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El último porcentaje de incremento del
sueldo integral de los trabajadores en el país de 40% es el mayor de los países
de América Latina. Pero sólo se le acerca el ajuste ejecutado por el gobierno
de Brasil para 2016 de 11,6%. Los altos niveles de inflación obliga al gobierno
a elevar el poder adquisitivo de los venezolanos. El salario mínimo en
Venezuela continúa como el más bajo de los países de América Latina a pesar del
cuarto incremento que ejecutó el gobierno de Nicolás Maduro en el año 2016.
A partir del primero de noviembre
entrará en vigencia el nuevo salario mínimo de 27.092 bolívares y el bono de
alimentación por 63.720 bolívares, lo que significa un aumento integral de 40%.
Según estimaciones de analistas universitarios, 40% de los trabajadores en el
país cobran salario mínimo, mientras que 80% de la población ocupada devenga
dos salarios mínimos, lo que impacta en la capacidad de compra de los
venezolanos.
Medido en dólares se mantiene aún como
el más bajo del resto de los países. El salario integral en Venezuela quedó en
90.812 bolívares, se traduce en 125,52 dólares tomando como referencia un tipo
de cambio promedio de 723,43 bolívares por dólar (Dipro, Simadi y paralelo). El
último porcentaje de incremento del sueldo integral de los trabajadores en el
país de 40% es el mayor de los países de América Latina. Pero sólo se le acerca
el ajuste ejecutado por el gobierno de Brasil para 2016 de 11,6% y el cual
estableció un salario mínimo de Bs $245.
Otra nación que fijó un alza similar fue
Uruguay con 11,5% al fijar el salario en $349, seguido de Bolivia con 9% al
quedar en $244, de Panamá con 8,5% de aumento y $677 y de Colombia con un alza
de 7% y un salario de $229. En la región hubo otros aumentos pero en menor
medida. Es el caso de México con un alza de 4,5% al quedar el sueldo mínimo en
$128.
Mientras que en Paraguay el sueldo
mínimo se fijó para 2016 en $324 y Perú con $252. Varios gobiernos ya han
anunciado los incrementos que tendrá el salario mínimo para los próximos años,
lo que se observa la planificación que esta medida debe tener para elaborar los
presupuestos en cada ejercicio fiscal. En Venezuela, los altos niveles de
inflación son el indicador que ha obligado a la actual administración para
ajustar el sueldo como el bono de alimentación.