Prensa.
efectococuyo.com.
La escasez no es el único problema al
que tienen que enfrentarse los venezolanos para conseguir lss medicinas; ahora
también que pagar sus altos precios, que han subido sin parar en los últimos
meses. Eso sí, el aumento ha sido silencioso. Y aunque el Gobierno no hable al
respecto, el bolsillo sí lo nota.
El presidente de la Federación
Farmacéutica Venezolana (Fefarven) Freddy Ceballos, lo sabe. “Todo ha
aumentado”, le dijo a Efecto Cocuyo en una conversación telefónica.
En el Farmatodo del Bulevar de Sabana
Grande, en Caracas, se muestran consternados por el aumento. Aunque ahí no
tenían la mayoría de los medicamentos que buscaban los clientes, el encargado
admitió que varios han subido de precio sin mayor explicación.
Según explicó Andrea Pérez (nombre
cambiado a petición de la fuente), encargada de una farmacia independiente
ubicada en La Trinidad, lo que determina el precio de las medicinas es el
laboratorio que las produce. En el caso del Diclofenac sódico (un antiinflamatorio),
el elaborado por Calmed cuesta Bs. 1.447, mientras que el que produce Calox Bs.
220 y el Elter, Bs. 720. “Y todos estaban parejos”.
En el Farmatodo ubicado frente al C. C.
El Recreo, este medicamento se consiguen en Bs. 710, mientras que una farmacia
Saas lo pueden adquirir por Bs. 1.300.
Y es que a las farmacias les toca
aguantarse y vender el medicamento que les llegue, al precio que venga y del
laboratorio que les suministre. “No puedes exigir, porque no sabes qué te
llega”, explicó Pérez.
Ceballos asegura que es precisamente
esto lo que ha ocasionado el cierre de 14 farmacias independientes en el estado
Anzoátegui, diez en Nueva Esparta más una droguería, tres en Barinas, diez en
Lara y tres en Portuguesa. “Incluso tenemos reportes de que en Caracas han
cerrado farmacias”, dijo, explicando que estos establecimientos trabajan con
los precios marcados y el margen de ganancia que están obteniendo apenas llega
al 20%. “Los gastos operativos de una farmacia, mínimo, siendo pichirres, son
de 16%”.
El ibuprofeno
(analgésico/antiinflamatorio) producido por Elver bajo el nombre Brugesic, pasó
de Bs 990,20 a Bs 1.398,47 . El Festal (digestivo), producido por la casa
Sanofi-Aventis, costaba hace cuatro meses unos Bs. 400. Luego llegó a Bs.
719,55, y ahora se consigue en Bs. 971,31. Incluso los medicamentos regulados
han visto un incremento en sus precios, que no ha sido anunciado oficialmente
por el Gobierno: el Atenolol, usado para enfermedades cardiovasculares, tenía
el precio establecido de Bs. 12 y ahora se consigue por Bs. 200. Es decir, un
aumento de 199%.
El caso del acetaminofén (analgésico) es
particular. El producto regulado está marcado en Bs. 5, pero esa presentación
no se encontró en ninguna de las seis farmacias que recorrió Efecto Cocuyo. En
cambio, en los estantes se veían sus otras presentaciones, más costosas. Por
ejemplo, una caja de Atamel Forte en Bs. 500 -a pesar de tener los mismos
componentes-.