Prensa.
Alpartaga Viajera. Kaiser Solano. Madrid.
La primera vez que emigré ocurrió cuando
tenía 16 años y me mudé a Maracay. Estoy consciente de que he utilizado el
término de forma incorrecta, porque emigrar es cuando te mudas a otro país. Sin
embargo, la experiencia de irme de mi pueblo natal San Fernando de Apure a
Maracay fue similar a la de emigrar. Lo dejé todo… mi hermoso pueblo, mi
inocencia, mi cuarto rosado, mi casa en Llano Alto, mis amplios paisajes
llaneros en los que miraba una línea verde oscura en medio del verde y azul del
cielo.
En muchas ocasiones en Maracay hubo
gente que me dio un trato peculiar, como si fuera extranjera en mi propio país.
Me hacían preguntas con asombro ¿en Apure andan las vacas por la calle?, ¿vas a
tu casa en caballo?, ¿solo comes frijoles? y muchas más. También fueron muchos
los chalequeos, formalmente conocido como bullying, con miles de chistes en los
que se burlaban del gentilicio llanero. Pero siempre me he mantenido firme mi
idiosincrasia, para mí el respeto es importante y desde niña sé que los
llaneros somos del tamaño del compromiso que se nos presente.
Ahora me encuentro en Madrid, si me
preguntan si emigré puedo decirles que no, porque para mí no hay un lugar
definitivo. Aquí algunas veces he recordado cuando me mudé a Maracay. Pero aquí
soy una latina, represento a un país hermoso pero actualmente herido, que queda
al norte del sur y se llama Venezuela. Como venezolana promuevo el respeto y la
paz entre las personas. Desde que decidí ver el mundo sin fronteras, me hice un
proyecto personal de vivir y viajar, me apasiona conocer los pueblos y su
gente.
El hecho de haber vivido también en
Caracas tres años, me preparó para vivir en cualquier ciudad del mundo. He
aprendido que en estas tierras lejanas son de primer mundo por su pensamiento.
En cuanto al acento español puedo decirles que bastante es diferente pero con
el tiempo te acostumbras. Llevo cuatro meses en Madrid y he tenido que
sustituir muchas palabras para adaptarme y para que me entiendan, como por
ejemplo dejar de usar carro por coche; celular por móvil; papas por patatas; ni
de broma por ni de coña, pitillo por pajita, okey por vale; pantaleta por braga
(jajaja) y pare usted de contar.
Lo que si no he podido (ni quiero)
sustituir es naguara, creo que sería el equivalente a hostias, pero los
españoles siempre me preguntan qué significa naguara. Eso depende del contexto
en que lo utilice o la emoción que exprese: sorpresa, desanimo, asombro, entre
otras. Mi reflexión con este manifiesto es que dondequiera que me encuentre tengo
presente mis raíces, me gustaría que los lectores de este web site apreciaran
que cada persona es diferente porque proviene de diferente lugar, de ahí que
tenemos distintos modos de expresarnos. Para finalizar les dejo una publicación
viral que alguien escribió acerca de mi tierra natal: Apure.
“Soy de APURE, Donde se dice vente pa'
acá! Donde todas las direcciones son: "Aquí cerquita" (Una cuadra
llanera) Donde todos somos primos, y los hijos de tus amigos son tus sobrinos.
Donde jugamos "DOMINÓ" en cada fiesta. Donde se toma Sopa e'MONDONGO.
Donde se come COPORO FRITO CON TOPOCHO. Donde celebran los CARNAVALES en el
RÍO. Donde le ponemos apodos a todo el mundo "Rodilla e' chivo, diente e'
burro, bosta e' vaca, nariz de guante, cara e cabra" Donde hay empanadas
de chiguire. Donde se saluda a los amigos con un: Como está la vaina mijo, qué
paso compa. Soy del Mejor pueblo de Venezuela. Que viva APURE Yo AMO mi llano”
Nos vemos caminando por ahí!!