años de Fondafa, los créditos del Banco Industrial, los
millardos en las becas de las misiones? Eso fue masas de billetes circulando y
sí, todos se sintieron beneficiados. Milton Friedman, premio nobel de economía,
explica este fenómeno con un adecuado ejemplo. Es como el alcoholismo. Al tomar
los primeros tragos llegan los efectos fascinantes y complacientes, hasta
relajantes, luego aparece el descontrol y el acabose inmediato.
Todos
desearíamos tener un gobierno que constantemente bajase los tributos, nos
quejamos del IVA y del ISLR. Todos deseamos una baja en las tasas de interés de
nuestras tarjetas decrédito y de los préstamos de los bancos. Lo que no saben
muchos contribuyentes es que en una sana economía los tributos cumplen una
función de equilibrio. Si desaparecieran o se redujeran drásticamente ciertos
impuestos, ocurrirían efectos devastadores. Para ilustrarlo en dos ejemplos,
echemos un vistazo.
Después
de los atentados del 11 de septiembre en EE.UU. la Reserva Federal, el
equivalente al Banco Central norteamericano, redujo las tasas de interés casi
al 1% para estimular el consumo y que no se paralizase la economía, producto
del temor en los mercados. En septiembre de 2008, con la quiebra del cuarto
banco estadounidense, Lheman Brother, se inició el colapso de la economía de todo
el planeta. La razón estriba en que al reducirse las tasas de interés en los
créditos hipotecarios, más personas pudieron adquirir viviendas que antes
estaban fuera del alcance de sus manos pues no eran clientes Prime, eran
clientes Subprime, considerados por debajo del perfil ideal para un banco. Años
después cuando la Reserva Federal ajustó el alza las tasas de interés, fueron
cientos de miles, millones de americanos que no pudieron honrar sus pagos. Ese
dinero fue prestado por la Asociación Federal Nacional Hipotecaria y por la
Corporación Federal de Préstamos Hipotecarios (Fannie Mae y Freddie Mac)
quienes a su vez revendieron las hipotecas Subprime a los grandes bancos de
inversión, estos últimos son los “amos del universo” que mantenían el funcionamiento
de gobiernos y empresas en todo el mundo. Hoy día hasta Grecia sigue sufriendo
la crisis conocida como “crisis de títulos Subprime” y todo empezó bajando unos
puntos en la tasa de intereses que hizo sentir a los ciudadanos que tenían más
dinero para poder gastarlo. Craso error.
Otro
ejemplo de la devastación, producto de malas gestiones fiscales, ocurrió en
Venezuela en el mercado automotor. El Plan Venezuela Móvil, un demagogo y
populista programa de exoneración de impuestos para la venta de vehículos que
fuesen accesibles a venezolanos no bien calificados por los bancos, abrió las
puertas de un mercado en ebullición. Los gerentes de los bancos y las agencias
se convirtieron en semidioses que hacían realidad el sueño de tener tu propio
carro. La sensación de bonanza fue inmediata, al que antes le alcanzaba para un
Spark ahora podía comprar un Aveo, el que antes sólo le alcanzaba para un Aveo
ahora tenía una Terios, fue un efectismo de corto plazo. Para el año 2012
colapsó el mercado automotor, la demanda como resultado de más gente dispuesta
a pagar lo que fuese por tener un carro, hizo sucumbir el mercado y la
inflación se hizo presente por mencionar el alza de precios tan sólo en este
sector. Dos ejemplos de excesiva liquidez, producto de la baja de intereses en
la banca o la no programada eliminación de impuestos, ocurridos en momentos y
en latitudes diferentes pero con el mismo resultado.
Además
de los ejemplos de la emisión de más dinero impreso por el Banco Central, el
aumento de la cartera crediticia con los ejemplos de Fondafa o el Banco
Industrial de Venezuela y la eliminación de impuestos en el mercado automotriz,
fueron políticas de gobierno que lanzaron millardos en nuevos billetes sin
respaldo, decisiones que en su momento fueron alabadas por la gente pero como
explica Friedman en su comparación con el alcoholismo, el efecto negativo llega
al poco rato, al instante todo parece estar funcionando. “Desde 2005 el
Gobierno comenzó un proceso de gasto público social muy elevado, que logró
transferir dinero a millones de personas mediante las misiones sociales, siendo
este gasto junto al elevado proceso de endeudamiento, una de las razones de la
elevada liquidez monetaria, la cual se ha elevado 862% desde enero 2005 hasta
enero 2012”. (Cita de Aristimuño Herrera & Asociados). Ver en la gráfica el
resultado inflacionario.
Detener
la inflación pasa por apagar las imprentas del BCV de inmediato, reducir el
gasto público, una ajustada reforma tributaria y todo ello a la vez que se
sincere el diferencial cambiario. ¿Ahora entienden por qué la culpa de este
desastre no es de Nicolás Maduro? ¿Quién gobernaba cuando se disparaba la
liquidez mortal que propició la inflación que acaba a los venezolanos?
Terminemos
con Milton Friedman y su documental de 1979 explicando cómo curar la inflación.
En ustedes, estimados lectores, estarán las conclusiones de lo dicho en este
artículo publicado.