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Efecto Cocuyo.com.
Cuando su esposo se empezó a sentir mal
por los cálculos de los riñones, a Yenny Gil la vida se le empezó a poner
“color hormiga”. El dolor abdominal, acompañado por una fuerte infección,
ameritaba, al menos, un par de días de hospitalización. Pero el seguro del que
son clientes solo cubrió un día y una noche.
Bajo la excusa de que es muy difícil y
costoso conseguir antibióticos, la clínica aseguró que en ese tiempo había
alcanzado los Bs 150.000 que cubría la póliza. No podían costear que él
permaneciera en la clínica. Lograron conseguir una cama en el Instituto
Venezolano de Seguros Sociales, donde han tenido que llevar todo sus
tratamientos, pero al menos no tienen que pagar por la hospitalización.
Este tipo de historias se han vuelto
cada vez más comunes en Venezuela, el país donde el último índice de inflación
publicado es de 180%. En el caso del barquisimetano Andrés Montero, el drama
fue por una apendicitis. La factura de la clínica marcaba Bs. 1.300.000 por el
procedimiento, pero el seguro solo cubría Bs 1.000.000. El resto le tocó
pagarlo.
Esto quiere decir que el presupuesto
total era de 47.968 salarios mínimos. Se necesitan casi 4 años de trabajo para
poder costear una apendicectomía. Aunque el seguro le cobró la mayor parte, el
señor Montero aun debió pagar el equivalente a 11 salarios mínimos para poder
operarse.
Además, el monto máximo de póliza que
permite la Superintendencia de la Actividad Aseguradora es de Bs 150.000 para
hospitalización, mientras que la de maternidad es de Bs 60.000, según la Gaceta
Oficial 40.316. Todo monto que pase de esa suma deberá ser entendido y manejado
como excedente. A diferencia de la inflación, este monto no ha cambiado en
años: esa Gaceta corresponde a diciembre 2013.
José Manuel Blanco trabaja en Seguros La
Previsora y explica que el aumento de los servicios médicos es una situación
que afecta a parte y parte. No solo los usuarios no pueden acceder al servicio
a través de su póliza, si no que también esto ha ocasionado que muchos vean el
estar asegurados como “un lujo” y decidan prescindir del servicio.
En sus asegurados se repiten historias
como la de Montero y Gil. Por ejemplo, la semana pasada una joven tuvo que ser
intervenida por una sinusitis. El procedimiento cuesta Bs. 990.000. Su seguro
era de Bs. 150.000 más un excedente de Bs. 350.000, es decir, en total Bs.
500.000. Los otros Bs 450.000 los tuvo que pagar de su bolsillo. “Este año ha
sido catastrófico. A la gente no le alcanza el dinero. Muchas veces las primas
aumentan muchísimo, y cuando llega la renovación ya la gente no puede pagar”,
señaló.