Prensa.
Infodiocesis de San Fernando.
Este martes 30 de Mayo, celebramos la
solemnidad de San Fernando Rey III, fiesta Patronal en la Parroquia Catedral,
pero también fiesta en toda la Diócesis que hasta febrero del año pasado
abarcaba toda la geografía regional.
Al hablar de la fiesta de San Fernando
Rey, están dos acontecimientos de fondo que no debemos perder de vista: primero
la fundación de la Villa de San Fernando del Paso Real de Apure, efectuada el
28 de Febrero de 1788 por iniciativa de Fernando Miyares González, para ese
entonces Gobernador de Barinas, de Juan Antonio Rodríguez y de Fray
Buenaventura de Benaocaz. En la fundación del poblado está ya presente el
elemento religioso y no se trataba sólo de poner el nombre de un Santo, sino
sobre todo ponerlos bajo su patrocinio, su cuidado y protección, práctica
propio de la época que va dando configuración a lo que hoy es Venezuela.
Por otro lado, está la fundación de la
Parroquia San Fernando, por disposición del para entonces Arzobispo de Caracas,
Mons. Narciso Coll y Prat, el 27 de Mayo de 1811. Desde la fundación de la
Villa de San Fernando “la evangelización se iba extendiendo y era cada vez más
exigente la atención de estas misiones. Según estadísticas del Archivo
Arquidiocesano de Caracas, entre los años 1801 y 1806, la cifra de los que se
beneficiaban por la atención pastoral, iba creciendo en contraposición con la
cantidad de ministros sagrados” (Mons. Víctor Manuel Pérez Rojas, Carta
Aclamemos Jubilosos, 19 de Marzo de 2011). La fundación de la Parroquia San
Fernando Rey surge de la necesidad de proveer ministros Sagrados ante la
respuesta que se va dando en estas tierras a la obra evangelizadora de
promoción de la Fe.
Desde sus orígenes, esta Iglesia
Diocesana tiene una profunda vocación misionera: por las limitaciones, las
grandes extensiones territoriales, la escases de obreros en la mies del Señor,
pero sobre todo por la respuesta que la gente ha dado y sigue dando, respuesta
que le involucra como piedras vivas en la vida de la Iglesia.
Celebrar hoy la solemnidad de San
Fernando es volver la mirada a esta realidad propia y característica de nuestra
Iglesia Particular y renovar nuestro compromiso de comunidad Misionera al
servicio de la vida en medio de este sufrido pueblo, meta que se quiere alcanzar
con la guía del Plan Diocesano de Pastoral y la incorporación de todos los
bautizados. Es celebrar las inciativas y logros de tanta gente buena que ha
nacido en estas tierras llaneras y de
los que han sabido sembrarse en ella. Es también una ocasión propicia para
clamar al Señor pidiendo por nuestra Patria y por los que nos gobiernan para
que, imitando las virtudes de San Fernando, hombre honesto y promotor de Paz,
entre nosotros resplandezco el Reino de Dios.
Pbro. Ender Moissant.