Dinero de las Farc, restricción de
libertad y precisión del enfoque de género, entre ajustes.
Prensa.
El Tiempo.com
El punto de justicia y víctimas, uno de
los que más costó negociar con las Farc para el acuerdo original de paz, pero
también uno de los que más reparos tenía de quienes promovieron el ‘No’ en el
plebiscito del 2 de octubre, terminó con varios ajustes en el nuevo acuerdo
anunciado este sábado desde La Habana.
Humberto de la Calle fue claro en decir
que se mantuvo la idea de darles más importancia a “las víctimas que a los
barrotes”, pero destacó la amplitud de precisiones y cambios hechos para dejar
satisfechos a los críticos del primer acuerdo.
En el punto de justicia no se acogió la idea de quienes exigían una
reclusión tradicional para los guerrilleros acusados de delitos graves, pero sí
se precisaron las condiciones de la sanción de restricción de la libertad.
Para empezar, quedó claro que los
guerrilleros sentenciados con restricción de libertad no podrán movilizarse más
allá de una zona veredal, y que para hacerlo tendrán que cumplir los horarios
que para ello defina el Tribunal Especial para la Paz. Este Tribunal, además, fijará un sitio de
residencia fijo para el guerrillero sancionado con restricción de libertad de
entre 5 y 8 años si dice la verdad.
Estas precisiones podrían considerarse
una de las mayores concesiones de las Farc a quienes promovieron el ‘No’ en el
plebiscito, pues esta guerrilla había insistido en que los sancionados
necesitaban trasladarse de un sitio a otro para las actividades propias de la
vida política que asumirán cuando dejen las armas.
De hecho, en el acuerdo de paz que se
firmó en Cartagena el 26 de septiembre no estaba especificado el tamaño de la
zona territorial donde se cumpliría la sentencia. Esta decisión se había dejado
a los magistrados que integrarán la Jurisdicción Especial para la Paz, y
algunas vertientes del ‘No’ insistieron en que se precisara el espacio para
cumplir la sanción, de tal manera que no terminara siendo un departamento
completo o que incluso se les permitiera a los guerrilleros la movilidad por
todo el territorio nacional. Por otro lado, las Farc terminaron aceptando que
los magistrados de la Jurisdicción para la Paz determinen, caso por caso, y en
concordancia con la jurisprudencia ya existente de las cortes, si una acusación
por narcotráfico podrá considerarse conexa al delito político.
Otros reparos recurrentes entre los
promotores del ‘No’ al acuerdo de paz que se firmó en Cartagena estaban
relacionados con la soberanía de la justicia colombiana y la duración de la
Jurisdicción Especial para La Paz. Decían que esta debía tener límite en el
tiempo.
Para resolver estas inquietudes, el
Nuevo Acuerdo de Paz con las Farc eliminó la participación de magistrados
extranjeros –podrán participar solo dando conceptos– y precisó que la
Jurisdicción para la Paz tendrá una duración máxima de 10 años. Solo podrá
abrir investigaciones por delitos cometidos en medio del conflicto armado
durante los primeros dos años de funcionamiento.
Pero, además, el nuevo acuerdo admite
tutelas contra fallos de la Jurisdicción para la Paz, y su resolución quedará
en cabeza de la Corte Constitucional. (También: 'Se logró un nuevo acuerdo que
ahora es de todos': Santos) En el
acuerdo original con las Farc, la eventual revisión de un fallo era competencia
de la misma Jurisdicción para la Paz. En el mismo punto de justicia, pero ya
referido a la reparación de las víctimas de las Farc, quedó establecido que
esta guerrilla entregará la lista de sus bienes durante el periodo de dejación
de las armas.
Confianza, la apuesta
Otro de los temas de mayor debate con
las Farc durante la negociación del acuerdo que se firmó en Cartagena había
sido el blindaje jurídico de los pactos de paz. Esta guerrilla insistía en que
solo se sentía segura si lo acordado quedaba incorporado a la Constitución.
Como explicó De la Calle anoche, “se
eliminó la idea de incorporar el acuerdo a la Constitución Política y al
llamado bloque de constitucionalidad. El principio general de garantía de
cumplimiento es el compromiso de que ambas partes cumplirán de buena fe lo
pactado”.
Restricción política
Si bien las Farc no aceptaron la
petición de varios sectores del ‘No’ que insistían en la inhabilidad política
de los guerrilleros con delitos graves, sí estuvieron de acuerdo en que
miembros del grupo armado no puedan aspirar a las 16 curules que se darán en la
Cámara para las zonas afectadas por el conflicto.
También aceptaron que se redujera la
ventaja económica que se dará al partido político que conformen las Farc. Los
aportes para su funcionamiento se reducirán en 30 por ciento frente a lo que se
había pactado en Cartagena.
En ese acuerdo decía que el partido de
las Farc recibiría anualmente el 10 por ciento del total del presupuesto que se
distribuye entre todos los partidos, y los promotores del ‘No’ habían alegado
que la ayuda económica debía ser igual para todos los movimientos.
Tanto el presidente Juan Manuel Santos
como Humberto de la Calle fueron explícitos anoche en que seguramente el Nuevo
Acuerdo de Paz con las Farc no tendrá un apoyo unánime, pero resaltaron el
carácter democrático que tiene. Ambos pidieron a la comunidad internacional y a
los colombianos respaldar el nuevo acuerdo.
Y el jefe de la delegación guerrillera,
‘Iván Márquez’, sostuvo que las Farc cedieron “hasta los límites de lo
razonable”.
REDACCIÓN PAZ
http://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/cambios-en-el-nuevo-acuerdo-de-paz/16749274